Justo tres años después de que se iniciara una batalla legal con el fin de que se autorizaran los llamados “baby box” (cajas de bebé) en Bruselas, finalmente la capital de Bélgica se prepara para instalar, en los primeros días de octubre, los pequeños recintos que tienen como propósito reducir las cifras de abandono de recién nacidos en la calle y ofrecer seguridad no solo para los bebés, sino también para las madres que se sienten obligadas a recurrir a este dramático sistema de cesión de su hijo.
Si bien es cierto los buzones para bebés empezaron a ser utilizados desde hace unos 20 años en ciertas ciudades de algunos países, el caso de Bruselas ha tenido gran relevancia mediática por estos días en vista de la incansable lucha de la ONG belga Corvia durante los últimos tres años para lograr la autorización, después de que la medida fuera frenada en setiembre del 2017, cuando ya todo estaba listo para instalar el primer buzón.
Según un comunicado emitido por Corvia el viernes pasado, el Consejo de Estado anuló la prohibición que en su momento emitió el entonces alcalde del distrito, Pierre Muylle, y abrió el portillo para que por fin a principios de octubre se instale en el municipio de Evere el primer depositario de bebés recién nacidos no deseados de forma totalmente anónima.
De esta manera la prohibición fue anulada por la justicia y la implementación de los buzones cuenta además con el apoyo del actual alcalde de Evere, Ridouane Chahid.
“Nos felicitamos, porque cada niño debería tener derecho a un futuro”, declaró a medios locales la portavoz de Corvia, Mathilde Pelsers, y sostuvo que lejos de incitar el abandono de menores, la ONG ofrece una posibilidad a las madres de dejar a su hijo con seguridad.
Fue el prolongado litigio que se desarrolló en Bruselas el que volvió a poner este tema en el tapete mundial, que es revivido cada cierto tiempo en distintos países desde que se empezaron a instalar los primeros buzones, hace unas dos décadas.
De hecho, justamente fue en la ciudad belga de Amberes donde se instaló uno de los primeros dispositivos de este tipo en el mundo, en el año 2.000, en aquel momento a cargo de la organización Moeders voor moeders (Madres para madres). En enero de este 2020, el diario The Brussels Times informó que en todos estos años, 19 bebés han sido depositados en las baby box. El mayor número se dio en el 2018, con cuatro neonatos dejados por sus madres en estos dispensarios, mientras que durante el 2019 solo un infante fue entregado por su madre bajo esta modalidad.
Según Madres para madres, el bebé, quien recibió provisionalmente el nombre de Johannes se encontraba en perfecto estado de salud y ya se había procedido con los trámites formales para su adopción, como ocurrió en todos los demás casos.
El citado medio belga, The Brussels Times, se permitió realizar un paralelismo: “Johannes no es el bebé que fue noticia en marzo de 2019, cuando fue abandonado en el vestíbulo de un edificio de apartamentos. La madre de ese bebé fue identificada más tarde y está a la espera de enfrentar un juicio por abandonar a su hijo. Dijo que no podía hacerse cargo del niño y que no sabía de la existencia del buzón para bebés”.
Y es que, sobre todo en la última década, varios países han optado por implementar este sistema, que no deja de provocar polémica donde sea que se establezca debido a los debates morales de quienes apoyan la medida y aquellos que la juzgan por “deshumanizar” y cosificar a los recién nacidos.
De acuerdo con el canal Euronews, Alemania y Suiza cuentan en varias ciudades con buzones para bebés, mientras que en Estados Unidos la primera baby box se instaló en Indiana, propiciada por la organización Safe Haven Baby Boxes, la cual asegura en su página web que "desde entonces no ha habido ninguna muerte por abandono en infantes en ese estado”.
Las dos principales ONG a cargo de implementar este particular sistema de “adopción” coinciden en que otros países como Austria, Eslovaquia, Suiza, Italia, Sudáfrica, Japón, Hungía, India y Malasia, también hay cabinas similares.
En el 2019, Safe Haven Baby Boxes anunció la creación de otros 20 ‘buzones’ y aseguró que recién habían conseguido fondos para construir 100 más que se distribuirían por todo Estados Unidos. Antes, eso sí, tendrán que lograr la autorización legal en cada estado en el que se intente instaurar este sistema.
¿Cómo funcionan?
