En la gastronomía, existen debates eternos que enfrentan a amigos, parejas o familias enteras. Entre ellos, uno que ha generado millones de discusiones y peleas verbales en la mesa (digo verbales porque espero que esto no llegue a más) es la pizza hawaiana. ¿Quién hubiera imaginado que la combinación de piña, jamón, salsa de tomate, queso y pan causaría tanta polarización? 🍍🍕💔
Para muchos, la sola idea de mezclar frutas dulces con el plato símbolo de Italia es motivo de odio (sin sentido). Sam Panopoulos, el creador de la pizza hawaiana, probablemente nunca imaginó el revuelo y el drama que generaría su invento.
Personalmente, debo confesar que en un principio también fui escéptico ante la pizza hawaiana. Me parecía una combinación extraña y no me llamaba la atención. Y esto es normal en cualquier tipo de menú, siempre hay opciones que no logran hacernos clic.
Fue gracias a que un día, durante una carne asada, me ofrecieron probar una piña asada y me encantó. Descubrí que la piña sabe bien cuando está cocinada y le aportaba un toque agridulce que combina maravillosamente con la carne 🍍🔥🥩.
Y llegó el día, decidí probar la pizza hawaiana y fue amor a primera probada. Sabía deliciosa 😍🍕.
Ahí estaba yo, arrepintiéndome por no haberme aventurado a probarla antes. Me había privado de ese espectacular sabor durante años. La pizza hawaiana se convirtió en una de mis favoritas.
Sin embargo, este amor por la pizza con piña me mete constantemente en innumerables debates con los detractores. Siempre escucho las mismas palabras: “La pizza hawaiana no debería existir”, “La pizza no debería tener piña”, o “Es una abominación” 😤🗣️🚫.
Ante estas críticas, siempre respondo lo mismo: “¿Acaso se obliga a alguien a comerla?” Hay una amplia variedad de opciones en el menú, y cada quien tiene la libertad de elegir lo que más le guste. Si no les gusta la pizza hawaiana, ¿por qué dedicar tanto tiempo a odiarla irracionalmente? 🤷♂️
Después de todo, ¿qué es la comida sino una celebración de la diversidad de sabores y combinaciones que existen? Si algo aprendí con la pizza hawaiana (bueno, realmente con la piña asada pero el post es sobre la pizza) es que la piña puede sorprendernos mucho en diversos platos. Su sabor combina perfectamente con el pollo, las carnes, las ensaladas, hamburguesas y el delicioso taco al pastor.
Así que, si nunca han probado una pizza hawaiana por lo que dicen los demás, los invito a aventurarse y probarla con la “boca abierta” y a explorar este sabor.
Y para terminar, el odio irracional a algo que realmente no nos afecta, no tiene sentido 🙅♀️💔.
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