Ni en el escenario más optimista, los millones de espectadores que presenciamos la dantesca caída en picada de la exPlaymate Anna Nicole Smith, pudimos avisorar que Dannielynn, la hija de la también actriz y socialité, tendría una infancia normal y parece enrumbarse a ser una adolescente bastante madura y disciplinada.
Y es que todo lo que rodeó la vida de la hermosa joven, quien cumplirá 13 años en setiembre, incluso desde el momento de su concepción estuvo rodeado de escándalo, dolor, tragedia, confusión, sufrimiento y mucho, mucho lío legal.
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Como un juego de bingo que fue sumando cartón lleno para la desgracia, así se puede describir la vida de Dannielyn: fue concebida en uno de los encuentros casuales de su madre con el fotógrafo Larry Birkhead, quien le había realizado una sesión de fotos a una de las celebridades más proclives a los escándalos de los años 90 y principios de la década del 2000. Si bien el mundo del showbiz ya estaba acostumbrado a la escalera ascendente de exabruptos protagonizados por Anna Nicole desde hacía varios años, cuando trascendió que estaba embarazada se encendieron las alarmas y la prensa rosa temió desde siempre por lo que ocurriría con el o la bebé que, para empezar, era hija de padre desconocido (Birkhead pudo demostrar su paternidad tras una mediática batalla legal).
El embarazo de Anna Nicole transcurrió entre episodios en los que aparecía drogada o medicada, fuera de sí. Mientras la criatura en su vientre crecía, ya había cinco hombres que se atribuian ser el padre. El primero era Howard K. Stern, abogado y pareja de la modelo hasta el momento en que ella murió. Ella siempre dijo él era el padre y de hecho Stern asumió el rol en cuanto Dannielynn llegó al mundo y hasta que Birkhead ganó el litigio legamente, siete meses después del nacimiento de la pequeña. Pero durante los primeros meses de vida de Dannielynn, la prensa también barajaba la posibilidad de que el padre podría ser el magnate petrolero J. Howard Marshall, quien a sus 89 años se casó con Anna Nicole en 1994, cuando ella tenía 26 y empezaba a descollar con toda su exuberancia gracias al empuje que le dio convertirse en el rostro de la marca Guess. La estruendosa diferencia de 63 años entre los contrayentes generó serias polémicas entre los familiares del octogenario millonario y su rutilante nueva esposa, máxime que él falleció solo un año después del enlace y dejó una fortuna que desataría una descarnada guerra entre Anna Nicole y los hijos del primer matrimonio de Marshall... por lo mismo, durante el embarazo de la belleza sureña se especulaba que ella habría usado esperma congelado de su fallecido esposo con tal de embarazarse y asegurarse una gigantesca tajada de la herencia. Como si fuera poco, el entonces esposo de la actriz Zsa Zsa Gabor, el príncipe Frederick von Anhalt, también se arrogaba la paternidad, pues, según decía, había tenido un largo affaire con la exconejita. Finalmente, el guardaespaldas de la modelo, Alex Denk, también ingresó en la tómbola de las pruebas de ADN porque aseguraba que él pasaba más tiempo que nadie con Anna Nicole y, por ende, probablemente era el padre.
Tanto en las últimas semanas en el vientre materno como en sus primeras semanas de vida, el mundo contemplaba estupefacto cómo todos los astros parecían alinearse de forma macabra contra la inocente criatura recién nacida.
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Las imágenes de una Anna Nicole totalmente fuera de sí, en un video casero, cerca ya de la fecha de parto y con el rostro pintado como un payaso, mientras balbuceaba incoherencias, aún evoca un desconsuelo porque era imposible no reparar en los daños que tal estado podría provocar en el bebé, con la preocupación adicional de qué ocurriría una vez que naciera, pues la madre parecía no estar en sus cabales desde hace tiempo, y no había un padre a cargo pues había cinco posibles papás en disputa.
Finalmente, el 7 de setiembre del 2006 los medios anunciaron el nacimiento en un hospital de Nassau, Bahamas, de la nueva integrante de la pequeña familia de Anna Nicole, compuesta por su primogénito, Daniel, de 20 años y a quien Anna Nicole concibió muy joven, cuando era una muchacha desconocida en algún suburbio de Houston, Texas. Daniel se convirtió en el compañero inseparable de su madre y, junto a ella, fue una figura reconocida por la prensa mundial como “el hijito” de la modelo. Él había viajado a Bahamas para acompañar a su madre en tan importante momento familiar, pero apenas tres días después de que naciera su hermanita (llamada Dannielynn en honor a su hermano), el joven sucumbió a una sobredosis de metadona y antidepresivos y murió durante la noche, a pocos metros de su madre y hermana.
