La historia del Día de la Madre en Costa Rica tiene un origen humilde, donde el amor incondicional es protagonista absoluto. Fue en 1932 cuando la idea de una maestra de escuela se terminó convirtiendo en un festejo nacional, que busca exaltar el trabajo de crianza y dedicación que caracteriza a las madres ticas.
La niña Evangelina Solís Salvatierra fue la precursora de esta celebración, la cual nació como una actividad para reconocer a las mamás de los alumnos destacados de la escuela Nicolás Ulloa, de Heredia.
La niña Evangelina dedicó su vida a la enseñanza y al bienestar de los pequeños estudiantes, incluso, se le reconoce como la impulsora de los comedores escolares porque ella tuvo la idea de crear “el plato de avena”, que se le daba a los niños de bajos recursos durante el primer recreo de la mañana.
En su enfoque de enseñanza, la maestra Evangelina reconocía el esfuerzo de los estudiantes para sacar buenas notas y tener un buen comportamiento. En esa línea, cuando llegaban las vacaciones de medio año, se acostumbraba en las escuelas de la época hacer una actividad en reconocimiento a los mejores alumnos. En el evento se les entregaba una tarjeta de honor por sus buenas calificaciones.
La niña Evangelina tuvo la idea de que este reconocimiento se extendiera a las madres de los niños, ya que ellas tenían mucho que ver en la educación de los pequeños. Fue un acto de cariño y agradecimiento que se adoptó a finales de la década de los años 20 y se convirtió en una tradición escolar durante los años siguientes.
Durante tres años, especialmente para la actividad, se le pedía a los niños que llevaran obsequios que no fueran muy caros pero que fueran significativos para sus madres; incluso, aquellos pequeños que no pudieran llevar un regalo los maestros se los conseguían. También se imprimían pensamientos escritos por los pequeños y se repartían entre las asistentes. Además, se hacían rifas y colectas para darles ropa y cobijas a las mamás con más necesidades, según explicó una nota del medio Heredia Hoy.
Heredia Hoy agregó que la niña Evangelina consideraba que “los padres de familia, los maestros, los sacerdotes y en general todas las personas, deben trabajar en la medida de sus posibilidades para hacer de la Fiesta de la Madre una oportunidad más para testimoniarles el cariño y el respeto que aquellos les guardan”.
El evento de celebración fue tan bien aceptado y significó tanto para las madres y para los niños, que la niña Evangelina quiso extender esta costumbre a todo el país, así que decidió redactar un proyecto de ley para presentarlo ante el entonces Congreso Constitucional de la República.
Apoyada por los demás educadores de la escuela Nicolás Ulloa y con el diputado Juan Rafael Arias Bonilla como contacto en el Congreso, el proyecto se presentó el proyecto a las autoridades.
“Este gran día debe celebrarse en toda la República y por esto, el personal de la escuela Nicolás Ulloa os pide considerar por un momento a la mujer, la primera maestra, en quien la patria deposita toda su esperanza, para decretar, así lo creyéreis conveniente, el día 14 de julio, día de la madre, para clausurar en forma tan bella el primer período escolar”, decía el texto, fechado en Heredia, en julio de 1932.
Sí, tal como se lee, la propuesta original era que se festejara el Día de la Madre el 14 de julio, ya que coincidía con la llegada de las vacaciones escolares de medio año.
La petición fue muy bien aceptada en el Congreso y fue apoyada por el presidente Ricardo Jiménez Oreamuno. La ley número 79 de 1932 estableció la celebración del Día de las Madres en todas las escuelas, colegios, asilos e instituciones de beneficencia dependientes del Estado. La ley se firmó el 10 de agosto de 1932.
Eso sí, la fecha que finalmente quedó establecida en la ley fue la del 15 de agosto (no la del 14 de julio como lo propuso la maestra), esto por impulso del profesor Luis Felipe González Flores para que coincidiera con el Día de la Asunción de la Virgen María a los cielos, dogma que para los creyentes en la Virgen promulga que María, al terminar el curso de su vida terrestre, fue llevada en cuerpo y alma al cielo.
Por ende, el 15 de agosto de 1932 los medios de comunicación dieron cuenta de la primera celebración nacional para las madres.
La edición del diario El Censor, de ese lunes 15 de agosto, publicó una pequeña dedicatoria a las mamás aprovechando el festejo. La nota fue acompañada por una composición que decía: “Las madres, pensadlo bien, ellas son las que cubren de ángeles la Tierra”.
El periódico Correo Nacional, en su edición del 14 de agosto, hizo también un homenaje a las mamás de cara a la celebración. “Todas las flores de nuestros jardines, todos los cantos e himnos que el arte pueda producir, todas las palabras amables del diccionario, todos nuestros más bellos pensamientos, no son bastante tributo para tejer el homenaje a la reina del hogar, la mártir de la vida. La figura central del mundo se merece por el sacrificio, por el dolor, por la abnegación y su amor los más cálidos afectos”.
