Quizá, solo quizá, hasta ahora el mundo había subestimado a Emma Coronel Aispuro, flamante esposa desde hace 13 años del meganarco mexicano José Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán, tal vez porque la memoria colectiva la ubica a sus 16 años mientras bailaba en una fiesta en un rancho de Sinaloa: fue el día que conoció al capo, quien regresó dos años después por ella, para desposarla cuando recién había cumplido los 18.
Desde entonces, con el Chapo siempre en fuga o en la cárcel, ella empezó a visibilizarse a como pudo, con entrevistas exclusivas que ofreció incluso después de la última captura del marido y su posterior condena de por vida en una tétrica celda de una cárcel neoyorquina, la peor pesadilla para cualquier narcotraficante.
Es posible que al convertirse en madre de gemelas, hace nueve años, también acopiara indulgencia por la situación incierta de sus hijas, al tiempo que, ya con su marido convertido en carne de presidio, ella empezó a buscar luz propia, claro, por medio de las redes sociales, donde no tardó en convertirse en una particular influencer que parecía vivir la adolescencia que se perdió en el pasado.
Como ocurre cada vez más en el mundo actual, lo rocambolesco envuelve la realidad, como un par de perlas extractadas de uno de los perfiles de Coronel: seguía a pocas celebridades, pero entre estas destacaban nada menos que Kate del Castillo --amor platónico del Chapo y cuyo encuentro con él precipitó la captura del narco-- y claro, también Kim Kardashian... ¿cómo no, si muchos de sus miles de seguidores en redes insistían en destacar gran parecido entre ambas?
Pero toda esta extraña exposición en la que asimilaba la tragedia de su esposo y la combinaba con un mundo lleno de glamour, fashionismo y tremenda ostentación económica cambió abruptamente el pasado lunes 22 de febrero, cuando Emma fue arrestada en el Aeropuerto Internacional de Dulles, en las afueras de Washington, por cargos relacionados con su presunta participación en el tráfico internacional de drogas, según informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Ese día, medios internacionales daban cuenta de la noticia con un tenor de sorpresa, mientras que en Culiacán, México, donde nacieron tanto El Chapo como Emma también se corrió la voz. Lo mismo ocurrió, tal cual lo señaló la misma cadena CNN, entre periodistas especializados en investigación y en otras grandes cadenas de noticias.
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Por estos días, después de que transcurrieran más de dos semanas del arresto, la tónica se ha invertido y más bien son muchos los medios y expertos en el tema los que se preguntan cómo es posible que Emma Coronel no hubiera caído antes en las manos de la justicia.
Ya a partir de aquí se decantan varios hechos y supuestos que ubican a Coronel como cómplice de su esposo en distintas “movidas” narco desde hace años y que finalmente cayó tras ser traicionada por su propio compadre, padrino de una de las gemelas y quien forma parte del Cartel, hasta los que aseguran que en realidad la detención de Coronel obedece a una jugada legal en la que la justicia estadounidense estaría buscando sus confesiones para asegurarse que el Chapo nunca pueda salir de la cárcel, a cambio de ubicarla a ella y a sus hijas en el programa de protección de testigos, instaurado en Estados Unidos desde hace 50 años.
Como se sabe, este sistema les generaría una vida totalmente nueva, para empezar por sus identidades, y fuera del alcance ya no de la ley, si no de los propios miembros del Cartel de Sinaloa y hasta organizaciones rivales, dada la cantidad y el calibre de enemigos que cosechó Guzmán Loeira durante su amplia carrera como principal jefe narco del mundo, y además uno de los más sanguinarios.
Pero bueno, antes de continuar con las sorprendentes hipótesis que han ido surgiendo en los últimos días, se impone repasar los antecedentes de la relación del Chapo y su esposa, quienes en su momento tuvieron a su antojo todo el dinero del mundo, el que a duras penas podrían gastar durante el resto de sus vidas, y hoy (al menos, por ahora) comparten por separado una gélida celda y las condiciones mínimas para malvivir.