A no dudarlo, con los años los buzones para bebés han ido incorporando detalles, tanto en lo físico como en lo estratégico de manera que sus gestores tratan de hacer la experiencia lo menos traumática posible para la madre y el bebé. Y aunque las organizaciones a cargo tratan no dejan nada al azar, para muchos que han alzado la voz en Bélgica por la inminente instalación en Bruselas, la medida se asemeja a las tramas futuristas de la famosa serie de Netflix, Black Mirror.
Ante esta posición, Corvia insiste en que la “caja para bebés” permite a las madres en situación de angustia dejar a sus recién nacidos en espacios seguros (...) Muchas veces las madres abandonan a sus niños en espacios públicos y peligrosos (...) el objetivo es proponer una solución a las madres que quieren velar por la seguridad de su bebé, pero no pueden o quieren tenerlo”, agregó.
En cuanto al funcionamiento de los compartimientos y siempre de acuerdo con Corvia, estos cuentan con calefacción por dentro y el proceso es el siguiente: 1. Las madres que por las razones que sea deciden ‘abandonar’ a sus bebés, pueden hacerlo acercándose al ‘buzón’, abrir el compartimento y dejarlo allí. El dispositivo se cierra automáticamente 2. Luego, un mecanismo les dará un tipo de ‘clave’ por si desean recuperar al recién nacido al poco tiempo (es un margen de tiempo de unos cinco minutos por si surge algún arrepentimiento una vez que han colocado al niño en el buzón). 3. En caso de que decidan dejarlo ahí, el dispotivo emitirá una señal a los cuerpos de socorro, el bebé será atendido por médicos y quedará bajo el cuidado de Corvia. 4. Las madres también tienen la opción de llamar a una línea gratuita de manera anónima.
Por su parte, Madres para madres asegura en su página web que nunca saben de dónde vienen los bebés. “La asociación se ocupa de cada niño que se encuentra en la caja y si no hay noticias de la madre después de unas semanas, inicia trámites de adopción”.
La ubicación de las también llamadas “nidos para bebés” son estratégicamente pensadas para que estén en sectores céntricos pero con la suficiente privacidad para que la madre (o persona encargada por ella) deje a su hijo sin testigos. Quien quiera dejar al bebé sin ser visto, tiene que introducirlo a través de una pequeña trampilla de metal, que pasados los pocos minutos de margen por si la madre se arrepiente, se cierra automáticamente, para impedir que cualquier extraño pueda apoderarse luego del niño.
Unos sensores térmicos ponen en marcha una refinada maquinaria de protección: la ya mencionada calefacción, una cámara de video que enfoca únicamente la cuna para garantizar el anonimato de la madre y un sistema de alarma para anunciar la llegada del bebé al personal encargado, que no tarda más de un minuto en recoger a la criatura y encargarse de él, según explicó El País de España al referirse al modelo instaurado en Austria hace varios lustros.
Una de las características principales que tienen los buzones más modernos es su forma, pues tiene un diseño de cuna; en el quiosco donde se ubica incluso hay unas almohadillas especiales para que la madre pueda tomar las huellas de los pies y las manos de su hijo antes de abandonarlo, a fin de identificarlo más tarde, en caso necesario.
También se le ofrece la opción de dejar los datos para contactarla a ella en un futuro; estos dos detalles son parte de lo que más se ha criticado en este sistema, pues la madre podrá identificar y buscar a su hijo en cualquier momento en el futuro, cuando ya esté a cargo de sus padres adoptivos o incluso en su adultez. Todo un dilema, a no dudarlo.
También en EE.UU.
En febrero del año pasado, el diario español La Vanguardia publicó un análisis de lo que ocurre en ese país norteamericano, titulado Así son los polémicos buzones para abandonar recién nacidos en Estados Unidos
“Los embarazos no deseados y el abandono de bebés entre adolescentes son un dramático problema real en Estados Unidos. Para intentar mitigar sus consecuencias una ONG ideó hace tiempo una especie de buzones con el fin de abandonar allí al bebé. Cuentan con reguladores de temperatura y pitan para que el recién nacido sea rescatado por los servicios de emergencia en menos de cinco minutos. La idea no ha escapado a la polémica”, analiza el citado medio.
