El Gobierno chino le teme a Winnie the Pooh

La semana pasada, la caricatura en la que aparecen los dos personajes animados fue compartida de forma viral junto a una fotografía en la que el presidente Xi Jinping caminaba junto a su homólogo Barack Obama.

Ambos tenían las mismas poses e incluso las mismas proporciones corporales. Hasta el escenario era similar. En resumen, la comparación era obvia y las risas inminentes; tanto así que el mismo Jinping giró la orden de censurar lo que parecía ser una inocente imagen.

¿Acaso no le gustó ser ilustrado como un animado regordete? Es probable que haya mediado algo de eso en su orden de eliminar la imagen de los buscadores de Internet y de borrar cualquier rastro de la comparación de imágenes en Weibo, una plataforma china muy similar a Twitter.

Fue en ese sitio donde el usuario con el nickname “Nicaragua Rabbit” subió el díptico de la caricatura y la foto, tomada en un encuentro de los dos mandatarios en California, días atrás.

Horas después, en su lugar ya aparecía la leyenda: “Este ‘post’ es inapropiado para ser publicado” .

¿Mala decisión?

Analistas y blogueros saltaron para asegurar que, si el Gobierno chino hubiera tenido mejor tino y sentido del humor, habría dejado pasar la blanca broma e incluso la habría potenciado para suavizar la imagen de Xi Jingping ante el mundo.

Como el escenario fue el opuesto, la percepción sobre las medidas de censura del Partido Comunista Chino continuaron en alza. Y es que esta no es la primera vez que se bloquea material que pueda atentar contra la reputación del régimen.

Este mismo mes, también fue censurada una versión editada de la famosa fotografía conocida como “El hombre del tanque de Tiananmen”. En esta edición, en vez de los tanques, se veían cuatro patos de hule gigantes. El cambio, hecho en Photoshop, le causó rabia a los censores en China.

Un estudio reciente de la Universidad Harvard que revisó una importante cantidad de blogs chinos determinó que la censura pasará por encima de todo comentario que pueda incitar a las movilizaciones sociales. Ya sabemos que habrá que incluir a Pooh en la lista.