Una historia harto conocida desde que la mafia y el narco se instauraron a lo largo y ancho del planeta, pero cuyos ascensos estrafalarios y caídas al infierno, jamás dejan de sorprender.
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Crimen y ¿castigo?
El lunes 22 de febrero, la noticia le dio la vuelta al mundo. “La esposa del famoso narcotraficante mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán fue arrestada bajo sospecha de estar involucrada en una red de narcotráfico”, se leía en el parte oficial.
“Emma Coronel Aispuro, de 31 años, con doble nacionalidad estadounidense y mexicana, enfrenta cargos de conspiración para traficar cocaína, metanfetamina, heroína y marihuana para su importación a Estados Unidos”, indicó el Departamento de Justicia en el comunicado.
Su esposo, cofundador del cartel de Sinaloa y considerado en un momento como el narcotraficante más poderoso del mundo, fue sentenciado en julio del 2019 a cadena perpetua en Estados Unidos --tras un proceso tremendamente mediático-- y cumple su condena en una prisión de alta seguridad en Colorado.
Y es que la culminación del Chapo de por vida en una cárcel estadounidense no fue un tema menor, pues en las últimas dos décadas, mientras iba erigiendo su imperio narco, protagonizó tres arrestos y dos espectaculares fugas que atrajeron sobre él y su audacia, toda la atención mundial.
En resumen: fue capturado por primera vez el 9 de junio de 1993 en Guatemala, país al que viajó en un intento por enfriar la persecución policial que se desató contra los carteles cuando el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo murió durante un tiroteo entre mafias en el aeropuerto de Guadalajara, México.
Luego, el 19 de enero del 2001, se fugó de la cárcel de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, supuestamente escondido en un carrito de lavandería, aunque el caso no se terminó de aclarar por completo. Tras permanecer prófugo por más de 13 años, Guzmán fue capturado por segunda ocasión el 22 de febrero de 2014 en un hotel del balneario de Mazatlán, Sinaloa, donde aparentemente asistía a una fiesta.
De nada valió que fuera recluido en la prisión de máxima seguridad de El Altiplano, en el estado de México: solo 17 meses después, la noche del 11 de julio del 2015, volvió a escaparse por un túnel que daba al servicio sanitario de su celda, excavado por debajo de la prisión en una complicada logística que implicó millones de dólares y decenas de cómplices.
El Gobierno de México sufrió las burlas y críticas desde todas partes del mundo y El Chapo agigantó su leyenda por su audacia. Sin embargo, el octubre del 2015 el ego y el romanticismo lo traicionaron cuando cedió a recibir en su escondite, en alguna parte de las montañas de Sinaloa, a los actores Sean Penn (estadounidense) y Kate del Castillo (mexicana), quienes tras meses de gestiones lograron un encuentro con él, con miras a realizar una película sobre su vida.
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Luego quedaría claro que El Chapo tenía una especie de fijación con la prestigiosa actriz mexicana, quien justo había reinado en Netflix al interpretar a La Reina del Sur en la serie homónima.
A la postre, los actores fueron objeto de un cuidadoso seguimiento por parte de la Inteligencia de la Policía Mexicana, que puso en marcha un tremendo operativo que culminó el 8 de enero de 2016, cuando el narcotraficante fue recapturado en la ciudad de Los Mochis, Sinaloa, por tropas de la infantería de marina.
Un año después, el 19 de febrero del 2017, el otrora intrépido narco fue extraditado a Estados Unidos, donde se realizaría el juicio que lo encarceló de por vida.
Para entonces, Emma Coronel ya había sido seducida por la fama que le confirieron las diversas entrevistas con medios de primer nivel y, como efecto dominó, también descubrió la serotonina que le generaba el ir volviéndose cada vez más popular en sus distintas cuentas, en especial, la de Instagram.
“Emma se da a conocer desde que se casa con el ‘Chapo’ siendo ella una reina de belleza en Durango, coronada como reina de la Feria de la Guayaba y el café en su natal Canelas, en el norte de México. Luego viene el nacimiento de las mellizas de la pareja, Emali Guadalupe y María Joaquina, donde vuelve a sonar porque, incluso, viaja hasta Los Ángeles para tenerlas allí. Pero si hay un momento culminante de su salida a la luz pública, es propiamente durante el juicio del ‘Chapo’ “, analiza para el diario colombiano El Tiempo Norma Angélica Solórzano, académica de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de México.