Asimismo, BBC argumenta que si bien abandonar un bebé en Estados Unidos es ilegal, la ley del refugio seguro (Safe Haven) ha permitido quitarle el aspecto criminal si el pequeño es entregado en un lugar seguro o a alguien en sus manos.
Texas fue el primer estado en aprobar esta ley, en 1999 y luego siguieron los otros 49 estados. Según el Departamento de Familia y Servicios de Protección de Texas, 131 bebés han sido dados en adopción desde que comenzaron a registrar los casos de entregas voluntarias, en el 2004.
En esta misma línea, los buzones se presentan como una alternativa, aunque todavía es difícil comprobar su efectividad o, mejor dicho, su idoneidad.
La ONG Save Haven Baby Boxex es la ideóloga de la cuestionada iniciativa que pretende, asegura, dar respuesta a la paradójica situación en Estados Unidos ya mencionada: es ilegal abandonar bebés pero un ley permite su hacerlo si el recién nacido es entregado en un lugar seguro o en mano.
Siempre de acuerdo con BBC, el buzón dentro del cuartel de bomberos en Indiana se parece a una especie de incubadora postal. Tras abrir la puerta se aprecia que hay suficiente espacio para un paquete mediano. ¿Mediano con respecto a qué? Al tamaño promedio de un bebé, es decir, aunque sea un infante de talla grande, los creadores de los buzones se aseguran de que las medidas no permitan que se introduzcan bebés que no sean recién nacidos.
“Es un último recurso”, insiste Priscilla Pruitt, de Safe Haven Baby Boxes, organización que trata de dar a conocer su campaña por todo el país.
El objetivo de los buzones, dice, es combatir el infanticidio que ocurre cuando las madres, frecuentemente jóvenes e inseguras, dan a la luz completamente solas y no son capaces de hacer frente a la situación.
“El abandono es un problema”, le dijo Pruitt a Vicky Baker, periodista de la BBC en Estados Unidos.
“Estas mujeres jóvenes no quieren ser conocidas o que las vean. Especialmente en pequeños pueblos donde todo el mundo conoce a todo el mundo”.
Sin embargo, insisten los medios que han reseñado la polémica, no hay consenso que se trate de una buena idea.
De hecho, solo tres estados han aprobado la legislación para que los buzones sean instalados, e Indiana fue el primero (2016) y es el que cuenta con el mayor número.
En Ohio hay dos, mientras se espera que se instale otro en Pensilvania pronto. En Nueva Jersey están a la espera de que se apruebe la ley que está en discusión actualmente. En diciembre pasado, el senado de Michigan pasó la ley, pero luego fue vetada por el gobernador del estado, Rick Snyder.
Su justificación fue que ya existían leyes que permitían dejar a los bebés de manera segura y anónima con las autoridades, y que eso era suficiente.
“No creo que sea apropiado permitir que los padres puedan renunciar a un bebé simplemente depositándolo en un lugar antes que entregarlo a un oficial de policía, bombero o a un empleado de un hospital”, comentó.
En medio de toda la polémica, ha trascendido que el asunto de los dispensarios para bebés se remonta a tiempos medievales.
Fueron conocidos como expósitos con ruedas, y básicamente eran barriles cilíndricos al lado de hospitales, iglesias y orfanatos. Todavía hoy se conservan en algunos monasterios aquellas discretas puertecillas diseñadas a la medida de un bebé.
Un centro de investigación de Dinamarca, Vive, trató de buscar información en los países europeos en los que se ha aprobado su uso, pero no pudo encontrar estadísticas sobre el impacto que tuvo en el número de bebés encontrados muertos a la intemperie.
“En Alemania, donde los buzones están desde el año 2000, no hay registro”, explicó Marie Jakobsen, jefa de análisis de Vive, en un artículo publicado en el Copenhagen Post.
Para Safe Haven Baby Boxes, las pruebas aparecen con el uso y resaltan que desde 2016 ya han sido utilizados en tres ocasiones. En todas ellas, dicen, es probable que el bebé no hubiese sobrevivido.
La posición del pediatra Andreas Lischka, uno de los pioneros del sistema en Europa, pone en relieve un punto de vista digno de analizar: “Desde hace miles de años, los hombres han tenido la libertad de ocultar su paternidad. Queremos dar a la mujer los mismos derechos. Pero, por encima de todo, nuestra intención es salvar la vida de los recién nacidos”, aseguró en su momento en entrevista con El País.
¿Un mal menor?
