Es una realidad: cada vez que en Costa Rica se anuncia la apertura de alguna famosa franquicia extranjera de comida, los ticos se emocionan mucho... MUCHO (sí, en mayúscula).
La locura es tal que, en la fecha de inauguración y días posteriores, la gente es capaz de hacer filas extensas por horas afuera de los restaurantes, tiendas o cafeterías con tal de probar esos productos que les generan curiosidad o que han visto anteriormente fuera del país. Como si se tratara de una apertura de tan solo unas horas y no de un local que llegó para quedarse.
Lo mismo ocurre en estos días con Dunkin’ (antes conocida como Dunkin’ Donuts), la famosa cadena estadounidense conocida por la venta de donas y café. Desde el momento en el que anunció sus planes de entrar a operar en Costa Rica se desató la euforia en redes sociales.
Pero, ¿qué saben los ticos sobre esta popular cadena más allá de que vende donas y café?
Quizá la respuesta, en este preciso momento, sea que su primer local en Costa Rica se inauguró este sábado 27 de julio en el Centro Comercial La Valencia, en Heredia, y la intención de la cadena es abrir al menos siete cafeterías más en todo el país en lo que resta del 2024. Además, el menú incluye productos salados, dulces, bebidas frías, así como su tradicional café y sus icónicas donas.
No obstante, la historia de esta marca va mucho más allá e incluye curiosidades que posiblemente son desconocidas por muchos. El negocio surgió tras la Segunda Guerra Mundial, como una venta de donas y café para los trabajadores de las fábricas y construcciones de Massachusetts.
En 1947, William Rosenberg vendía sándwiches, cafés y aperitivos en un tipo de Food Trucks con estantes de acero inoxidable, que prestaban servicio a importantes empresas industriales. Sin embargo, luego de un análisis, el empresario se dio cuenta de que el 40% de sus ingresos provenían de dos productos en particular: cafés y donas, y decidió que este sería su nuevo esfuerzo.
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Un año más tarde, el 26 de mayo de 1948, durante el Día de los Caídos, Rosenberg se lanzó a abrir en Quincy, Massachusetts, Open Kettle, una tienda de donas y café. En ese entonces, las donas costaban cinco centavos, mientras que una taza de café valía diez centavos de dólar.
De acuerdo con Los Ángeles Times, dos años después, Rosenberg oficialmente bautizó su local como Dunkin’ Donuts, un nombre que al parecer surgió luego de una sugerencia de un ejecutivo, que hizo referencia a la costumbre de muchas personas de mojar las donas en el café.
“Seguro de que un nombre mejor podría vender más donas y café, reunió a sus ejecutivos en una habitación con una grabadora y les dijo que intercambiaran ideas. Más tarde atribuyó a su arquitecto la marca registrada Dunkin’ Donuts”, relata el medio estadounidense.
En aquel inicio, la cafetería ofrecía al menos 28 tipos de donas con sabores y coberturas de colores llamativos. Según detalla New York Times, la tienda llegó a 52 variedades de donas y así fue como su popularidad creció rápidamente. De hecho, cuatro años después de su primera apertura, el empresario ya contaba con cinco locales.
¿Y qué fue de la primera cafetería, la Dunkin’ Donuts original? Continúa funcionando en Quincy, con un diseño retro que mantiene la esencia de aquella cafetería de los años 1950, cuando se mojaban las donas en el café. Sin embargo, hoy donde es más común ver a la marca es gasolineras, supermercados, centros comerciales y aeropuertos.
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Eso sí, ahora el nombre se reduce a Dunkin’, luego de un trabajo de mercadeo realizado en el 2018, principalmente porque la gente ya conoce a la marca solo por su primer nombre.
Los secretos de Dunkin’
Ya son siete décadas desde que esta compañía abrió sus puertas y sus tiendas se encuentran en diferentes partes del mundo, principalmente en América y Asia. Y mientras el negocio ha sido exitoso en algunos países, en otros no ha logrado consolidarse.
Por ejemplo, la cadena tuvo que cerrar en Argentina en 1998 debido a las bajas ventas. Desde entonces no ha regresado a ese país. Otras dos naciones sudamericanas en las que en algún momento tuvo presencia fueron Bolivia y Venezuela.
Un caso muy particular fue el que ocurrió en Japón, país al que la franquicia llegó en 1970. En aquel momento, la apertura de la tienda representó una amenaza para Mister Donut, su competencia directa, que percibió la caída de las ventas y, por ende, una pérdida de ingresos.
En 1990, la empresa Allied Lyons compró ambas franquicias y todos los locales Dunkin’ en Japón pasaron a llamarse Mister Donut, dejando así el nombre de la marca que ya operaba en ese país antes de la norteamericana.
Y aunque en España la cadena se llama Dunkin’, como en los demás países, hasta hace poco las cafeterías se llamaban Dunkin’ Coffee, debido a que en ese país ya existía Panrico, una empresa que vendía donas. Según el Diario Sur, de España, “la matriz estadounidense, tomó una decisión inteligente: asociarse a Panrico para explotar a medias el negocio y así conservar su nombre original”.
