Málaga, 1 ago (EFE).- Serafín Roldán, hasta hoy presidente del Málaga, dijo, tras presentar su dimisión al Consejo de Administración del club, que se va "con la cabeza alta y las manos limpias".
Roldán formalizó, ayer, lunes, en Madrid, la venta del 96 por ciento de las acciones del club a Lorenzo Sanz, nuevo propietario que ha delegado en su hijo, Fernando, la presidencia del Málaga.
"Me voy con la cabeza alta y las manos limpias, que en los tiempos que corren es muy importante", sentenció el ya ex presidente, que afirmó que es "una persona muy feliz en estos momentos", porque se ha liberado de "una gran responsabilidad", después de estar ocho años al frente del club.
"Mi carácter, mi manera de ser no es la más adecuada para el mundo del fútbol. He sufrido mucho", indicó.
Roldán tenía claro que "a este capítulo brillante había que ponerle punto y final" y que era necesario la llegada "de nueva gente que cogiera el testigo".
"Afortunadamente, Lorenzo Sanz le ha echado valor y pudimos poner huella a un documento que le compromete como máximo accionista de la identidad", matizó.
Serafín Roldán le da las gracias "al alcalde por su colaboración", porque fue "a pedirle ayuda". Asimismo, se muestra contento porque "el club queda en las mejores manos que podía quedar".
"Les deseo mucha suerte a los que vienen y que sean capaces de superar todo lo que hemos logrado hasta hoy", añadió.
Lorenzo Sanz ha adquirido el Málaga por unos seis millones de euros y se hace cargo de la deuda que se eleva a 25 millones 700.000 euros.
Sanz ha adquirido el 96 por ciento de las acciones que Serafín Roldán tenía a nombre de una empresa denominada 'Promotora Malagueña' y el uno por ciento del accionariado que poseía la familia Asensio. EFE
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