Y es que, efectivamente, y casi en forma subrepticia, de poco en poco, Emma empezó a hacer de su vida un “reality show”, justo cuando su esposo estaba afrontando el juicio que, como prácticamente ya se sabía, lo confinaría de por vida.
A estas alturas, pocos se atreven a apostar por la real fidelidad que mostró Emma al acompañar a su marido en las maratónicas jornadas del juicio. No había por qué dudar de su transparencia en aquel momento, pero ahora, tras su detención y los otros hechos que se comentarán más adelante en este reportaje, sus reales intenciones han cambiado. Y conste, como dicen varios opinólogos, no se trata de juzgarla, pues es un hecho que por años la joven tercer esposa del Chapo Guzmán tuvo que lidiar con las constantes aventuras del otrora poderoso narco, ante las cuales, hasta la fecha, ha guardado silencio.
Sin embargo, para muchos ella fue acopiando su propia fama y muy a su manera.
“Durante el juicio, Emma se exhibe con un perfil de glamour, de lujos, y se la empieza a conocer como una influenciadora”, dice la mencionada analista Solórzano, siempre en entrevista con El Tiempo: “Y es que no es para menos. El ‘Chapo’, que forjó un imperio de 14.000 millones de dólares según Washington, hizo que Coronel pecara en lo mediático llevando a que algunos medios la bautizaran como ‘la Kardashian mexicana’”.
“Unas veces llevaba al juicio a las pequeñas gemelas, Emali Guadalupe y María Joaquina --entonces de siete años-- y otras publicaba en sus redes sociales las fotos que la prensa le sacaba al ingresar a la corte, modelando y hasta esquiando o tomando vino. Y cuanto más compartía sus lujos, más la gente se preguntaba de dónde venía todo ese dinero, cuando ni el Gobierno estadounidense ni el mexicano han podido incautar un peso del narco”, acotó la experta.
Más allá de la transparencia de su actuar (solo ella sabrá), lo cierto es que su presencia en la Corte implicaba un bálsamo emocional tremendo para el otrora poderoso y sanguinario narco, ahora convertido en un corderito avejentado, encadenado y sumiso ante sus peores enemigos, los policías gringos.
Como describe un despacho de la agencia AFP, “Cuando Guzmán entraba al tribunal de Nueva York en el que lo juzgaron su mirada casi siempre se dirigía hacia la zona del público (...) Parecía no perder ninguna oportunidad para saludar a Emma Coronel Aispuro, su esposa, hoy detenida en una cárcel de Virginia”.
Modelo, ‘influencer’, diseñadora de moda (en cuenta de prendas alusivas al Chapo, ya estando este en prisión y listo para la deportación), estrella de telerrealidad, la vida de Emma ha estado rodeada de misterio y por lo mismo se ha vuelto objeto de fascinación desde que la espléndida morena, 32 años menor que su marido, se convirtió en un personaje clave del juicio de su esposo hace dos años.
“Alta y de largo cabello lacio y negro, vestida con ropa ajustada y tacones, muy maquillada, Coronel sonreía y enviaba besitos al Chapo desde la segunda fila del tribunal casi cada día durante tres meses”, describió AFP.
“Era el único contacto posible, ya que las autoridades prohibieron que visitara o llamara por teléfono a su marido en prisión y el juez ni siquiera permitió que se abrazaran una última vez en la corte”, agrega el despacho.
Inauditamente, hoy Emma Coronel podría estar en una situación idéntica a la que afrontó su marido: de ser juzgada y hallada culpable, enfrentaría una pena mínima de 10 años de prisión y de ahí en adelante, hasta cadena perpetua, indicó una jueza federal de EE.UU. durante la primera audiencia judicial tras su arresto, celebrada por videoconferencia en la Corte Federal del Distrito de Columbia.
