La tradición convierte las calles de India en un lienzo. Como es usual, el festival Holi llena de polvos y agua de colores a su gente.
El Holi es, quizá, el festival menos religioso en la cultura hindú, pero sin duda es el más colorido.
La fiesta anual celebra el comienzo de la primavera y el triunfo del bien sobre el mal.
Las fiestas comienzan con rituales religiosos en una hoguera en la tarde de luna llena, a finales de febrero o inicios de marzo. Este año, la celebración se llevó a cabo el fin de semana pasado.
Su origen no está del todo claro: hay varias leyendas detrás del antiguo festival. “Una teoría es que el colorido ritual se basa en la historia de las juguetonas salpicaduras de ‘gopis’ (esposas e hijas de pastores) del Señor Krishna con agua”, escribió Newsweek.
“Otra es que el festival celebra la victoria de Lord Vishnu sobre el rey demonio hindú Hiranyakashipu y su hermana Holika”.
Los colores hacen oda a la llegada de la primavera: el renacer de las flores y las frutas.
La fiesta es una de las más perseguidas por los fotógrafos: le da posibilidades al lente de capturar instantes hermosos.
Este fotoensayo es tan solo una probada.