Las canchas del Country Club le son favorables al tenista Janko Tipsarevic, quien desde su Yugoslavia vino a la Copa del Café para convertirse en el tenista juvenil más importante del mundo.
Tras perder la final del año pasado ante el francés Julien Maigret, 6-3,3-6 y 7-5, Tipsarevic ganó la madrugada del domingo la edición XXXVII al estadounidense Ytai Abougzir, 7-5, 5-6 y 6-2.
En un partido cargado de emoción, el balcánico deleitó a más de 2000 aficionados que lo apoyaron incondicionalmente, quizás debido a que era más conocido que el norteamericano.
Con este triunfo, Tipsarevic superó en el ranking a Abougzir, pues antes de iniciar el torneo, el estadounidense era número uno del mundo, seguido por el europeo.
Así, en el escalafón que publica hoy la Federación Internacional de Tenis, aparecerá primero Tipsarevic, escoltado por Abougzir.
La ruta hacia el título la inició el europeo el lunes anterior, cuando venció con facilidad al egipcio Motaz Abou El Khai, 6-2 y 6-4.
Luego, se deshizo del austríaco Lukas Leinich, 7-5 y 7-5. Hasta esta segunda ronda, todo era miel sobre hojuelas para Tipsarevic, pero a partir de allí, el camino se volvió espinoso y los triunfos le resultaron más difíciles.
Ante el francés Clement Morel, debió batallar en tres sets , uno de ellos a muerte súbita. El galo ensayó gran resistencia y la pizarra final fue de 5-7, 6-4 (7-4) y 6-3.
En los cuartos de final, el argentino Luciano Vitullo también exigió lo mejor del nuevo campeón, pues lo obligó a jugar otros tres sets e incluso, le ganó el primero: 2-6, 6-3 y 6-0.
Ya en semifinales, el mexicano Bruno Echagaray fue, si se quiere, el escollo que menos resistencia ofreció: 6-3 y 6-4. El europeo ya había hecho honor a su prestigio y estaba en la final.
Abougzir avanza
Mientras Tipsarevic batallaba con sus rivales de turno, en la otra orilla, Abougzir dejaba botados a los contrincantes con gran facilidad, lo que acrecentaba sus credenciales de favorito.
David Alvarado (Costa Rica, 6-0 y 6-1), Shunsuke Shimizu (Japón, 6-1 y 6-2), Markus Bayer (Alemania, 6-3 y 6-4), Darko Madarovski (Yugoslavia, 6-4 y 6-7), Brian Baker (Estados Unidos, 6-3 y 6-1), dan fe de la fortaleza que tenía Ytai antes de medirse con Janko.
Con la mesa servida para la gran final, ambos jugadores se prodigaron en jugadas de lujo, de las cuales Tipsarevic sacó mejor provecho y se adjudicó, en forma ajustada, el primer set , 7-5.
En el segundo, Abougzir tomó revancha y lo ganó 5 a 7, pero el balcánico apretó el acelerador y con un ritmo inalcanzable para el estadounidense, se llevó el tercero y el partido, 6 a 2.
El partido, que terminó a la 1 a. m. del domingo, mantuvo en su sitio a los aficionados, que no lamentaron soportar una temperatura de 17 grados centígrados, pues el tenis de ambos jugadores fue para el recuerdo.
Una final feliz para un tenista de 17 años que luchó ante la adversidad, ganó el partido, la Copa del Café y se convirtió en el número uno del mundo.