Contracara
La primera de las hipótesis más fuertes que se han manejado tras la detención de Emma conduce nada menos que a Dámaso López Núñez, padrino de una de sus gemelas y exmiembro, hoy encarcelado, del temible Cartel del Chapo.
De hecho, durante varios años Dámaso, apodado “El Licenciado”, fue considerado el # 2 en la línea de sucesión del Cartel de Sinaloa.
De acuerdo con información publicada en estos días por medios mexicanos como Reforma y la revista Proceso, el llamado en su prontuario de la justicia estadounidense el “Testigo Colaborador 1”, fue quien hundió a Emma Coronel con incriminaciones que le valdrían una reducción de condena a cambio de su testimonio.
El narcotraficante fue condenado a cadena perpetua por un tribunal federal de Alexandria, Virginia, en noviembre del 2018. Pero, a cambio de su testimonio para hundir a su compadre “El Chapo”, las fiscalías de Virginia y Washington solicitaron a la Corte de Distrito Este de Virginia que reclasificara la condena a cadena perpetua por una menor.
Justo dos días después de la detención de Emma, el sitio en internet del Buró Federal de Prisiones mostró que Dámaso López Núñez será liberado el 11 de agosto de 2032, es decir, dentro de 11 años.
De acuerdo con la acusación del caso, amparada en mucho por los decires de López Núñez, Emma Coronel fue mensajera de Guzmán Loera y conspiró para el envío de narcóticos hacia Estados Unidos, ambas acciones, entre 2012 y 2017, además de planear la fuga de su esposo antes de ser extraditado, algo que no lograron concretar.
Un día después del arresto de Coronel, Eric McGuire, agente del FBI, presentó una carta que Joaquín “El Chapo” Guzmán le había escrito a su esposa con instrucciones para seguir con sus actividades delictivas y esta sería la prueba que hundió a la mujer, parte de los documentos presentados por “El Licenciado” y que culminaron con el arresto de la exreina de belleza.
Como se sabe, cada historia en este tipo de clanes vale por sí sola. Anécdota al margen, siempre relacionada con Dámaso López, hace poco más de dos años, cuando acudió a la corte por primera vez para atestiguar en contra de su compadre y exjefe, “El Chapo”, “El Licenciado” se dio un golpe en el pecho con el puño en cuanto hizo contacto visual con Joaquín Guzmán. Al ser cuestionado por la defensa por este gesto, contestó sin titubear: “Porque lo amo”, dijo, pero que las circunstancias lo habían obligado a testificar y decidió pensar en su familia.
A todas luces, si el camino penal contra Emma Coronel avanza igual que el de su marido, pronto ella y Dámaso se verán las caras en la Corte, exactamente como ocurrió dos años atrás, solo que en este caso Emma no estará tirando besos en el estrado del público, sino esperando los hachazos de traición por parte de su otrora querido compadre.
Como suele ocurrir en estas historias de capos, siempre sobran las versiones que se sostienen por sí solas. “El Licenciado”, por ejemplo, conoció a “El Chapo” en 1999, cuando lo nombraron subdirector del Penal de Puente Grande, Jalisco, donde Guzmán fue recluido tras ser detenido en Guatemala. Antes de su fuga, el 18 de enero de 2001, “El Licenciado” renunció al cargo por acusaciones de corrupción en su contra.
Ahí empezó su carrera “oficial” como lugarteniente de Guzmán, y que culminaría unas dos décadas después con ambos encarcelados en Estados Unidos y confrontados por una tremebunda guerra de traiciones.
La otra “contracara”
El caso de Emma Coronel sigue complicándose. Según un amplio informe del portal argentino Infobae, el reportero del medio Vice News, Keegan Hamilton, dio a conocer hace unos días la versión de que la captura de la esposa de Joaquín Guzmán habría sido un arreglo con las autoridades estadounidenses. información, según Hamilton, proviene de filtraciones de la fiscalía de aquel país.
La pregunta continúa siendo: ¿por qué entregarse? ¿qué beneficios traería un arreglo de esta magnitud? A lo largo de la primicia, el reportero experto en narcotráfico apunta sobre algunas hipótesis que responderían las cuestiones.
