Por años se preparó para ser reina de belleza y ganó múltiples certámenes antes de convertirse en Miss Costa Rica 2017; sin embargo, Elena Correa siempre ha sido cuestionada por la gente. Ella dice que no sabe por qué pero tampoco la inquieta demasiado.
Olga Elena Correa Usuga nació el 3 de noviembre de 1990. Es una mujer extrovertida, que confía en sí misma, que asegura sentir un profundo amor por su familia y que aprendió a encontrar la paz en medio de la tempestad, pues afirma, entre risas, que ya pasó por donde asustan.
Eso sí, la modelo, cantante y empresaria vecina de San Rafael, Heredia, asegura que ha tenido que esforzarse muchísimo para alcanzar sus sueños, esos que muchas veces le han cuestionado. Sin embargo, a sus 33 años dice con orgullo que trabaja como administradora en un negocio familiar, que tiene dos maestrías y que se esfuerza por llegar a cumplir el sueño de dar conciertos.
Pero también puede hablar del significado de resiliencia, a partir de sus muy públicas vivencias, los errores, las críticas, las redes sociales, los medios, su matrimonio y hasta una detención.
Hoy, lejos de las pasarelas, la Miss Costa Rica 2017 se confiesa con La Nación.
Miss Costa Rica, la plataforma de Elena Correa
El 19 de agosto del 2016 la organización del Miss Costa Rica coronó a Carolina Rodríguez como su nueva reina, dejando a otra finalista, Elena Correa, como la virreina del certamen de belleza.
Elena soñaba con representar a Costa Rica en el Miss Universo desde que era una niña de nueve años, cuando vio a su prima, Ivette Cordovez, coronarse como Miss Panamá. Por ello, participó en distintos certámenes de belleza antes de probar suerte en el Miss Costa Rica.
Pese a no obtener el título en el 2016, la organización (que en ese entonces estaba en manos de Televisora de Costa Rica) tomó la decisión de designarla como Miss Costa Rica 2017. En aquel momento, Teletica afirmó que estaba concentrando sus esfuerzos de producción en las transmisiones de los partidos previos al Mundial de Rusia 2018, la Copa de Oro, la Copa Confederaciones y la cobertura preelectoral, por lo que a la televisora se le complicaba llevar a cabo el certamen de belleza, pese a que así lo había venido haciendo desde la década de 1970.
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Al quedar de segundo lugar en la edición del 2016, Teletica decidió que a Elena se le podía entregar el título del 2017 sin un concurso de por medio. Aquella designación “a dedo” despertó todo tipo de reacciones e incluso se le cuestionó si hubo alguna intervención de parte de su pareja, el empresario Carlos Rodríguez (su relación se tornaría mucho más noticiosa con los años, pero a eso llegaremos más adelante).
La modelo, quien en aquel entonces tenía 26 años, finalmente fue presentada en una ceremonia que transmitió Teletica.
—Haciendo un repaso por todo lo que ha pasado desde el Miss Costa Rica 2016 y viendo lo que ha pasado desde entonces, ¿es el camino que usted se imaginaba que iba a tener?
—En realidad sí. Fue un poco más difícil de lo que pensé, porque al no ganar ese año y recibirlo de otra manera en el 2017 creo que se generó muchísima más polémica; sin embargo, siempre he dicho y diré que gracias a la forma en la que se dieron las cosas crecí muchísimo como mujer y como persona. Entonces, al día de hoy, soy una mujer fuerte, determinada, que sabe lo que quiere.
“Me ayudó a aprender, a esforzarme en un 200% para lograr mis propósitos, porque realmente me preparé muchísimo, estuve en clases de todo, me levantaba muy temprano y me hice muchísimo más disciplinada”.
—¿Hubiera hecho algo diferente?
No, jamás. Era mi sueño desde los nueve años, o sea, yo duré años preparándome; incluso, el último año fue el más difícil porque me levantaba a las 4 a. m. todos los días para ir a clases de pasarela. Yo sabía a lo que iba al Miss Costa Rica y creo que eso se reflejó en los puntajes, porque me fue muy bien. Y el hecho de que se me otorgara la corona en 2017 creo que fue por el esfuerzo y la dedicación que que se vieron reflejados.
—Desde el inicio usted tuvo un perfil muy notorio, especialmente por su relación sentimental con Carlos Rodríguez. En el 2017 mucho se dijo de que él supuestamente le había “comprado” el concurso...