Todo parecía volverse más siniestro para Anna Nicole y, de rebote, en la incipiente vida de su recién nacida. Anna Nicole debió lidiar al mismo tiempo con velar por una bebé recién nacida y con los entreverados trámites para que le entregaran el cuerpo de su hijo a fin de darle sepultura, un largo proceso de 10 días.
Parecía que la exconejita ya había tenido demasiado, pero entonces también debió enfrentar a las autoridades de asuntos de familia en Bahamas ante rumores de que tenía a Dannielyn “a dieta”, con dos meses de nacida, a fin de que “nunca fuera gorda”. En consecuencia, supuestamente le racionaba las porciones de leche a la mitad, lo cual fue reportado por dos de las mucamas que trabajaban en la casa.
Las noticias se sucedían y ríos de tinta corrían, hasta que, cinco meses después del nacimiento de Dannielyn, el nombre de Anna Nicole Smith le daba la vuelta al mundo una vez más, pues finalmente había sucumbido a sí misma y murió por una sobredosis, el 9 de febrero del 2007. Tenía 39 años y dejaba, junto con su estela de glamour, drama, demencia y tragedias, a una bebé de meses totalmente a la deriva.
Tras la encarnizada lucha por demostrar que él era el padre, finalmente el fotógrafo Larry Birkhead pudo reclamara a Dannielynn, quien estaba bajo la tutela del abogado Howard Stern, quien a su vez mantenía una férrea batalla por quedarse con la niña ante la demanda que planteó la madre de Anna Nicole, Virgie Arthur, para obtener la custodia de la bebé, tras la muerte de la madre.
12 años después...
Con semejante escenario, impresiona –por decir lo menos– llegar al 2019 y volver sobre el tema después de que la prensa rosa mundial diera cuenta, el fin de semana pasado, de la ya tradicional asistencia de Larry con su hija, Dannielynn, convertida en una hermosa preadolescente, al Derby de Kentucky.
Heredera de la belleza física de sus padres pero dueña de una personalidad que, según se desprende de las entrevistas, tiende más a la dulzura, la sencillez y la ecuanimidad, Dannielyn se robó las miradas y el corazón de miles que en algún momento presenciaron y casi apostaron porque la chiquita no tenía forma de salir con bien, ni siquiera de su infancia más temprana.
La revista People fue una de las primeras en reseñar lo que llaman “la tranquila vida de Larry y Dannielynn Birkhead”. Como lo ha hecho desde que la niña aprendió a caminar, el padre asiste al evento con llamativos vestuarios, en un homenaje permanente a Anna Nicole, pues fue en el Derby de Kentucky en el que la pareja se conoció.
“Dannielynn está creciendo muy lejos del brillo y el glamour de Hollywood, y así es exactamente como lo quiere el padre Larry Birkhead. El fotógrafo ha estado criando a su hija con Anna Nicole Smith como padre soltero en una zona rural de Kentucky desde que asumió la custodia total”, publicó People.
La pareja de padre e hija realiza un viaje anual cada año a la Gala Derby Barnstable Brown Kentucky en Louisville, Kentucky –el nombre completo del evento– y este año hubo un elemento adicional: la pequeña apareció vestida de rosa y con el mismo sombrero que usó su madre en la edición de la actividad del 2004. Según el lente con el que se vea, esta escena puede evocar algo de dolor por las tragedias, solo que al parecer Larry, hoy de 46 años, ha sabido enseñarle a su hija a mirar para adelante, solo que sin borrar el pasado, pues el fotógrafo siempre ha dicho que le ha inculcado a su hija el amor total para con su fallecida madre, y las mismas declaraciones de la joven así lo confirman.
Por su parte, el sitio Eonline también reseñó el homenaje reciente de padre e hija hacia la fallecida exmodelo. “La hija de Anna Nicole Smith, Dannielynn, de 12 años, honró a su difunta madre en el Derby de Kentucky (...) Su padre, Larry Birkhead, que trabaja como fotógrafo y se dedica a los bienes raíces, ha dejado en claro que está haciendo todo lo posible para asegurarse de que la infancia de Dannielynn sea lo más normal posible, lo que significa rechazar cualquier oportunidad de sacarla a la luz pública”.
