Esta es una historia de amor...salvaje. Desde la primera vez que Alejandro Gamboa se posó sobre los lomos de una ternera cuando tenía apenas cinco años, supo que la monta iba a ser la pasión de su vida. Lo que nunca estuvo en sus planes y que llegó por casualidades del amor, es que a sus 32 años descubriera un talento totalmente alejado de los toros y las espuelas: el estilismo.
Este vaquero, quien ha ganado campeonatos internacionales de monta al estilo americano, quien ha sido aplaudido por miles en redondeles y rodeos de diferentes partes del mundo y que se ha enfrentado a bestias de más de 1.000 kilos de peso, también pone manos a la obra para ayudar a su esposa en el salón de belleza de ella.
Jarrito, como se le conoce en los rodeos, pasa fácilmente de sostenerse solo con la fuerza de sus piernas sobre toros indomables, a aplicar técnicas de alisado en el cabello de las clientas que día a día llegan al salón de su esposa, Paula G. ¿Pero cómo llegó a combinar estas dos facetas tan distintas en su vida? La respuesta nos la da el amor.
En el 2021, Alejandro conoció a Paula por Instagram, pues tienen un amigo en común. El flechazo llegó rápido: a él le gustaba ella y la invitó a salir.
Esa primera cita fue marzo del 2021 en el “hábitat natural” de Alejandro, según recordó. “Le pregunté si era ‘pipi’ o sencilla y que si realmente le interesaba conocerme o salir solo por vacilar. Ella me dijo que me quería conocer bien, así que la invité a la finca de mi papá y ahí entre vacas, caballos y corrales me enamoré”, recordó el montador.
El amor creció y poco a poco cada uno se fue metiendo de lleno en las actividades del otro. Ella comenzó a conocer sobre la pasión de Alejandro por la monta y él conoció a la profesional en belleza que es Paula. Un día de pandemia, él la estaba acompañando en el salón y vio que su amada tenía mucho trabajo, así que se ofreció a ayudarla.
Le dijo que podía encargarse de lavar y secar el cabello de las clientas. Después se animó a pedirle que le enseñara a aplicar otras técnicas.
“Yo soy muy bueno para aprender. En la monta de toros americana se aplica mucha teoría y técnica. Los movimientos deben de ser rápidos, flexibles y delicados pero con mucha fuerza. Aunque soy grandote, fuerte y tosco, aprendo rápido”, comentó entre risas el jinete.
Yo soy muy bueno para aprender. En la monta de toros americana se aplica mucha teoría y técnica. Los movimientos deben de ser rápidos, flexibles y delicados pero con mucha fuerza. Soy de fácil aprendizaje, aunque soy grandote, fuerte y tosco, aprendo rápido”
— Alejandro Gamboa, montador de toros y especialista en alisados de cabello
Ella es buena maestra y él buen alumno. Así fue como poco a poco el montador aprendió cómo aplicar alisados, keratinas y hasta hidrolisados en los cabellos. En el salón de belleza, él es ahora quien se encarga de este departamento.
Al hablar con Alejandro se puede aprender de monta de toros. Con un gran conocimiento -que adquirió desde que a los 15 años hizo su primera monta profesional- explica cómo se califica cada jugada: “Al toro se le califican la intensidad, la velocidad, la fuerza, el reparo y el giro. Al vaquero: la posición, técnica, verticalidad, estilo y dominio de la situación”, dijo.
Cuando habla sobre los cuidados del cabello lo hace con la misma propiedad. “Aplicamos nanoplastía, hidroalisado y keratinas. Mi esposa es especialista en color, su fuerte son los rubios, así que nos piden mucho el hidroalisado porque se aplica en menos tiempo que la keratina, no mueve el color, no tiene formol, se lo pueden aplicar mujeres embarazadas y es progresivo”, explicó.
La monta, su pasión
La primera vez que Alejandro Gamboa se subió a una ternera fue por insistencia de su hermano Diego.
Alejandro y su familia son oriundos de Montecillos de Alajuela y recuerda que un día al salir del kinder se fue a la plaza del lugar -donde trabajaba su papá- y se animó a subir a los lomos de la ternera.
“Se me zafó el pretal, me clavó la pezuña en la ceja cuando me caí. Me pusieron siete puntadas. Fue el primer susto de la vida, pero me quedó gustando”, recordó.