Michelle Oberman, profesora de derecho en la Universidad de Santa Clara en California y experta legal en asuntos éticos que rodean la adolescencia, el embarazo y la maternidad, ha asegurado que los buzones para bebés son el mal menor si se compara con una situación en la que una madre deje a su recién nacido en un basurero.
"Sin embargo, hay razones por las que hemos implementado programas de adopción con el fin de tener la mayor información posible”. Para ella, el principal problema es que este tipo de iniciativas no suelen alcanzar a las personas que las necesitan.
“Encuentro difícil de imaginar que inmediatamente después de tener un bebé, sola en el baño, se espere que conozca la ley, se suba a un autobús o a un Uber y lo deje en el buzón”, dijo Oberman a BBC. En respuesta, Safe Haven Baby Boxes afirma que está trabajando con escuelas y grupos de jóvenes, además de contar con una línea de 24 horas para atender a la mujeres.
Y es que si hay alguien que tiene voz y voto en este tema, esa es Mónica Kelsey, justamente fundadora de la mencionada ONG y quien fue abandonada siendo una bebé después de que su madre, entonces de 17 años diera a luz, tras quedar embarazada producto de una violación.
Ella, quien también es la vocera oficial de la organización y realiza campañas constantemente, afirma que esa fue su motivación para impulsar el programa y su campaña en contra del aborto. “Se trata de salvar vidas, tan sencillo como eso”, afirma al rechazar la controversia sobre los buzones.
El caso de Corea del Sur
En todo el rastreo de información sobre la efectividad o no de los baby box, destaca el caso de Corea del Sur, país que cuenta con este sistema y que mantiene un particular estigma sobre el tema de ser madre soltera y también sobre la adopción, por lo cual muchos de los niños entregados al estado nunca serán adoptados ylos orfanatos de ese país suelen estar a reventar, de acuerdo con un análisis publicado por la revista Semana de Colombia.
Jijoun, una mujer de 30 años, explicó en ese momento por qué tomó la decisión desgarradora de deshacerse de su hijo, algo que la llevó cerca del suicidio. Ella estaba en una relación cuando quedó embarazada, pero poco después su novio la abandonó. Pensó que lo mejor sería dar a la bebé en adopción porque pensó que no podría criarla. “La trabajadora social me dijo que cuando viera a la niña, cambiaría de opinión”, explica Jijoun.
“Cuando me dieron a mi hija, justo después de dar a luz, era una bebé tan hermosa, tan adorable, que solo quería pasar más tiempo con ella”, dice. “Así que me la quedé durante un mes y medio. Me iba a dormir llorando todos los días. Me sentí tan mal que pensé en suicidarme, y estaba tan estresada que no podía dormir”.
Jijoun sigue pensando mucho en la niña. “Todavía tengo fotos suyas en el celular. Cada vez que veo las fotos, la echo de menos”. Finalmente, la hija de Jijoun fue adoptada por una familia.
Sin embargo, un cambio en la legislación de Corea del Sur implica ahora que todos los nacimientos sean registrados, lo que significa también que el nacimiento figurará en los papeles oficiales de la madre y puede llegar a oídos de sus potenciales empleadores y, por supuesto, también a los de su familia, que en muchos casos nunca tuvo conocimiento del embarazo.
Por esta razón, algunas mujeres están tan decididas a no ser identificadas como madres solteras que dan a luz en lugares secretos y abandonan a sus hijos.
El pastor Jong-Rak Lee, de la Iglesia Comunitaria de Jusarang, en las afueras de Seúl, ha establecido un buzón de bebés en el que las madres que no tienen a quién recurrir pueden dejar a los niños de forma segura y anónima.
Cada semana, cuatro o cinco bebés son abandonados ahí, en un buzón moderno que tiene todas las especificaciones de sus homólogos en otros países.
Jong-Rak Lee explica que, desde los cambios legales, el número de bebés abandonados en este buzón ha aumentado en un 900%. El 60% de las madres que abandonan a sus hijos son adolescentes solteras.
Los críticos dicen que el buzón empeora el problema porque hace más fácil el abandono, pero el pastor Jong-Rak Lee simplemente ayuda a gente que no tiene a quién recurrir.
“Si no existieran estas instalaciones, los abandonarían en la calle”, dice el pastor.
“Los seres humanos no son basura”.