Efectivamente, Dannielyn se ha criado en un área rural, lejos de la atención mediática, salvo, como ya se dijo, por este evento anual cada mayo... y una que otra excepción": “He tenido compañías que me han llamado desde que Dannielynn apareció en una campaña de Guess –también en honor a su madre– y le pidieron que modelara, pero la respuesta es no”, dijo durante una entrevista con el programa 20/20 de la cadena ABC, hace un año. “Ella no muestra ningún interés en eso. Ella solo quiere ser una niña”. En la misma entrevista, Birkhead dijo que a su hija le gustan las cosas típicas de los niños de esa zona: integra las Girl Scouts, le encantan las papas fritas, cuida de su mascota (un lagarto) y en redes sociales solo usa Snapchat.
En una entrevista con Entertainment Tonight, el padre agregó que a su hija le encanta la escuela y ama a sus amigos. "Solo espero que ella sueñe en grande y logre mucho en el área en la que decida incursionar cuando llegue el momento”.
Algo que divirtió mucho al público fue una anécdota sobre los sueños actuales de Dannielynn. “¡Mi vida amorosa! Me anima mucho a tener citas, es muy tierna, ella intenta que salga más de casa y hasta me sugiere que intente salir con celebridades a las que admira, como Britney Spears o Ariana Grande, también se aferra a las maestras solteras e intenta juntarnos, les dice cosas como, '¿Quieres adoptarme? ¿Serías mi madre honorífica? Todo siempre entre risas, ella tiende mucho a hacer eso", agregó el padre en la citada entrevista.
El tema que ineludiblemente debe tocar el progenitor en las entrevistas es la consulta lógica ¿Qué tanto sabe o afecta el turbio pasado de la madre a la hija? Larry ha dicho en varias oportunidades que, a pesar de que trata de mantener un perfil bajo en general, para él y para su hija, está consciente de que la niña tiene acceso fácilmente a información de su madre por medio de Internet.
“Desde muy pequeña le he ido explicando las realidades y también he tomado medidas para asegurarme de que sepa que no debe creer todo lo que lee. Y me parece que tiene un amplio sexto sentido para entender, no juzgar a su madre y profesarle un gran amor, como si la hubiera conocido”, reflexionó en una emisora local durante una pequeña entrevista realizada en setiembre pasado, cuando su hija cumplió 12 años.
Una sedita
En varias entrevistas que les realizaron a ambos el sábado anterior, efectivamente Dannielynn parece ser una candorosa niña, atenta a cada palabra de su padre, mientras sonríe con un poco de nervios, mucha ternura y se perturba un poco cuando su papá la participa sobre bromas comunes. De todas formas, parece ser un secreto a voces que él advierte a sus entrevistadores que él habla por ambos y les pide que no improvisen acercándole el micrófono a su hija.
Salvo en entrevistas formales, en set y con algún guion previsto, a la niña apenas se le conoce la voz. Eso sí, desde siempre ha ponderado, a través del padre, su admiración y su amor por su fallecida madre.
En el reciente evento que los volvió a poner en la lupa de la prensa, Dannielynn se veía perfecta en un vestido de satén rosa claro con volantes y perlas, que combinó con el sombrero de gran tamaño de Ana Nicole. Larry se mostró apuesto al armonizar con su hija en los tonos de su traje: cuando estaba pequeña, se vestían igual. Hoy, dice el padre entre risas, esa escena sería impensable.
El día anterior, la pareja también asistió a la Gala Barnstable Brown Derby Eve. Para la ocasión, Dannielynn usó un vestido amarillo Belle-like con rosas blancas y rosadas y una falda de tul. El orgulloso padre optó por un traje azul marino con una corbata multicolor y un pañuelo rosa, siempre para combinar con su hija.
En el 2013 algunos medios dieron cuenta de que Dannielyn había heredado $43 millones de dólares, parte del dinero que su madre habría heredado –y por el cual había luchado tanto con los hijos de su fallecido esposo–, una fortuna que quedó en el limbo porque a la postre, los litigantes fallecieron en medio pleito.
Larry se ha negado a hacer comentarios sobre la veracidad de aquellas publicaciones. Pero, visto lo visto, con o sin dinero, es obvio que el padre se las ha ingeniado para que el dinero no enturbie la sencilla vida de su hermosa hija adolescente.
No todo tiempo pasado fue mejor
El paso de los años quizá ha mitigado el calibre de escándalos en los que se vio envuelta Anna Nicole Smith durante la mitad de su vida. Pero la historia es realmente fuerte. ¿Quién era y por qué aún estamos hablando de ella?