—La gente siempre habla lo que no sabe y se transmite ese mensaje los unos a los otros y eso no significa que sea verdad. Creo que la organización del Miss Costa Rica es bastante seria, la que me tocó a mí, la de Canal 7, y ellos pues claramente hicieron lo que tenían que hacer.
“En el reglamento del Miss Universo estaba muy claro que la virreina podía ser la próxima Miss Costa Ricas si ellos lo querían. Entonces lo hicieron de la manera más correcta posible y simplemente creo que la gente habla porque quiere hablar. Yo estoy superconsciente de que todo eso fue gracias a mi esfuerzo, dedicación y que la organización se dio cuenta de que yo realmente quería ser Miss Costa Rica y me dijeron que merecía la corona”.
—¿A usted se lo propusieron?
—Fue como de repente porque empezaron a salir chismes de que iba a ser yo (la Miss Costa Rica 2017). Entonces ahí fue cuando me lo propusieron y obviamente yo dije que sí, de una vez, porque ni siquiera, o sea, te lo juro, ni siquiera pensé en qué podía pasar, ni que se iba a armar un bochinche, ni nada. Cuando me dijeron yo solo dije: “sí, sí, sí”, porque era lo que quería.
—¿Cómo es que lidiar con esos comentarios de que a usted ‘le compraban todo’?
—Creo que es importante recalcar que todos tenemos luchas internas. A nadie se nos dan las cosas así como deme y ya. Todo tiene un precio, en el sentido de que uno tiene que esforzarse por esas cosas o por lo que sea que llegue a nuestra vida. Creo que la gente no sabe en realidad qué es lo que yo he tenido que hacer a lo largo de los años, ni muchas cosas mías que son por puro mérito propio y que tampoco voy a andar contando en redes.
—En aquel momento usted hablaba mucho de sus estudios en Medicina, ¿pudo terminar la carrera?
—Fíjate que creo que también la vida me fue sacando de ahí, pero poquito a poco... y la dejé, lastimosamente, faltándome cinco materias y el internado. Es una lástima porque ya iba muy avanzada; sin embargo, no me veo en un hospital, por lo menos ahora. Entonces como siempre me gusta tener un plan A y un plan B me dediqué a estudiar Administración de Empresas, la cual terminé y después hice dos maestrías: una en Mercadeo y otra en Comercio Internacional y me gradué con honores.
— ¿Cómo le ha cambiado la vida a partir del Miss Costa Rica?
—En muchas cosas, porque por ejemplo ya no tengo... en realidad... ya estoy acostumbrada a no tener tanta libertad para hacer muchas cosas y me tengo que cuidar muchísimo. Me ha pasado que voy al supermercado y la gente se me queda viendo y me toma una foto viendo qué compro y yo digo: ‘Dios mío, agarro esto o no’. Esas cosas me pasan muy seguido, pero ya se ha vuelto parte de mi normalidad, entonces ya no me afecta.
Titulares no tan gratos
Luego de finalizada su etapa como reina de belleza, en el 2018, Elena Correa desapareció de la vida pública, por decisión propia. Se dedicó a estudiar su nueva carrera, a sacar maestrías y a viajar, entre otras actividades. También, en el 2019 y luego de seis años de relación, la modelo se casó con Carlos Rodríguez, en el centro de eventos Pedregal. Al momento del matrimonio, la modelo tenía 28 años y el empresario 70.
Todo parecía ir viento en popa en su matrimonio. Sin embargo, en abril del 2023 trascendió la noticia de una ruptura, aderezada por una demanda de ella por violencia doméstica y una contra demanda de él.
El viernes 16 de junio de ese año, la casa de Correa en San Rafael de Heredia fue allanada por el Organismo de Investigación Judicial. La modelo y cantante fue detenida por las autoridades e investigada por los presuntos delitos de estafa informática, hurto, explotación patrimonial e incumplimiento de medidas de protección, en supuesto perjuicio de Rodríguez.
— Usted regresa la esfera pública en el 2023 y su vida privada vuelve a estar en titulares, pero por demandas entre usted y su esposo, ¿se arrepiente del manejo que hubo en ese momento?
