En el artículo principal de la venidera edición de la Revista Dominical, el periodista Alessandro Solís se sentó a conversar con Jacob No, fundador de la Iglesia Mayor de Lucifer en Costa Rica y asistió a su actividad inaugural.
Desde hace un par de años me he interesado por las prácticas espirituales que se salen de la tradición católica costarricense. No hay mayor motivo que: "me llama la atención". Soy agnóstico, y desde que tomé esa decisión me he interesado por las diferentes corrientes de espiritualidad humana, ya sea dentro de templos religiosos, en conciertos musicales o haciendo yoga, entre otros ejemplos. La conexión del ser humano con el universo que lo rodea es fascinante por sí sola.
Dos años atrás, un amigo me dijo que en Cartago había una iglesia satánica. Naturalmente, me saltaron los ojos y le pregunté todo lo que pude. Fuimos a Cartago a buscar a uno de sus integrantes, pero nunca dimos con él. Seguimos buscando en Internet y preguntándole a otras personas, pero el secretismo reinaba. Nunca logramos dar con la supuesta iglesia católica, y con ello se esfumaron nuestras esperanzas de visitarla y –ojalá– escribir algo al respecto.
Este año, en enero, vi en Facebook que había una supuesta Iglesia Mayor de Lucifer en Costa Rica, la cual invitaba a su actividad inaugural, a finales de febrero. Apenas supe le escribí a la organización, temiendo que –por ser periodista de un medio tradicionalmente conservador– me dijeran que no querían que asistiera a la conferencia ni que escribiera de ellos. Tremenda sorpresa me llevé cuando me aceptaron sin problema.
Eventulamente, asistí a la conferencia, y unos días antes entrevisté a Jacob No, fundador del movimiento luciferiano moderno. Al no seguir ningún dogma, pudimos comunicarnos bien, pero también tenía muchas dudas y pensamientos erróneos que Jacob amablemente corrigió. El ejercicio, en general, es un intento por mostrar el otro lado de la moneda: los forasteros dogmáticos de un país en el que la mayoría de habitantes se define como católico.
—Alessandro Solís.
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Además, Gloriana Corrales narra dos historias muy distintas. Una es sobre el primero grupo de mujeres en Costa Rica que se dedican al oficio de la recolección de basura, en Siquirres. La otra da un giro hacia lo oscuro: ¿por qué algunos atletas de renombre internacional, tras convertirse en estrellas y millonarios, terminan en la bancarrota?
Por otra parte, Danny Brenes nos presentará a César Blanco, un nombre que tal vez no le llame la atención de primera entrada. Sin embargo, es muy posible que esté familiarizado con su trabajo: César es el encargado de las redes sociales de la Caja Costarricense de Seguro Social, que durante años ya se han convertido en uno de los puntos más altos de la cultura web del país.
Telefotos, secciones fijas y Tinta Fresca también estarán en la edición. Nos vemos el domingo.