Víctor Cordero, exfigura del Deportivo Saprissa y referente histórico del club, sigue de cerca la evolución de su hijo Thiago Cordero, quien, a sus 15 años, juega en el equipo U-21 del conjunto morado y se desempeña en la misma posición que su padre: defensa central.
Para Víctor, no es sorpresa que Thiago haya terminado como zaguero, aunque aclaró que no fue una decisión de su hijo, sino que lo ubicaron en esa posición. Confía plenamente en el criterio de quienes lo han dirigido en su proceso formativo en Saprissa y, según resaltó, tuvieron el buen ojo de alinearlo en la parte baja.
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“Él no escogió ser defensa central, creo que lo fueron colocando ahí, porque en algún momento jugaba un poquito más adelantado. Pero definitivamente tiene buenas características para jugar en esa posición. Buen tino de la persona que lo vio y de quienes lo han ido acomodando ahí. Bien por él, que siga aprendiendo de sus compañeros, de los buenos ejemplos de los mayores y, ¿por qué no?, de los menores también, porque eso se da mucho en el fútbol”, expresó Cordero.
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Más allá de lo futbolístico, Víctor Cordero destacó la importancia de los valores en la crianza de su hijo y de toda su familia. Para él, hay tres reglas fundamentales en su hogar que considera inquebrantables.
“Una es estudiar, lo que sea, pero hay que estar estudiando. Dos, hacer ejercicio. Y tres, ser creyente. Así que ahí seguimos todos impulsándolo y tratando de ir por el buen camino de esta vida, y que sea lo que Dios quiera”, aseguró Víctor Cordero.
El exdefensor, quien consiguió 11 títulos con Saprissa, enfatizó que lo más importante para él como padre es la felicidad de sus hijos en todas sus facetas.
“Yo, como papá, tengo el anhelo de que mis hijos sean felices en todas las facetas y les repito que nacieron para el éxito. Estoy convencido de que lo que elijan ser, mi esposa, mi persona y quienes estamos a su alrededor siempre los vamos a apoyar”, resaltó Cordero.
Víctor también reconoció que el fútbol es un deporte de apreciación y que la subjetividad juega un papel importante en el análisis de los jugadores. Sin embargo, como padre, su visión sobre su hijo está llena de orgullo y admiración.
“El fútbol tiene mucho de eso, y la apreciación es subjetiva. Como papá, los veo magníficos. Que Thiago siga soñando y, lo demás, que Dios lo bendiga y lo proteja”, manifestó Víctor.
Con el respaldo incondicional de su familia y el ADN morado en su sangre, Thiago Cordero sigue su camino en Saprissa, con la ilusión de algún día defender los colores del primer equipo, tal como lo hizo su padre.
En julio del año pasado, Thiago fue premiado por la Unafut como el mejor jugador U-15 del Apertura 2023. Además, Saprissa le hizo un contrato como jugador profesional que se extiende hasta el 2027.
“Siempre veía a mi hermano (Julen Cordero) venir y conseguir este tipo de trofeos, y yo pensaba que algún día sería yo. Entonces, me siento muy feliz y sé que mis papás y mis hermanos están tan contentos como yo”, relató Thiago Cordero a La Nación durante la gala de premiación de la Unafut.
Sobre su juego y sus condiciones, Thiago expresó que es difícil evaluarse, pero destacó que es bueno en el juego aéreo, tanto en defensa como en ataque, y que, a la hora de marcar, es muy agresivo.
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