Tenía apenas 19 años y nadie la conocía como Maribel Guardia. El nombre que mencionaron el 22 de julio de 1978 fue el de Maribel Fernández García para designar a la más fotogénica entre decenas de concursantes a Miss Universo.
La eligieron 300 fotógrafos de todo el mundo, según consignó este diario cinco días después al publicar una foto de la espigada morena de 1,70 metros caminando sobre la pasarela, en Acapulco, México.
Este ha sido uno de los máximos galardones que ha obtenido el país en la historia de concursos de belleza mundiales.
Y es que obtener tal distinción colocó a Costa Rica y a la nobel estudiante de Educación, moraviana de origen, en el ojo público internacional.
Los casi 40 años que han transcurrido desde entonces, no solo transformaron a Maribel Fernández en Maribel Guardia, sino que permitieron ver el surgimiento de una figura muy querida en la farándula mexicana y costarricense.
Aquella joven tímida que embrujó a todos con su sonrisa es hoy una orgullosa abuela, cantante, estrella de telenovelas y películas mexicanas y presentadora de programas con un alto nivel de audiencia en uno de los países con las batallas más voraces por el rating .
Como el agua dulce
Quienes la conocen, dicen que la Maribel de las portadas y los palenques a reventar es la misma mujer sencilla, afable y encantadora que embrujó a los fotógrafos, en 1978.
Sin olvidar sus raíces costarricenses, esta tica decidió echar también raíces en México.
Ahí tuvo a su único hijo, Julián, se casó con una estrella (el cantante Joan Sebastian, ya fallecido), se divorció, y se volvió a casar.
“He tratado de mantener los pies sobre la tierra como Maribel Fernández y no como Maribel Guardia (nombre artístico). Te digo que para subirse a una nube debe ser duro; hay que saber muy bien de dónde vienes, quién eres. Los grandes enemigos del ser humano son la fama y el fracaso”, manifestó la diva en una entrevista en el 2006.
Privilegiada con una figura escultural ya casi rozándole los talones a la sexta década, esta Maribel, la Guardia, sigue embrujando corazones.