—Fue algo que se salió de mis manos completamente, porque fue que alguien se enteró del asunto y divulgó todo lo que estaba pasando sin mi consentimiento y sin consentimiento de mi pareja. Si por mí hubiera sido, la verdad es que hubiera preferido por mil que fuera más privado el asunto, porque es una situación bastante complicada y doloros,a tanto para la familia de él como para mi familia y para nosotros mismos.
“Hubiera preferido que el tratamiento se diera de una manera diferente; sin embargo, sí, creo que todas las cosas que pasan a lo largo de nuestra vida es por algún motivo en especial y creo que esto sí nos ayudó a crecer muchísimo a los dos como personas, y a fortalecernos”.
—¿Cómo recuerda el momento en el que la detuvieron?
—Al inicio fue como muy traumático, sobre todo porque mi papá estaba conmigo y mi preocupación no era tanto por mí, sino por él y mi mamá, que les pasara algo. Pero durante ese día tuve varios ángeles que estuvieron apoyándome y que incluso cuando estoy detenida trataban de que el momento amargo en el que estaba, fuera más ameno, porque yo estaba con aquellas lágrimas y ellos buscaban la manera de que yo me riera, son como unos ángeles que Dios puso en ese momento para que no me sintiera tan mal.
“Al día de hoy, lo único que puedo decir es que Dios tenía un propósito con eso, porque realmente me ayudó en muchísimas cosas; sobre todo me ha enseñado a perdonar, creo que es muy importante. Yo soy muy creyente y Dios ha estado conmigo en todo momento y me lo reafirmó ese día”.
—¿Qué le pasaba por la mente en ese momento?
—Tenía obviamente mucha tristeza, pero creo que en realidad lo que más me preocupaba eran mis papás y lo que estaba pasando afuera, porque yo he tratado de ser el pilar de ellos siempre. Y cuando me dijeron que ya se habían enterado y que estaban bien, me empecé a tranquilizar.
“Yo estuve ahí (detenida) como desde las 9 a. m.,hasta como las 8 p. m.”.
—Y si tuviera que resumir aquel 2023, ¿cómo lo haría?
—Para mí fue un año de mucho aprendizaje, un año muy difícil, pero en el que transformó a Elena y la hizo una mujer muchísimo más fuerte de lo que ya era.
“Mis amigos, por ejemplo, me dicen que no puede creer que yo esté tan positiva y es que, como ya pasé por donde asustan, ahora veo las cosas de una manera diferente. Dejo que lo positivo venga a mi vida y lo negativo dejarlo de lado y trato de darle esa energía a las personas, porque a veces hay muchos que están pasando por un momento difícil y no lo dicen. Hoy soy una mujer que realmente sabe lo que quiere”.
—¿Le ha costado muchas lágrimas?
—Sí, claro. Uy muchísimas, pero lágrimas de verdad.
— ¿En algún momento se sintió humillada?
—Sí, pero no solo por esto, creo que en muchos aspectos de mi vida me he sentido humillada; sin embargo, por alguna razón, siempre sigo adelante y trato de seguir haciéndolo porque esas cosas hay que dejarlas de lado... y... ya.
—Entendemos que ya no está con su esposo...
—Mmm (Se ríe y prefiere pasar de pregunta).
—¿Sigue casada?
—Sigo casada.
—¿Considera que existen tabús por el hecho de que una persona joven tenga una relación con una persona mucho mayor?
—Yo creo, sinceramente, que hay un poco de hipocresía con respecto a esto, porque conozco muchas parejas, y que me han criticado, que se casan con personas mayores hasta 20 años. Yo conozco gente que se casa con personas que se llevan 30 años, igual como mi caso. Entonces sí creo que hay mucha hipocresía, porque es muy lindo señalar al otro, pero no ver que lo que está haciendo uno. Sí hay mucho tabú, pero también creo que la curiosidad es lo que más sobresale.
Elena Correa, la cantante que lidia con los ‘haters’
En el 2022 Elena estrenó la canción No soy mala, no soy buena. Después de eso volvió a la escena musical hasta este 2024, cuando estrenó De cero y, más recientemente, Imparables.
Esta era una faceta poco conocida de la reina de belleza y que sorprendió al público. Los sencillos se viralizaron a tal punto que traspasaron fronteras y ya suena en países como México. En Costa Rica, por su parte, hubo quienes cuestionaron las calidades vocales de Correa.
