San Isidro de El General . Cuando una sociedad de gol consigue hilvanar sus opciones abiertas, cuando el deseo de vencer hace colapsar los cerrojos, cuando, ante el arco adversario, solo resta enredar el balón en los cordeles... queda el arquero.
Cada vez que el Sur buscó un norte, en cada oportunidad en que Taylor o Chinchilla, Gómez o Segura, intentaron quebrar la sensación de empate, en el último trecho de un partido intenso, emergió Hermidio Barrantes, el bastión de Santa Bárbara.
Otra vez, el cuento de la moneda. Juego de dos caras. La apertura perfiló un mano a mano con un gol en cada marco. El primero, en la cabaña de Hermidio. Róger Gómez se acercó al área tras un primoroso avance colectivo, sirvió un pase franco a Táylor Morales, y el habilidoso mediocampista petrificó a Barrantes con un globito inalcanzable (20').
Al cierre del primer lapso, el notorio esfuerzo de Claudio Mendoza se materializó tras un misil traicionero que se escurrió entre las tenazas de Rónald Sequeira. Uno a uno al 44'.
En el primer minuto del segundo período (46), Javier Delgado consiguió derrotar a Sequeira. De tiro libre, el balón dio una curva impresionante, esquivó la barrera y se coló junto al poste de mano derecha, donde el arquero no alcanzó a llegar. Dos a uno, en favor de la visita.
Edgar Navarrete cerró el capítulo de anotaciones al 66' para establecer el dos a dos que sería definitivo.
En adelante, la balanza se inclinó abruptamente, como si un tijerazo enorme hubiese cortado de súbito el hilo ilusorio y frágil del equilibrio.
Cada oleada del sur fue repelida con angustia por los rojiblancos. Los gritos de Guillermo Guardia desde el pequeño espacio que la reglamentación permite a los técnicos alentar a sus pupilos, se traducían en fervor para buscar anotaciones que parecían inminentes.
Y entonces apareció ¡la ocasión de Hermidio!
Al 74', repelió una opción clara en pies de Táylor; al 80, conjuró ante Elmir Castillo otra oportunidad propicia; al 81, Hermidio bloqueó un disparo caliente de Jorge Ortega; al 82', impidió un nuevo avance de Táylor, y al 91', en pies de Táylor, peligro otra vez... ¡y de nuevo Hermidio!
Dos a dos. Definitivo y justo. Aunque, en general, el dominio fue patrimonio del Sur, no se puede ignorar que, si ante el arco adversario sólo resta enredar el balón en los cordeles..., aún queda el arquero.