“El matrimonio dio golosos frutos en Madrid, Barcelona y, más recientemente, en Palma de Mallorca. Y funcionó hasta el verano de 2007, cuando la compañía americana decidió recuperar el control de su filial española, comprándole a Panrico su 50%. Consecuencia directa: Dunkin’ Donuts ya no se llama así, sino Dunkin’ Coffee. Y en sus cafeterías ya no venden donas, sino rosquillas”, decía el diario español en 2018.
Actualmente, la compañía de donas y café se encuentra en otros países como Alemania, Arabia Saudita, Bahamas, Brasil, Bulgaria, Canadá, Islas Caimán, China, Colombia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Georgia, Indonesia, Kuwait, Líbano, Malasia, México, Nueva Zelanda, Pakistán, Perú, Puerto Rico, Filipinas, Rusia, Qatar, Tailandia y Hong Kong.
En el caso de Centroamérica, Costa Rica es el cuarto país de la región al que llega la marca, que ya opera en Panamá, Guatemala y Honduras.
Otra de las curiosidades de esta empresa es que vende donas especiales en los diferentes países, las cuales reflejan la cocina y la cultura local de los territorios en los que opera. Por ejemplo, en Singapur se pueden encontrar donas de queso wasabi y con algas marinas; mientras que en China se puede conseguir la Pork Floss, una dona glaseada cubierta con carne de cerdo seca desmenuzada y algas.
Además, esta compañía tiene “expertos en café” que prueban por día aproximadamente 200 tazas de la bebida para seleccionar cuál es el más indicado para la empresa, la cual para el 2017 vendía alrededor de 60 tazas de café por segundo, lo que equivalía a unas 2 mil millones de tazas de café en todo el mundo.
La cadena cuenta con más de 12.000 tiendas en todo el mundo y para el 2014, Corea del Sur era uno de sus principales mercados en el extranjero, pues contaba con más de 900 locales. La cifra se redujo en el 2020, durante la pandemia, cuando Dunkin’ Brands anunció que cerraría permanentemente 800 tiendas en Estados Unidos.
Por otro lado, según la National Kosher Supervision, existen aproximadamente 25 establecimientos de Dunkin’ que son totalmente kosher en Estados Unidos y 22 tiendas más cuentan con productos kosher seleccionados.
Hollywood a lo Dunkin’
A pesar de que es una empresa con más de medio siglo de existencia, la marca ha logrado sobrevivir incluso ante la competencia en el mercado, no solo en Estados Unidos sino en el extranjero.
De hecho, sus comerciales con estrellas de Hollywood nunca pasan desapercibidos. Incluso, la marca ha llegado a pagar muchos millones de dólares para que su pauta publicitaria aparezca en los cortes del Super Bowl. Al parecer, los precios por un anuncio de este tipo llegan a costar hasta $7 millones.
Por ejemplo, este 2024 Ben Affleck se transformó en el líder de una nueva boyband llamada los DunKings, lista para llevar su música al estudio de grabación de Jennifer Lopez con su mejor amigo Matt Damon y Tom Brady, la estrella retirada de la NFL. Jack Harlow y Fat Joe también fueron parte de este comercial.
Pero esta no era la primera vez que la marca apostaba por aparecer en el importante juego de fútbol americano. En 2023, la popular tienda de donas también había apostado por JLo y Affleck.
En el comercial, Ben es uno de los vendedores de la cadena que sorprende a los clientes en un autoservicio. Luego JLo, como una de las clientas, lo regaña por estar trabajando.
“¿Qué haces aquí? ¿Esto es lo que haces cuando dices que vas a trabajar todo el día?”, pregunta la diva mientras su esposo dice que mejor se va.
Después de una pausa, ella le grita: “¡Tráeme una dona glaseada!”
Además, en el 2020, la afamada creadora de contenido y estrella de TikTok, Charli D’Amelio, se asoció con la marca para presentar The Charli, un café frío que contenía leche entera y caramelo (su bebida favorita). Tan solo meses después lanzaron el Charli Cold Foam, otro café frío. Al parecer, la contratación de la influencer le generó a la compañía un aumento del 57% en las descargas de la aplicación móvil en el primer día de su lanzamiento.
“La colaboración con Dunkin Donuts surgió después de mucha promoción gratuita. Simplemente promocioné y promocioné sin vergüenza porque realmente quería trabajar con ellos. Y luego finalmente me dieron la oportunidad y la aproveché de inmediato. Y desde entonces, hemos lanzado dos de mis propias bebidas en el menú y hemos vendido café frío en todo el país. Fue un gran éxito para mí”, dijo en ese momento la estrella en declaraciones reproducidas por Forbes.
Sin embargo, la lista de estrellas que han trabajado para la marca no termina ahí, pues se dice que Madonna, antes de convertirse en la “Reina del pop”, trabajó en una tienda ubicada en Times Square, de Nueva York; sin embargo, la habrían despedido luego de lanzarle gelatina a uno de los clientes.
Y si bien estas son historias de la marca en Estados Unidos, desde este sábado Dunkin’ comenzará a escribir su propio capítulo en Costa Rica, teniendo como competencia directa a Doña Dona y Krispy Kreme en la venta de donas.