Anna Nicole Smith fue una víctima atroz de sí misma, cierto. Pero también se convirtió en uno de los primeros fenómenos pop del mundo globalizado en plena explosión de Internet, incluso protagonizó uno de los primeros realities sin imaginar que su búsqueda de fama y fortuna a toda costa le iban a pasar una factura inimaginable.
La muerte de Anna Nicole ciertamente causó sorpresa, pero no demasiada: se veía venir la debacle que había tejido escándalo tras escándalo: dio tal cantidad de tumbos y recibió tal calibre de golpes, que para muchos su fallecimiento fue una especie de freno, un “parar de sufrir”.
Pero más de dos décadas atrás, el panorama pintaba muy diferente para una hermosa –aunque siempre tildada de vulgar– texana que tomó a Hollywood por asalto.
En retrospectiva, en cambio, se le recuerda como protagonista de una existencia repleta de extravagancias y excesos, y cuyo único fin parece haber sido servir de noticia perenne y alimento constante para una industria que subsiste del morbo, el chisme y el espectáculo.
Ya fuera como esposa de un anciano multimillonario, o como modelo de la Playboy. Como diva o modelo en desgracia por su sempiterno problema con el sobrepeso. Como heroína de su propio reality show , o con sus mórbidos videos en donde se le ve borracha, drogada o delirante, Anna Nicole Smith dio de qué hablar a la industria durante varios lustros.
De cómo todo empezó
Antes de ser Anna Nicole, hubo una joven texana llamada Victoria Lynn “Vickie” Hogan.
La suya había sido una infancia difícil marcada por el abandono de su padre. Rebelde de espíritu abandonó los estudios secundarios y consiguió sus primeros trabajos. Ya fuera como salonera en un restaurante de pollo frito o como cajera de una tienda de la cadena Wal-Mart, ninguno de aquellos empleos auguraba una vida glamorosa, ni la fama o fortuna que ella tanto anhelaba.
Las cosas se complicaron cuando, con tan solo 17 años de edad, se casó con un joven cocinero de nombre Bill Smith, con quien tuvo su primer hijo, Daniel. El precipitado matrimonio fracasó y la joven comenzó a dar los primeros visos de lo que sería su vida de ahí en adelante al ser internada por una sobredosis de drogas y detenida por manejar ebria.
A pesar de estos tempraneros tropiezos Anna seguía empeñada en dejar atrás su pequeña ciudad y caminar algún día por la alfombra roja reservada a los dioses de la tierra.
Un giro inesperado
Un anuncio de neón con una bailarina exótica en biquini marcó su destino. Ella sabía bailar. Desnudarse delante de hombres lujuriosos era algo que podía aprender. Los hombres que frecuentaban el Rick’s Plaza, un club nocturno de Houston, la recompensaban con generosas sumas de dinero y regalos. Pero había uno en especial que le prodigaba los mejores mimos y atenciones: J. Howard Marshall II, un magnate petrolero con quien se casó en segundas nupcias en 1994. El hecho de que ella apenas tuviera 26 años y su “príncipe azul” (así le llamaba ella) 89, no fue ningún obstáculo para la pareja. ¡Él le llevaba 63 años!
Para entonces Anna Nicole se había convertido en una voluptuosa figura de la industria erótica estadounidense (exagerados implantes de seno incluidos), gracias a su aparición como playmate en la edición de mayo de 1992 de la revista Plaboy, bajo el nombre de “Vicky Smith”. Su siguiente aparición fue como Anna Nicole Smith y en 1993 resultó elegida como Playmate del año.
La exposición que logró con este reconocimiento disparó su fama, llegando incluso a desplazar a la súper modelo alemana Claudia Schiffer como imagen publicitaria de la famosa marca de jeans, Guess.
Esos momentos de gloria en la vida de Anna Nicole Smith siempre se vieron opacados por seguidillas de infortunios que hacían de su existencia algo similar a un paseo en una montaña rusa.
Su dependencia a los drogas y los fármacos la conducían a frecuentes internamientos de desintoxicación y tras confesar su bisexualidad fue acusada de abuso por la niñera de su hijo. Como compensación la empleada de Smith recibió poco más de $800 mil.
Figura mediática
Cuando el anciano millonario falleció, 14 meses después de la boda, Anna Nicole siguió despilfarrando el dinero a manos llenas, al punto de verse obligada, en 1996, a declararse en bancarrota.