De hecho, Elena es una de esas figuras ticas que recibe críticas en redes sociales con frecuencia, ya sea porque canta, porque no canta, porque modela, porque no modela, porque sí y porque no; no obstante, asevera que ya se acostumbró y prefiere no prestarles atención.
— ¿De dónde surgió este anhelo de hacer música?
— Lo de la música surgió desde que estaba muy chica, como a los nueve años, cuando yo quería ser Miss Costa Rica, pero por diferentes circunstancias de mi vida, lo tuve que dejar y hace un par de años hice un cover para mi esposo, quien estaba pasando por un momento difícil y dije: ‘Le voy a dar esto de regalo’.
“Después de eso fue que decidí sacar mi primera canción y luego lo dejé hace dos años. Y volví ahora, porque el 2023 fue un poco duro y tuve muchas situaciones feas, y me acuerdo de que el 31 de diciembre estaba orando y me acordé de la música y le dije a Dios: ‘Ahora sí. Necesito hacer algo diferente. Yo necesito que mi 2024 sea totalmente diferente y que yo pueda cumplir mis sueños, ya fue suficiente’, y yo sentí que él me dio una señal de que hiciera lo que siempre me ha gustado, y por eso fue que empecé a trabajar”.
—¿Cree que la gente le puede dar una oportunidad en la música?
—Yo creo que sí. Lo que pasa es que todos tenemos muy claro que cuando alguien en Costa Rica quiere salir de lo normal, usualmente la gente no lo acepta a primera instancia; sin embargo, estoy totalmente segura de que conforme pasa el tiempo y la gente empieza a ver todo el esfuerzo que se está haciendo para sacar adelante la música, creo que van a empezar a aceptar musicalmente.
—¿Cuál es su objetivo: quiere sacar discos, hacer conciertos o es un pasatiempo?
—No, no. Esto es algo serio. La idea es sacar cierta cantidad de sencillos para lograr un álbum y cuando ya logremos esto, poder hacer conciertos y giras internacionales y todo. La idea es ir poco a poco, quiero irme preparando y no precipitarme en nada.
—Como cantante, a usted la han cuestionado mucho más que a otros intérpretes: no es común que en un programa de televisión pongan a los artistas a cantar a capella, solo para ver cómo canta. ¿Se sintió expuesta?
—Yo creo que he estado expuesta desde hace mucho tiempo, entonces no es algo que esté fuera de lo normal de lo que he vivido. No me lo tomo como muy a pecho.
—Hay comentarios en redes sociales que son muy fuertes y ofensivos hacia usted, ¿cómo lidia con eso?
—En realidad no leo los comentarios, creo que eso es lo mejor que puedo hacer. Sé por amigos que hay cosas feas que dice la gente; sin embargo, tengo muy claro que de la abundancia del corazón habla la boca. Entonces sé que todas esas personas que hablan tan feo y que tienen una crítica tan negativa es porque realmente lo están pasando mal en su vida... es que no se puede hablar tan mal así de los demás cuando uno está feliz, por eso simplemente lo dejo ir.
“Pero de verdad que les agradezco muchísimo, porque gracias a todos esos comentarios, sean positivos o negativos, han hecho virales mis canciones”.
—¿Y con los chismes?
—Es que no le pongo mucha atención tampoco a eso, porque la gente habla demasiado a veces... a mí me han metido en tantos chismes que yo digo: ‘Wow’ o que dicen que me conocen y yo: ‘¿De dónde?’, tal vez es gente que nunca he visto. Y lo peor es que la gente habla con tanta seguridad de cosas que en serio no son ciertas, que si uno se pone a darle atención a cada uno no va a ser feliz.
“Hay mucha gente que habla cosas de mí, que ni siquiera sabe, que ni siquiera me conoce e inventa cosas que no pasan y nunca han pasado. Por eso yo me enfoco en ser Elena Correa y en cumplir mis metas”.
—¿Cree que la gente se siente con derecho a cuestionarle?
—Sí, claro, la gente tiene una idea de que Elena Correa es una persona que en realidad no es. Por algún motivo se crearon como esa imagen de que Elena es una persona mala, entre comillas, una persona que no se esfuerza por nada, que todo lo tiene fácil... Y es gracioso porque gracias a todo eso me he tenido que esforzar el doble o el triple para hacer las cosas, porque más bien me ha costado más debido a todos esos comentarios.