Entrevistado por Vice News, Bonnie S. Klapper, exfiscal de narcóticos del Distrito Este de Nueva York, señala aspectos que ofrecen evidencias sobre que el arresto de Coronel, de 31 años, no fue del todo inesperado, en particular porque el “Chapo” quería que su esposa y sus gemelas, Emaly y María Joaquina, vivieran en un lugar decente.
“Quizás este fue un espectáculo elaborado. La arrestan, lo hacen muy público, están luchando por su detención porque ella ya coopera o quiere cooperar y quieren sacar a la gente del camino”, asevera Klapper.
En ese sentido, el experto y analista en seguridad, Alejandro Hope, detalla que la mujer es una herramienta de presión con el “Chapo”. “(Emma) tiene la ventaja de ser a la vez zanahoria y garrote para obtener colaboración de Guzmán y revelar información de sus socios e incluso de sus hijos”, apunta en su columna titulada “¿Se entregó Emma Coronel?”.
Las revelaciones de las fuentes cercanas al caso establecen que la rendición de Emma Coronel indica la existencia de un acuerdo de cooperación, donde ella podría brindar información o testimonio a cambio de indulgencia en su propio caso.
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El martes 23, Coronel tuvo su primera comparecencia ante la corte de Washington D.C., donde sus abogados acordaron con la fiscalía estadounidense mantenerla encarcelada indefinidamente a medida que su caso avanza. Su abogado, Jeffrey Lichtman —quien también fungió como defensor principal de su esposo en el “juicio del siglo”— no desmintió la información filtrada por las autoridades estadounidenses.
La revelación, además, trajo a colación hipótesis de varios expertos que advierten que la colaboración de Emma Coronel podría tratarse de un arreglo para el fundador del Cartel de Sinaloa.
Hope advierte que el testimonio de la exreina de belleza podría ser beneficioso para su esposo: “A cambio de su entrega voluntaria y su colaboración en otros casos, las autoridades estadounidenses pueden haber accedido a relajar las condiciones penitenciarias de Guzmán”, detalla.
Guzmán Loera se encuentra recluido en una prisión supermax en Florece, Colorado, y sin acceso a sus familiares.
Sin embargo, otras hipótesis se inclinan por la posibilidad de que Emma realice un intercambio con la justicia estadounidense que le conferiría equis beneficios si ella colabora con información que asegure al sistema judicial de Estados Unidos mantener al Chapo en prisión de por vida, pues aunque en teoría eso ya es así, no quieren jugarse el mínimo chance de que alguna de sus muchas apelaciones le dé la libertad, así sea en un futuro lejano.
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¿Todos contra todos?
La (Narco) novela (nunca mejor dicho) parece estar por comenzar. De ofrecer desde trucos de belleza en Instagram hasta detalles de la fastuosa fiesta temática de Barbie cuando sus hijas cumplieron siete años (ya con el papá encarcelado en Máxima Seguridad), Emma Coronel ha tenido que lidiar con varios flancos y uno de ellos es nada menos que el que estaría sosteniendo contra cuatro de sus “hijastros”, quienes al parecer no quieren nada con su madrastra, que tiene casi la misma edad de ellos.
De acuerdo con el diario mexicano El Universal, los Chapitos o los Menores (como se les llama) Iván, Alfredo, Ovidio y César Guzmán tienen una relación muy fracturada con la mujer en los últimos tiempos, aunque aún a principios del 2020 ella declaraba que se llevaba muy bien con los muchachos.
De hecho, fuentes allegadas a la familia Guzmán revelaron que la esposa del capo rompió la fraternidad con los hijos de Guzmán incluso antes de su captura.
Al parecer la actitud desmedida y de diva de Emma Coronel causó preocupación a los hijos del Chapo, pero llegó a la cúspide cuando Emma aceptó participar en la segunda temporada del reality show Cartel Crew, de la cadena televisiva VH1, que contaba la historia de familias de narcotraficantes y revela detalles íntimos (el seriado estaría en proceso de producción).