Desde esa vez su papá le prohibió que siguiera montando, pero Alejandro descubrió la emoción de la adrenalina y nunca más la dejó.
Después de esa monta cuando apenas era un niño de kinder, llegaron otras a escondidas hasta que a los nueve años en unas fiestas en Alajuela -donde había monta para niños- lo volvió a hacer frente a su papá. “Me acuerdo que cuando iba a montar, mi papá pidió que no anunciaran mi nombre porque mi mamá se podía enojar”, agregó.
La trayectoria de Alejandro Gamboa en la monta de toros incluye torneos internacionales en Honduras, Guatemala, México, Canadá, Estados Unidos y Brasil.
El tiempo fue pasando y Jarrito se hizo un nombre en las lides de la monta. Siendo un adolescente, el reconocido ganadero y experto en toros Michael Bleak lo vio en una jugada y lo invitó a participar en el Campeonato Nacional, en San Carlos; pero como era menor de edad no se lo iban a permitir. Sin embargo, con un permiso firmado por los papás pudo participar y dejó una muy buena impresión.
Así empezó el camino profesional de este jinete que a los pocos meses de su debut ya había montado en torneos internacionales en Honduras y hasta en Brasil. Sobre su paso por tierras brasileñas el montador recordó una anécdota muy curiosa: fue el único menor de edad en subir a un toro en el popular rodeo de Barretos, pero solo pudo hacer una jugada porque “lo cantaron” que no tenía la edad mínima para participar.
“El primer día monté un toro muy bueno, en Barretos se montan los mejores toros de Brasil, había campeones mundiales. El segundo día me pasó un tiro feo y es que estaba en el almuerzo de la rueda de prensa y como no hablaba portugués solo conversé con un muchacho que me entendía. Me preguntó qué edad tenía y le dije que 16. Al segundo día no me dejaron montar, él reclamó que yo estaba participando en el torneo de Astros (adultos) y no en el Júnior”, contó Gamboa.
Un camino largo
La popularidad de Jarrito en la monta al estilo americano ha resonado principalmente fuera de nuestras fronteras. El montador asegura que en Costa Rica le ha costado mucho recibir apoyo de patrocinadores y empresas para desarrollar su carrera, algo con lo que sueña.
Sin embargo, en países como Guatemala, México, Honduras y Estados Unidos es un jinete reconocido.
Una vez le enseñé a una señora una foto mía montando un toro de 1.100 kilos y le dije: ‘Vea, este delicado que la está peinando es quien está arriba de ese toro’”
— Alejandro Gamboa, montador de toros y experto en alisado de cabello
Con participaciones en grandes encuentros como el Cuernos Chuecos en México y también en la liga internacional PBR (Professional Bull Riders), que es la más grande del mundo, Jarrito ha forjado su trayectoria.
En la mexicana, Gamboa representó a Guatemala con el equipo nacional ya que de ese país recibió la invitación y el patrocinio para participar. “Ha sido muy duro ganarme un nombre montando toros. Me invitaron a varios eventos. Rodeos iban y venían, había patrocinadores, sufrí de lesiones. Es un camino muy difícil”, explicó.
En el 2015 llegó la invitación con la que siempre había soñado: participar en la PBR en México. Consiguió el patrocinio de una marca de sombreros y botas internacional, la cual se encargó de todos los gastos para que Jarrito compitiera.
El paso de Alejandro por dicha competencia fue de altos y bajos, pero siempre mantuvo la intención de clasificar en los primeros lugares y lo logró. Llegó a ser el campeón de la PBR mexicana y esa posición lo llevó a tener un pase directo a la gran final que sería en el estado de Kentucky, Estados Unidos, en el 2015.
El montador tuvo participación en otros torneos de la misma liga en el 2016. En el 2017 fue parte del equipo mexicano en el campeonato por equipos, pues como en nuestro país no hay PBR, tenía el chance de competir por los aztecas.
Tiempos de cambio y volver a tomar al toro por los cuernos
Como hemos mencionado antes, la carrera de Jarrito se ha desarrollado fuera de Costa Rica. Vivió en varios países donde se hizo un nombre infaltable en los rodeos, pero en su tierra natal no ha sido profeta.
La vida le dio un duro golpe al montador en el 2017, cuando falleció su madre. Fue un dolor muy grande y a partir de ese momento comenzaron a llegar cambios muy drásticos.
