En el verano de 1990, al llegar a Italia, los seleccionados ticos hicieron de “zapatero remendón” para alistar los dos únicos pares de tacos con los cuales marcaron historia, en la cancha.
“Las condiciones eran muy diferentes, hubo grandes limitaciones, pero mucho trabajo y entusiasmo”, contó el exdefensa, Rónald Marín, quien formó parte del entonces equipo mundialista de Costa Rica.
Desde hace tres años, Marín labora en el Consejo de Seguridad Vial, en el área de Tesorería.
En ese lugar de trabajo, así como en sus anteriores puestos, este herediano aplica las estrategias que le permitieron salir adelante en las faenas deportivas.
“Es muy importante estar dispuesto, tener una buena actitud para cumplir de la mejor manera, cada tarea”, dijo el exjugador, de 50 años, casado y con dos hijos.
“Siempre debe existir respeto, tolerancia, capacidad de recibir instrucciones y cumplirlas”, agregó Marín, quien jugó como defensa en la Sele.
Darlo todo. El exmundialista señaló que cada quien tiene sus fortalezas, las cuales deben ponerse al servicio, sin límites, para lograr las metas del grupo de trabajo.
“Algo que me ayudó mucho en el fútbol, es que nunca desmayé ante ninguna situación difícil y siempre, fui honesto con el trabajo (...) uno sabe si lo está dando todo o no con el talento que tiene para jugar, para hacer bien el trabajo, yo siempre he dado lo máximo”, resaltó.
Para Marín, entregarse al cien por ciento es el primer gran paso para alcanzar los objetivos dentro de cualquier equipo, sea fuera o dentro de la oficina.
Agregó que, en el fútbol, se habla con honestidad, técnicos y jugadores, para dar con las fallas y superarlas, lo cual aconseja seguir en el trabajo.
“No todo sale como uno quiere, se puede ir ganando y luego, caer al final de la tabla”, recordó.
“Igual es en el trabajo, en estos momentos son claves los líderes positivos para salir adelante y conversar con total transparencia, jefes y compañeros”, dijo.
Marín cerró la entrevista dando mérito a un técnico clave en su vida: “Papá me ayudó mucho, como persona, él nos dejó una herencia de valores importantes, como la honestidad y el trabajo”.