Fue entonces cuando dio inicio el reclamo de la fortuna que su marido dejó al morir, y cuyo monto total se calculaba en unos 1.600 millones de dólares. Smith aseguraba que su exesposo había prometido heredarle la mitad de la herencia, lo cual desató una extensa batalla legal entre Smith y el hijo del millonario, Pierce Marshall. El litigo gozó de una enorme cobertura mediática.
En el año 2000 un juez le otorgó a la viuda $475 millones, pero, tras una apelación, la suma se redujo a $88 millones.
El litigio siguió entre la estrafalaria viuda y su “hijastro” Pierce, quien pasaba de los 60 años. El bochornoso espectáculo que protagonizaron por meses culminó de la forma más extraña y hasta absurda: Pierce murió en junio del 2006, a los 67 años, por causa de una repentina infección. Lo que pareció ser un golpe de suerte enorme para Anna Nicole se quedó en el limbo: tan solo ocho meses después, ella también murió.
El caso es que durante las apariciones de Anna Smith en las salas de juicio, seguidas por millones de personas por televisión como si se tratara de un “culebrón” novelesco, la rubia jugaba el papel de víctima, mientras sus adversarios la pintaban como una hiena interesada.
En una de sus comparecencias justificó sus exorbitantes gastos por la intensa vida social que llevaba y por los múltiples compromisos en el ámbito profesional. “Es muy caro ser yo. Es terrible todo lo que tengo que hacer para ser yo”, dijo en el estrado judicial provocando la risa de todos los presentes.
En forma paralela, Anna Nicole seguía abriéndose paso en el mundo de las celebridades a pesar de sí misma.
Fue así como en el 2002, luego de estar alejada del ojo público debido a su ya notoria obesidad, llegó a convertir su problema con el sobrepeso y su alocada forma de vida en una serie de televisión llamada The Anna Nicole Show.
El programa disparó el rating en el canal E! y se convirtió en un “imperdible” de la televisión para cuatro millones de espectadores que no querían perderse el día a día (o la caída libre) de su ídolo.
Principio del fin
Uno a uno, cada obstáculo y tropiezo en la carrera de Anna Nicole, siempre fueron aprovechados para su beneficio, utilizando dichas y desventuras como instrumentos para mantener intacta la atención del público y de los medios.
La historia tendría el desenlace fatal que ya mencionamos. La joven rubia fue encontrada inconsciente en su habitación en el Hotel Seminole Hard Rock and Casino, en Hollywood y su corazón dejó de latir el 8 de febrero del 2007.
Semanas después las autoridades determinaron que la causa de su muerte fue una sobredosis accidental de los nueve tipos de medicamentos que Anna tomaba los días previos a su deceso.
Anna Nicole Smith dejó de existir, pero no de ser noticia. Los líos sobre el lugar en donde debía ser enterrada y los pleitos por su herencia continuaron. Como si fuera poco, también trascendieron escandalosas revelaciones derivadas de grotescos videos que mostraban a su abogado y compañero Howard K.Stern aprovechándose de la imagen de Smith para obtener beneficios económicos.
En uno de ellos, quizás el más impactante y citado anteriormente, se ve a la modelo a pocas semanas de dar a luz, en estado de demencia (presumiblemente por efecto de las drogas), caminando desorientada, hablando incoherencias, con el rostro pintado y llevando en sus brazos un muñeco de juguete.
Mientras esto ocurría, Stern filmaba y le daba indicaciones para asegurarse de que el filme pudiera luego ser vendido a los medios sensacionalistas.
Además, los servidores domésticos declararon que su mediática “patrona” pasaba las 24 horas drogada, de una u otra forma, pues le era imposible asimilar la muerte accidental de quien había sido, al final de cuentas, su único compañero fiel: su hijo Daniel. Menos aún que ello ocurriera cuando su hija apenas tenía 72 horas de nacida. La confusión de sentimientos habría sido lógica en cualquier persona, tratándose de Anna Nicole, aquello era llover sobre tempestades.
Al final, terminó totalmente perdida entre fama y dinero.
De vuelta a Dannielyn, por supuesto es incierto lo que ocurrirá con ella en el futuro y si las huellas de la caótica vida de su madre la alcanzarán en algún momento, o bien se mantendrá por la senda que está tratando de delinearle su padre. Por lo pronto, visto lo visto, la pequeña Dannielyn ha logrado vencer los oscuros lunares que marcaron su vida desde su concepción. Y eso ya es bastante.