Gamboa representará a Costa Rica en un torneo de monta en Estados Unidos, en mayo de este 2023.
“Había mucho estrés y también aparecieron muchas lesiones. Decidí parar un tiempo de montar”, recordó.
En el 2018 descubrió que tenía habilidades para los negocios y siempre unido a los toros, decidió traer a Costa Rica un evento muy especial: el Cuernos Chuecos de México. Cuando llegó la pandemia por la covid-19, Jarrito estaba en suelo tico y se quedó más tiempo del pensado debido a que no podía salir del país.
“Como pude regresé a México para visitar a mi hija Valentina que tiene siete años, pero decidí volver a Costa Rica para trabajar en unos proyectos que tenía en mente y me pasó lo que no me esperaba: conocí al amor de mi vida”, contó.
“Es una historia inesperada. Jamás me imaginé que a mis 30 años me iba a enamorar y hacer mi vida en Costa Rica”.
La historia de amor terminó en una historia de superación... y de regreso a los toros. Alejandro fue soltándose en todos los temas del alisado del cabello, tiene muy buena mano y eso lo confirman las clientas del salón de Paula.
“Al principio Paula les preguntaba a las clientas si yo les jalaba el cabello, como yo soy tan tosco; sin embargo más de una señora le decía que yo soy muy delicado”, narró.
“Una vez le enseñé a una señora una foto mía montando un toro de 1.100 kilos y le dije: ‘Vea, este delicado que la está peinando es quien está arriba de ese toro’. Se quedó toda extrañada. Es un contraste, a veces me pongo el sombrero para trabajar en el salón y eso hace mucha gracia”, afirmó Jarrito.
Algo que le llama mucho la atención a Gamboa sobre su otro trabajo es la importancia que los temas de estilismo y belleza tienen en la mujer. Afirmó que muchos hombres no tienen noción de lo fundamental que es para las mujeres el cuidado del cabello, más allá de la parte estética, por un aspecto de salud emocional.
“Empecé a notar que la estética es algo que viene desde adentro, que las mujeres se sienten bien con ellas mismas al ver los cambios. Algunas muchachas llegaban llorando al salón porque les habían dañado el cabello y cuando voltean y ven el resultado de los cambios y los tratamientos, lloran de la emoción. Es algo de seguridad y amor propio”, recalcó.
Gamboa reconoció que su “otro trabajo” lo llena de mucha satisfacción, ya que incluso cuando está en el salón de belleza él se convierte en una especie de psicólogo y hasta mejor amigo. “Yo soy muy conversador y el rato se torna ameno con las clientas”, dijo.
En temas de negocios, la pareja decidió emprender uno nuevo, siempre enfocado en la mujer. Paula y Alejandro inauguraron recientemente una tienda en el centro comercial Paseo de las Flores. La idea nació a partir del salón de belleza donde Paula también tenía a la venta ropa femenina.
“Nos tiramos a pista y ahora tenemos este nuevo emprendimiento de ropa importada desde Colombia. La tienda se llama Bendito Fashion Boutique y aquí sigo atendiendo con mucho cariño y respeto a las clientas”, comentó el jinete.
En cuanto a las montas, Jarrito contó que su vida ahora está dividida en cuatro aspectos: gozar de buen tiempo en compañía de su esposa y el resto de los días los divide entre el salón de belleza, la boutique y, por supuesto, los toros.
“Estoy recuperando el nivel en Costa Rica. Estoy participando en algunos eventos de exhibición. Comencé a montar de nuevo en noviembre del año pasado y me sentí como en mis mejores tiempos. Estoy activo, pleno, feliz, motivado e ilusionado de encontrarme las puertas abiertas en eventos en mi país”, detalló.
En este momento de retomar su actividad en la monta, Jarrito contó que el viernes 17 de marzo logró quitarle el invicto al toro Playboy en una monta que realizó en Venecia de San Carlos.
Gamboa está regresando por todo lo alto a los redondeles y desea recobrar su nivel para representar a Costa Rica en campeonatos internacionales pues ya ha recibido varias invitaciones, entre ellas una el 27 de mayo en Mercedes, Texas, Estados Unidos. Para él sería un honor llevar el nombre de empresas ticas a este tipo de eventos.