Al futbol de Polonia le faltaba, en los últimos años, un artillero capaz de concretar las intenciones de gol. Cuando Emmanuel Olisadebe se naturalizó polaco en el 2000, el seleccionador Jerzy Engel encontró la solución.
Al futbol de Polonia le faltaba, en los últimos años, un artillero capaz de concretar las intenciones de gol. Cuando Emmanuel Olisadebe se naturalizó polaco en el 2000, el seleccionador Jerzy Engel encontró la solución.
En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.