La vida de Michelle Carter antes de conocer a Conrad Roy III parecía el de una típica adolescente norteamericana: la chica vivía preocupada por su físico, estaba pendiente de los mensajes que recibía en su celular y trataba de encajar con sus amigos en el colegio.
Rubia, de ojos azules y rasgos fuertes, Carter –en ese momento de 17 años– parecía tener un futuro prometedor hasta que en el verano del 2012 su vida se cruzó con la de Roy III, quien acababa de cumplir 18 años.
Ese casual encuentro en Florida, durante unas vacaciones familiares, sería el comienzo de una relación que los marcaría de por vida a ellos y a sus familias, tendría un gran impacto mediático en EE. UU. y plantearía un dilema judicial al preguntarse si alguien puede ser acusado de asesinato solo por el contenido de sus mensajes de texto.
¿Cómo es posible que la vida de dos “típicos” adolescentes tuviera esta clase de implicaciones? La respuesta es aterradora: a mediados del 2014 Conrad se quitó la vida y los últimos mensajes de texto que recibió a su celular fue los de Carter instándolo a que lo hiciera.
Este caso volvió a tomar relevancia hace un par de semanas con el estreno en HBO del documental Te amo, ahora muere: El caso de Michelle Carter, dirigido por Erin Lee Carr, y que pone en contexto los últimos mensajes que Carter le envió a su novio antes de morir, y por los que fue declarada culpable en el 2017 de homicidio involuntario.
La villana
"Aquí no eres feliz y jamás lo serás. En el cielo sí que serás feliz. Simplemente hacelo".
"Vas a ir al cielo. No más dolor. Está bien tener miedo y es normal, digo, estás a punto de morir".
"Estás listo y preparado. Todo lo que tiene que hacer es encender el generador y serás libre y feliz".
Estos fueron tres de los cientos de mensajes que Michelle Carter le escribió a su entonces novio, Conrad Roy III, semanas antes de que decidiera quitarse la vida.
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Así fue como el mundo conoció a Carter: como la novia instigadora y manipuladora que llevó a su entonces pareja, un adolescente con serios problemas depresivos, a tomar esa drástica decisión.
El 13 de junio del 2014 las autoridades policiales encontraron el cuerpo del joven Conrad en el interior de su camioneta en un estacionamiento de una popular tienda por departamentos en Fairhaven, Massachusetts, tras inhalar monóxido de carbono.
El suceso, al principio, parecía el de un joven trastornado quien, por meses, había lidiado con una profunda depresión, estaba tomando antidepresivos y se había intentado suicidar en otras ocasiones.
Así fue por unos días hasta que la investigación dio un giro inesperado cuando decidieron revisar el celular de Conrad.
Lo que ahí encontraron no solo conmovió a los expertos que investigaban el caso, sino a todo Estados Unidos cuando su contenido se hizo público: una semana antes de su muerte, Michelle Carter había intercambiado más de mil mensajes con Conrad en los que parecía animarlo a que tomara la decisión de quitarse la vida, según reseña la revista People.
Inmediatamente, toda la atención de la investigación se concentró sobre Michelle y su relación con Conrad, que en todos esos años de conocerse solo se habían visto esporádicamente en cinco ocasiones, pero que mantenían un intenso vínculo emocional por mensajes de texto, donde se decían cuánto se amaban, se apoyaban, se insultaban y en los que hablaban con cierta regularidad de la muerte.
Desde que comenzó el juicio, todo apuntaba a Carter como la malévola novia que manipuló a su pareja hasta llevarlo al suicidio. Los fiscales fueron muy hábiles para dibujar un perfil calculador y hasta cínico de una chica que buscaba ese resultado para conseguir la atención de sus amigos.
Según People, en la declaración de apertura durante el juicio en el 2017, la fiscal asistente de distrito, Maryclare Flynn, afirmó que Carter, quien para ese momento tenía 20 años, quería simpatía y atención de sus compañeras en el colegio anhelando ser la “novia afligida” que no logró impedir que su novio se quitara la vida.
“La acusada necesitaba algo para llamar la atención”, dijo Flynn. “Ella usó a Conrad como un peón en su enfermo juego de vida y muerte”, agregó.
La fiscalía se apoyó en el hecho de que Carter le habría dicho a la familia de Conrad que no sabía dónde se encontraba su hijo antes de morir, a pesar de que los mensajes de texto enviados ese día a su novio evidenciaban todo lo contrario.
También alegaron que días después de la muerte de Roy, Carter organizó una recaudación de fondos para crear conciencia sobre el suicidio, buscando, precisamente, la anhelada atención que quería de sus compañeros de escuela.
"Nunca admitió ante nadie de la familia Roy que había ayudado a Conrad durante semanas a idear un plan de suicidio, o que estaba hablando por teléfono con Conrad cuando él se suicidó en el estacionamiento de Kmart", dijo Flynn.
Los mensajes de texto que Carter luego le escribió a varias de sus amigas meses después del incidente, también fueron utilizados por los fiscales para apoyar la teoría de que ella buscaba “desesperadamente” la muerte de Conrad.
En el documental Te amo, ahora muere, se revela el contenido de estos mensajes de texto que fueron leídos en voz alta durante el juicio y que en ese momento fueron reseñados por medios como The New York Times y The Washington Post.
"Sam, su muerte es mi culpa, podría haberlo detenido. Estaba hablando por teléfono con él y salió del auto porque estaba funcionando y se asustó y yo le dije que volviera a entrar”, fue el mensaje que Carter le mandó a Samantha Boardman, informó el Boston Herald. En otro de los textos, Carter le asegura a Boardman que todo es su culpa y que pudo haberlo detenido.