En La Tribuna se tomaron el tiempo para poner en blanco y negro la letra de una canción escrita por JJ Salas Pérez: “Aquí en el pecho, madre del alma, tengo un santuario de vivo amor donde tu imagen venero a solas como si fueras también un Dios”.
Años más tarde, posiblemente porque la costumbre del festejo ya se había extendido más allá de los lugares donde la ley exigía el festejo (escuelas, colegios, asilos e instituciones de beneficencia), se modificó el artículo.
“Fijase el 15 de agosto como Día de la Madre. La celebración en la instituciones mencionadas se efectuará el día anterior y durante toda la semana se realizarán actos que exalten el valor de la maternidad y de la familia”, dice la reforma que se publicó el 3 de agosto de 1970.
Una maestra dedicada
La niña Evangelina, según consta en algunas biografías que se han publicado en medios como Heredia Hoy, La Nación y La Ruta Herediana, nació el 17 de mayo de 1887. Fue hija de José Piedades Solís Acuña y Francisca Salvatierra Martínez.
Estudió en la Escuela de Mujeres de Heredia y en el Colegio Superior de Señoritas, de donde se graduó como maestra en 1906.
Como educadora trabajó en las escuelas Braulio Morales y República de Argentina, en la Nicolás Ulloa (de donde nació la idea del Día de la Madre) fue directora. Después de que la Nicolás Ulloa cambiara a Cleto González Víquez, siguió dirigiendo el centro educativo hasta que se pensionó en 1940.
Además de la fiesta para las madres, como comentamos antes, se le reconoce como la precursora de los comedores escolares y también del uso de uniformes para los estudiantes.
“Educadora culta, inteligente, sumamente laboriosa y servicial. Su vida la consagró por entero a la enseñanza. Educó con su palabra y su ejemplo, sin egoísmos ni pretensiones. Su corazón fue para su escuela todo dulzura y su cerebro antorcha de luz que guió a sus alumnos por la senda del saber”, escribió Guillermo Solera Rodríguez sobre la maestra en su obra Ilustres servidores de la enseñanza, según explicó Heredia Hoy.
La niña Evangelina falleció el 17 de noviembre de 1974.
Fiesta de la Virgen
Curiosamente, solo en Costa Rica y en Amberes, Bélgica, el Día de la Madre se celebra el 15 de agosto, que como ya se mencionó coincide con el Día de la Asunción de la Virgen María al cielo.
De acuerdo con la página oficial de El Vaticano, la solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María fue fijada el 15 de agosto desde el siglo V con el sentido de “Nacimiento al cielo”, o en la tradición bizantina como “Dormición de Nuestra Señora”.
En Roma, la fiesta se celebra desde mediados del siglo VII, pero fue hasta el 1.° de noviembre de 1950 cuando el papa Pío XII proclamó el dogma (verdad de la que no se puede dudar) dedicado a María asunta al cielo en cuerpo y alma. Al declararse como un dogma de fe, la Asunción es un privilegio que recibió María al ser la madre de Jesús y por lo tanto subió al cielo libre de pecado.
El dogma definido por Pío XII dice: “Después de elevar a Dios repetidas súplicas y de haber invocado la luz del Espíritu de Verdad, para la gloria de Dios Todopoderoso que otorgó a la Virgen María Su especial benevolencia en honor de Su Hijo, Rey Inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte, para mayor gloria de su augusta madre y para alegría y regocijo de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los santos apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos como dogma revelado por Dios que: la inmaculada Madre de Dios, la siempre virgen María, habiendo completado el curso de la vida terrena, fue asumida en cuerpo y alma a la gloria celestial”.
En otros países
Cada país, de acuerdo a sus posibilidades, creencias o costumbres, festejan el Día de la Madre en diferentes fechas.
En Latinoamérica, el 10 de mayo es uno de los días más habituales para celebrar a las mamás, ya que es la fecha que se dedica a ellas en México, Guatemala y El Salvador. En estos casos la fecha es inamovible, pero en otros países como Chile, Ecuador, Colombia, Perú, Cuba, Honduras y Venezuela, se festeja el segundo domingo de mayo. El quinto mes del año, por cierto, es en la tradición religiosa el mes dedicado a la Virgen.
Hablando de países centroamericanos, en Belice el Día de la Madre es el 17 de mayo, en Nicaragua es el 30 de mayo, fecha en que lamentablemente también se conmemora’La masacre del Día de las Madres’, que ocurrió en varias ciudades nicaragüenses el 30 de mayo del 2018, en el contexto de las protestas ciudadanas en contra del gobierno.
Panamá, por su parte, tiene la fiesta el 8 de diciembre, día en que también se celebra la Inmaculada Concepción de María, que hace referencia al dogma de que la Virgen María estuvo libre de pecado original desde el momento en que quedó embarazada.
En lugares como Albania, Serbia y Bulgaria se festeja el 8 de marzo, que también es el Día Internacional de la Mujer.
En Arabia, Egipto, Líbano, Marruecos y Siria, la fiesta para las madres es el 21 de marzo, que coincide con el Día de la primavera en esos países.