El principio del final no pudo ser mejor. Por el oeste la luna, en su fase de llena, atrajo las miradas durante la madrugada y su protagonismo solo fue opacado por los envolventes rayos del sol, que apareció por el lado opuesto.
Hubo momentos, incluso, en que surgió la duda de a cuál mirar… o fotografiar. Pero pronto ganó la razón, al satélite se le acababa la noche y el astro rey tenía por delante el día para mostrarnos todo el panorama, hasta hacía poco, oculto.
Y en verdad, no tardaron en aparecer los contornos de las montañas lejanas y otras no tanto, los sembradíos y la llegada de sus cuidadores y el inigualable concierto de los pajaritos, secundando el eco que dejaba a su paso el aire fresco.
A esas horas de la mañana solo aquellos susurros acompañaban tanta belleza de paisaje en vivo. Fue hasta más tarde que llegó, sobre todo a la ciudad, el bullicio de los parlantes con música bailable alternada con la participación de los locutores, y a veces en simultáneo.
Por la tarde hubo tiempo para acicalarse, ponerse con Dios o conseguir los agüizotes que dieran la tranquilidad, antes de que la pólvora cantara doce veces, oficialmente.
Feliz año 2021.
El último día de un año particularmente diferente estuvo despejado y dejó pintorescas y coloridas escenas. Radiante y majestuoso. Así se anunció el sol por el horizonte, desde Tierra Blanca de Cartago, a las 5:29 a.m. Foto: Rafael Pacheco (Rafael Pacheco Granados)
Desde las seis de la mañana empezó el desfile de los agricultores hacia las fincas para dar la última atención del año a sus cultivos. Foto: Rafael Pacheco (Rafael Pacheco Granados)
Desde la zona norte de Cartago se pudo apreciar cómo la capital empezaba a despejarse, a las 6:43 a.m. Era el principio del final del 2020. Foto: Rafael Pacheco (Rafael Pacheco Granados)
Roger Córdoba dedicó las primeras horas del último día del 2020 para abonar unas matas de arvejas y otros surcos de frijol. Foto: Rafael Pacheco (Rafael Pacheco Granados)
Algunas personas quisieron terminar el año agradeciendo o pidiendo a Dios por el año que empieza. A las 8:27 a.m., este era el panorama frente al templo de Tierra Blanca de Cartago. Foto: Rafael Pacheco (Rafael Pacheco Granados)
Estos niños de la familia Víquez Solano se entretenían recogiendo Santa Lucía, en Blanquillo de San Rafael de Oreamuno. Esta planta es muy buscada como agüizote para tener prosperidad en el nuevo año. Foto: Rafael Pacheco (Rafael Pacheco Granados)
A la 1:29 p.m. del 31 de diciembre, un avión pasó dejando su estela de vapor sobre un árbol de corteza amarilla. Una escena que no se pudo apreciar durante varios meses. Foto: Rafael Pacheco (Rafael Pacheco Granados)
Había que estar bien presentado para recibir el esperanzador 2021. La escena corresponde a una barbería en Cartago centro, a las 4:56 p.m. del 31 de diciembre. Foto: Rafael Pacheco (Rafael Pacheco Granados)
Y ahora sí. El 2020 es historia. El juego de pólvora es para celebrar con optimismo y esperanza la llegada del 2021. Foto: Rafael Pacheco (Rafael Pacheco Granados)