Los Chapitos lo tomaron como una amenaza directa, ya que la exposición de Coronel sería blanco para las autoridades, la prensa y los rivales del Cartel.
Por esta razón, los cuatro hijastros comenzaron a preocuparse por las actividades de Emma.
Ismael el Mayo Zambada, el líder y patriarca del cartel de Sinaloa (tras la caída del Chapo), también se encontraba incómodo con la actividad de Emma Coronel en redes sociales, según lo ratificó la escritora y periodista mexicana Anabel Hernández.
Lo cierto es que la detención de Coronel tiene en vilo no solo a sus hijastros, sino también a todo el Cartel de Sinaloa, por las razones ya consignadas.
Y ante todo el tremebundo escenario ¿qué dice el Chapo Guzmán?
No mucho. Lo último que dijo al respecto, la abogada Mariel Colón Miró, fue que no había podido contactar a quien ella identifica como representado vigente, Joaquín Guzmán Loera. En consecuencia, tampoco ha podido informarle sobre la situación de su esposa, aunque esto ocurrió la semana pasada. No obstante, Colón Miró desconocía en ese momento si el Chapo ya estaba enterado de la situación por otras personas. A la fecha, se ignora cuánto sabe el Chapo sobre la situación de su esposa, pues está totalmente confinado y prácticamente incomunicado.
Tiempos difíciles
Mientras tanto, Emma Coronel se encuentra en el Centro de Detención de Alexandria, Virginia, junto con unos 350 presos más, de acuerdo con información de medios como Los Ángeles Times.
Según datos de la prisión, las visitas en persona fueron suspendidas desde marzo del año pasado a causa de la pandemia. Sin embargo, han implementado videollamadas para familiares y amigos de reclusos, pero apenas se conceden 10 minutos cada semana entre martes y viernes, previa cita y con iniciativa de la persona detenida.
Los detenidos también tienen una hora de llamadas telefónicas cada siete días. Por otra parte, Coronel Aispuro podría tener asistencia consular de la representación mexicana en Virginia, pero al ser consultada por este caso, la Secretaría de Relaciones Exteriores no ofreció una respuesta oportuna, al menos hasta el viernes de la semana pasada.
¿Marcada por el destino?
Si bien es cierto hasta ahora se ha romantizado la forma en que un Chapo cuarentón enamoró a una jovencita en la flor de la vida, la verdad es que desde antes de conocer a Joaquín Guzmán, ya Emma Coronel estaba habituada, por decirlo de alguna manera, a los negocios ilícitos --muy normales en la zona de la sierra de Durango, al norte de México-- por cuenta de sus propios parientes.
Estando ella muy pequeña, a la región llegó un clan de agricultores de marihuana... pero no eran, ni por asomo, un grupo de poca monta: venían apadrinados por el narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, nada menos que el hoy tan conocido por la cultura pop “Señor de los Cielos”, uno de los capos más poderosos de México. Tras esta alianza, la familia Coronel controló por años el estado y el trasiego de droga por la frontera norte.
La historia de este clan se complementó con la del narcotraficante mexicano Ignacio Nacho Coronel Villarreal. “Don Nacho” y/o “El Rey del cristal”, como era conocido en el mundo del hampa, inició sus actividades delictivas bajo las órdenes del “Señor de los Cielos”. Tras la muerte de este —en 1997 durante una cirugía plástica—, Nacho se unió a la organización de Joaquín el Chapo Guzmán: el Cartel de Sinaloa.
De niña a mujer
Como es lógico y hasta razonable, visto lo visto Emma Coronel recién protagonizó un parteaguas en el que, sea cual sea la verdad, finalmente ha debido asumir en cuestión de pocas horas un rol al que, de alguna manera, había atravesado de forma casi ilesa en todos estos años.
Sin embargo, para muchos era imposible que se mantuviera en el carril de la prudencia y la madurez, pues básicamente Emma se saltó la adolescencia para entregarse a la vida de bandido --con todo y su billonada, claro está-- que representaba el narcotraficante más poderoso del planeta.