“Estaba hablando con él por teléfono cuando se suicidó”, fue uno de los mensajes que Carter le envió a otra de sus amigas: Olivia Mosolgo. “Liv, lo escuché morir. Solo hubiera deseado buscarle más ayuda”, le decía.
A otra de sus amigas, Alexandra Ethier, Carter le aseguró que estuvo hablando por teléfono con Conrad cuando se suicidó. “Lo escuché morir”, le habría escrito.
La otra cara
Durante la cobertura del juicio en el 2017, los mensajes de texto que Carter le envió a Conrad y a sus amigas fueron dominantes en la mayoría de los titulares.
La opinión pública se quedó con la imagen que creó la fiscalía de la acusada, hasta que el documental de HBO Te amo, ahora muere –que se estrenó hace un par de semanas– reveló otra faceta del noviazgo, puso en perspectiva la depresión que padecía Conrad desde hacía años y reveló la difícil relación que tenía el muchacho con sus padres, especialmente con su papá.
También hay que tomar en cuenta que el caso llamó mucho la atención porque la relación entre los muchachos se desarrolló en gran medida en textos y mensajes de Facebook, muchos de los cuales fueron revelados como parte de los procedimientos legales, pero sin considerar el contexto de toda la conversación.
Por ejemplo, The New York Times reveló que cuando Roy le habló a Carter sobre el suicidio, ella lo instó a no hacerlo y a buscar ayuda. Sin embargo, en julio del 2014, ella cambió abruptamente su discurso y comenzó a alentarlo a que lo hiciera sin que se sepa a ciencia cierta qué motivó ese giro en su discurso.
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Sobre este hecho en particular, el abogado defensor de Carter, Joseph P. Cataldo, le dijo a People: “Mucho de lo que se ha informado hasta ahora es que Michelle Carter siempre quiso respaldar el plan de Conrad Roy para suicidarse. Pero queda muy claro que durante semanas antes de aceptar su plan, ella trató de disuadirlo y él intentó que se suicidara con él”.
El abogado agregó: "Estamos lidiando con una mujer impresionable de 17 años que no estaba equipada para enfrentar los planes de suicidio de Conrad Roy (...) y lamentablemente siguió adelante con su plan".
Durante el juicio, los abogados defensores también demostraron que la relación entre Conrad y su padre fue abusiva; incluso, en una ocasión, lo golpeó al punto de que fue necesaria la intervención de la policía.
En el documental de HBO también se revela que la depresión de Conrad se agudiza cuando sus padres deciden separarse. Hay evidencia de un incidente de abuso doméstico en el 2011, en el que la madre de Roy fue acusada de golpear al padre de Roy, frente a él y sus hermanos.
El grave problema de depresión que venía sufriendo Conrad también quedó reflejado en un video que grabó y guardó en su computadora antes de morir, en el que se describe a sí mismo como una "pequeña partícula minúscula en la faz de esta tierra", "un aborto" y "una basura".
Conrad también repetía el patrón agresivo de sus padres en algunos de los mensajes que le enviaba a Carter, en los que la llamaba “perra” y le decía “jódete”.
Finalmente, durante los meses previos al incidente con Roy, Carter comenzó a sufrir un trastorno alimentario el cual fue tratado en un hospital psiquiátrico. Ella también comenzaba a sufrir de depresión y ansiedad por lo que fue medicada con el antidepresivo Celexa.
El doctor Peter Breggin, quien fue uno de los testigos de la defensa, aseguró que Carter estaba muy joven para tomar este tipo de medicamentos. Durante su comparecencia, aseguró que Celexa puede inhibir el control de los impulsos e “interrumpen la función del lóbulo frontal” lo que podría explicar el cambio de actitud de Carter cuando
La sentencia
Luego de deliberar tres días, el 16 de junio del 2017 el juez Lawrence Moniz del Tribunal de Menores del Condado de Bristol, declaró a a Carter culpable de homicidio involuntario.
Según Moniz, el hecho de que Carter le exigió a Conrad Roy subirse de nuevo al carro y el haberlo escuchado morir –como les afirmó a sus amigas–, la hacían responsable de su muerte. El juez también le recriminó el hecho de que no alertó a las autoridades ni a los familiares sobre las intenciones de Conrad.
El juez fue contundente con su sentencia: “Ella no hizo nada. Ella no llamó a la policía ni a la familia del señor Roy", afirma. “Finalmente, no emitió una simple instrucción adicional: "Salga del camión”, agregó.
Moniz sentenció a Carter a 15 meses de prisión que fueron suspendidos hasta que se completara el proceso de apelación que estaban preparando sus abogados.
Dos años después, en febrero de este año, el Tribunal Supremo Judicial de Massachusetts confirmó la condena por asesinato y Carter comenzó a cumplir su condena. Sus abogados afirman que, en el futuro, buscarán ante la Corte Suprema de Justicia limpiar su récord criminal.
Sin embargo, lo más aterrador de toda esta historia es la manera en la que se logró retratar muchas de las relaciones de los adolescentes modernos, quienes tiene poca interacción personal y viven pendientes de lo que otros escriben.
Erin Lee Carr lo resume a la perfección cuando habla sobre su trabajo en su documental: "Es interesante porque Michelle y Conrad decían estar en una relación, se decían todo el tiempo que se amaban pero era muy extraño porque nunca se vieron cuando eran novios, solo unas cuantas veces antes de serlo. Hablando con muchos jóvenes de su edad me di cuenta que muchos tienen estas intimísimas relaciones a través de mensajes de texto, que están a otro nivel de aquellas parejas que están juntas físicamente. Es muy interesante saber qué significa eso. De hecho, es una pregunta que me hago mucho y aún no puedo responder”, le dijo a la revista Life & Style.