A la hora de hacer el ajuste de cuentas de la XXXVII Vuelta Ciclista a Costa Rica, el balance es favorable.
A juicio de expertos y entrenadores consultados ayer por La Nación , la edición 37 de la Vuelta a Costa Rica fue intensa, equilibrada y competitiva.
Sin embargo, algunos fallos de organización impidieron que alcanzará mayor brillantez.
Además, se "extrañaron" algunas etapas tradicionales en el giro tico.
"Fue de un alto nivel técnico por parte de los pedalistas y de los equipos Taller Wabe y Pizza Hut.
"La Vuelta de este año fue mucho más competitiva que la del año pasado; solo observé que no hubo ninguna etapa de transición", razonó Manuel de Cruz Murillo, técnico de ciclismo y ganador de un giro en esa función.
Su valoración la compartió Albin Brenes, quien ayer sumó su segundo triunfo consecutivo como entrenador.
"Es una de las más competitivas de la historia. Fue más intensa que la del año pasado.
"Fue mucho más táctica y se manejó desde los carros", afirmó Brenes.
Equilibrio
Ese criterio lo reforzó el comentarista colombiano César Tobón.
"Vimos una Vuelta muy táctica y equilibrada, pues hasta en los últimos kilómetros se aclaró el panorama con el ganador.
"Hubo dos equipos (Wabe y Pizza Hut) que demostraron categoría y supremacía", sostuvo el experto, quien ha cubierto 19 carreras a Costa Rica.
Alexánder Sandoval, miembro de la Comisión Técnica de la Federación Costarricense de Ciclismo, también se sumó a los criterios anteriores.
"Si la comparamos con la del año pasado, fue muchísimo más pareja y competitiva.
"Fue una buena Vuelta, que sin temor a equivocarme resultó muy rica", afirmó Sandoval, quien además es entrenador de Taller Wabe B.
Lo corto de la carrera la más breve desde 1978 no le restó fulgor; al contrario, contribuyó a hacerla más intensa.
"Los competidores no se guardaron nada, desde la primera a la última etapa. Además, el hecho de que no se bonificara los tiempos le dio más salsa," aseguró Tobón.
Los peros
El mayor lunar fue la organización en las llegadas. Hubo mucho desorden en las metas, lo que puso en peligro la integridad física de público y competidores.
"También hay que controlar los carros en la carrera", sostuvo Tobón.
"Hay que mejorar en las llegadas la organización de la caravana en sí. Hay que ver que hicimos una Vuelta con las uñas", agregó Sandoval.
Murillo "extrañó" el sabor de ciertas etapas, de esas que se llaman tradicionales.
"La Puntarenas-San Jos¥é, la que se corre entre San Carlos y Cañas, esas me hicieron falta. Tal vez no se corrieron para ahorrar gastos", dijo Murillo.
Brenes se sumó a esa opinión. "Faltaron esas etapas que todos esperan".
Finalmente, Murillo recomendó a ciertos equipos poner atención a los detalles. "Dos Pinos, por ejemplo, tiene que hacerlo en el arsenal mecánico", aseveró.