Será la justicia estadounidense la que dicte cátedra sobre este espinosísimo tema (para empezar, nadie sabe dónde y con quién están las gemelitas, posiblemente entre familiares, pero ya se sabe lo que puede pasar entre guerras de carteles y este es un asunto mayor para todos los involucrados... daños colaterales, que llaman, pero a un precio gigante porque las chiquitas, de nueve años, están sin sus papás, quizá para siempre.
Entretanto, con el fin de interpretar un poco más a fondo el sentir o pensar de Emma Coronel, extractamos algunas frases de las que publicó en sus primeros posts en Instagram, los que lógicamente se volvieron virales y se convirtieron en un acicate para la veinteañera esposa del Capo más “famoso” del mundo.
“Muchos me conocen, pero pocos saben quién soy”, dijo en uno de sus primeros posts del 2018, que creció diariamente a 30 mil likes por posteo. Eso sí, alguien la asesoró brillantemente, pues desactivó la parte de comentarios.
Pero más allá de las imágenes y grabaciones, también están las cuentas que ella sigue, en total, 116 y que muy bien podrían revelar parte de su personalidad, según una compilación de Potosí.com
*¿Por qué no seguir a la “amiga” de sus esposo? Una de las primeras cuentas que aparecen al meterse a la sección de seguidos de Emma Coronel es la de Kate del Castillo, la actriz con la que su esposo se reunió el 2 de octubre de 2015, tan solo tres meses después de haberse fugado del penal del Altiplano. Dicho encuentro le valió al Chapo para que más tarde, el 8 de enero de 2016, fuera capturado por tercera vez.
* Adela Micha puede presumir de ser la única periodista a la que sigue la esposa del Chapo Guzmán. Cabe recordar que el 6 de setiembre de 2017, la comunicadora entrevistó para La Saga a Jeffrey Lichtman, uno de los abogados que encabezan la defensa del exlíder del Cártel de Sinaloa.
* Y para ver el futuro, ¿quién mejor que Mhoni Vidente? Emma Coronel sigue a la famosa astróloga que no solo le dice a la gente lo que le traerá su día a día sino que ha ido más allá y se ha atrevido a lanzar una predicción nada alentadora para Guzmán Loera.
Y lo último infaltable:
*¿Será que Emma le dio “Seguir” a Kim Kardashian porque se enteró que en redes sociales, los usuarios afirman que tiene un parecido con ella? Hasta la revista People en español participó en el debate al señalar que el outfit de la esposa del capo, tenía un parecido a la popular socialité estadounidense.
* Entre su lista de seguidos, no podía faltar Alfredo Guzmán Salazar, Alfredillo, uno de los hijos mayores de Joaquín Guzmán Loera y quien hace poco más de dos años fue incluido por la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en su listado de los 10 delincuentes más buscados.
* Todo indica que los gustos musicales de la esposa del Chapo, apenas arrancando sus treintas, son variados, pues si bien sigue a poperas como Thalía, Shakira, Selena Gómez, Dua Lipa y Beyoncé, también tiene afición por raperos como 50 Cent, Snoop Dogg y Cardi B. Sin embargo, cuando se trata de bailar, escoge la música de reggaetoneros como Bad Bunny, Arcangel, J Balvin, Ozuna, Maluma y Nicky Jam.
* Y le gusta el box, o quizá solo los boxeadores como el mexicano Saúl Canelo Álvarez y el estadounidense Floyd Mayweather. Aunque cuando se trata de algo menos rudo, elige a futbolistas como Cristiano Ronaldo.
Pero bueno, esta era la desprolija Emma Coronel en el 2018. A todas luces, tres años después su vida ha dado un brusco giro, casi tanto como el de su esposo, solo que ambos están encarcelados en presidios de Estados Unidos, con edades diferentes: no es lo mismo empezar una pena de cárcel, en la de menos de por vida, a los 31 años (como Emma), que a los 62 (como el Chapo).
Igual, no se puede dar nada por sentado y, como ocurre en cualquier ámbito de la vida, el tiempo dirá.