Sentado a un costado del Estadio Nacional, con una sonrisa y muy positivo, tras sortear uno de los momentos más complicados de su vida, Raúl Espinoza Rodríguez asegura que la pasó muy mal durante la pandemia, al no poder vender las camisetas de los diferentes equipos de Costa Rica y de la Selección, que usualmente ofrece durante los partidos de la Primera División.
Sin embargo, de cara al juego de la Selección Nacional ante Canadá mira a su alrededor y se pone feliz cada vez que una persona llega a preguntarle por el precio de la indumentaria que ofrece. Las camisas oscila entre los ¢5.000, ¢10.000 y ¢15.000. Incluso, regatea con algunos de sus clientes, tratando de vender lo más que se pueda.
De contextura delgada, Raúl, quien vive en Barrio México, manifestó que no fue nada sencillo lo que vivió, ya que durante la pandemia tuvo problemas de salud por el estrés de no poder ganarse la vida. Durante la época en la que todo estuvo cerrado y no había forma de vender sus productos pasó a depender de sus familiares para sobrevivir
“Usualmente trabajo como pintor, pero durante la época de la pandemia había muy poco trabajo. Si estuvo malo con lo de las pintadas, imagínese cómo pudo estar lo de las camisetas, porque no tenía la oportunidad de venderlas los fines de semana en los partidos. Esta es una entrada adicional que tiene mi familia, pero no se pudo y fue muy duro”, señaló.
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Además, comentó: “Empecé a padecer de azúcar y bajé casi 40 kilos por la tensión de no poder llevar los alimentos a mi casa. Estaba enfermo, la verdad que durante esa época viví de la caridad de mis amigos, de mi familia y mi esposa tuvo que ponerse a trabajar fuera de la casa. No fue fácil, pero hoy en día me siento tranquilo de estar acá trabajando y ganándome el sustento para mi casa”.
Al ser un partido clase A y por las repercusiones que tiene, Espinoza espera tener muy buena ganancia. Es más, cruza los dedos para que Costa Rica derrote a Canadá, porque sus ingresos se duplicarían frente a Estados Unidos, en el cierre de la octagonal.
El oriundo de Barrio México está seguro que frente a los estadounidenses todo sería mucho mejor, porque si la Sele llega con opciones de clasificar a la Copa del Mundo y si avanza la gente se volvería loca y compraría muchísimo más.
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“Espero ganarme unos ¢100.000 o ¢125.000. La gente está eufórica, vienen muchas personas a preguntar por precios y compran las camisetas. Ahí tratamos de llegar a un acuerdo siempre. De las camisetas que tengo, las más baratas son las de niños, que valen ¢5.000 y ahí vamos hasta llegar a ¢15.000 con las más grandes. Es una de las posibilidades que tenemos de hacer negocio y de poder llevar la comida a la casa. Un día como hoy le pedí permiso a mi patrón para venir desde muy temprano a vender las camisetas, él sabe que vivo de esto también y que así ajusto. Lo hago desde 1.955″, finalizó.