De seguro a usted le ha pasado que ahora con más frecuencia escucha que una persona prefiere evitar comer porque amaneció con gastritis, o que hable de lo mal que la ha pasado los últimos días producto del reflujo, o que algo que comió le provocó colitis.
Pero también ahora es muy común escuchar a alguien decir que no pudo almorzar porque tuvo mucho trabajo, o que no le dio tiempo de desayunar antes de salir de su casa. Por otro lado, están los que optan por una “comida rápida” para seguir con su jornada diaria, o quienes de la ansiedad provocada por el día a día quieren comerse todo lo que encuentran.
Sin lugar a dudas, el ajetreo diario ha llegado a convertirse en uno de los enemigos más poderosos de la salud gastrointestinal de las personas que, inevitablemente, han tenido que adaptarse a nuevos estilos de vida producto de sus hábitos alimenticios, que han llegado a pasar factura. De allí que padecimientos como el síndrome del intestino irritable, la gastritis crónica y el reflujo sean cada vez más comunes entre la población.
“Ahora se ve con más frecuencia estos problemas gastrointestinales por el ritmo de vida que llevamos. La gente pasa en un puro estrés, en puro corre corre, muchas veces no come bien, obviamente el estrés influyen y si consume algún medicamento... todo influye. Ahora la mayoría de la gente, cuando habla del ritmo de vida que lleva, lo que le dice a uno es: ‘pasé muy estresado y no me dio tiempo a comer’ y eso no está bien.
“Es importante que la gente trate de comer a las horas y que coma lo más sano posible, porque todo eso va a influir no solo en la salud gastrointestinal, sino en la realidad global que el paciente tenga”, explica Marianela Alvarado, gastroenteróloga del Hospital de Alajuela, y presidenta de la Asociación de Especialistas en Gastroenterología y Endoscopía Digestiva de Costa Rica.
De acuerdo con la especialista, el problema es que en los últimos años la alimentación ha “cambiado mucho”, si se compara con lo que se comía décadas atrás.
Por ejemplo, detalla que en el caso de Costa Rica, conforme avanza el tiempo, las comidas son cada vez más influenciadas por la alimentación estadounidense; es decir, se consumen cada vez más comidas rápidas, que además se acompañan de gaseosas.
“Que haya comidas grasosas con alto contenido calórico puede influir para que el paciente desarrolle más problemas gastrointestinales. Esto influye en toda la parte metabólica y que el paciente tenga sobrepeso u obesidad. Y con eso también hay otras afectaciones, por ejemplo, en el hígado, pues una persona con sobrepeso u obesidad tiene más tendencia a desarrollar hígado graso, que lo expone, a largo plazo, a tener una cirrosis.
“Entonces sí hay un impacto importante en la dieta en cuanto a que si consumimos alimentos procesados y comidas rápidas puede influir no solo de salud gastrointestinal, sino a nivel metabólico e incluso en la salud cardiovascular”, explicó la especialista.
Más cuidados
La doctora Alvarado afirma que en Costa Rica los padecimientos más comunes son la gastritis crónica, la enfermedad de reflujo y el síndrome del intestino irritable, que son pacientes que sufren de dolor abdominal junto con otros aspectos de la enfermedad, como estreñimiento, diarrea o ambas. Además, hay muchos pacientes que llegan con úlceras gastrointestinales, que son provocadas por la mala alimentación, el consumo de antiinflamatorios y por el fumado.
Entonces, surge la interrogante: En un mundo de ritmo frenético, ¿cómo se puede hacer para evitar estos padecimientos?
Por más trillado que parezca, la clave está en comer saludable.
“Lo ideal es tener una dieta balanceada y que las personas consuman alimentos que permitan aumentar su flora intestinal de forma adecuada. También se pueden consumir lácteos que tengan probióticos e incluir tanto vegetales como frutas a la dieta, así como alimentos altos en fibra o suplemento de fibra, carnes que tengan alto contenido de grasas y, por supuesto, evitar comidas procesadas”, detalla.
Sin embargo, la especialista es enfática en que si la persona siente que la comida no le cae bien o que si está empezando a notar síntomas de enfermedades gastrointestinales, lo ideal es que consulte a un gastroenterólogo, que es el médico especialista en esta área, para que este pueda dar su consejo profesional y así la persona pueda consumir lo que realmente le beneficie a su salud.
“Esto es muy importante, porque, por ejemplo, la dieta del tico es arroz, frijoles, una proteína, plátano maduro y casi nada de ensalada o ensalada de caracolitos... es decir, puros carbohidratos. Lo que pasa es que a veces la gente no incluye en su dieta muchos alimentos que necesita y es importante cuidarse, para evitar padecimientos crónicos a largo plazo como hipertensión, hígado graso, enfermedades metabólicas”, comentó.
Asimismo, la doctora Alvarado añadió: “En nuestro cuerpo todo está intercomunicado y, por eso, es importante ver la salud de una forma integral”.
Eso sí, fue enfática en que es importante buscar a un especialista y no guiarse por lo que se encuentra en redes sociales, pues allí circula mucha información que no siempre es verídica: por ejemplo, los batidos milagrosos, la limpieza de los intestinos y la gran cantidad de dietas para bajar de peso rápidamente a partir de alimentos que no siempre son los recomendados por los expertos.
“Limpiar intestinos, eso no se hace. Ha habido una tendencia en redes sociales e incluso ciertas publicidades que dicen que uno debe limpiar el intestino y en realidad eso no es bueno para la salud gastrointestinal, porque, por ejemplo, una lavativa o limpieza intestinal de ese tipo lo que hacen es lavar totalmente la flora intestinal.
“Hay que recordar que nosotros tenemos un montón de microorganismos que son los que nos permiten tener una adecuada salud gastrointestinal y evita tener una disbiosis intestinal por no tener una dieta adecuada cuando el paciente ha tenido este tipo de prácticas como lavativas a nivel intestinal”, explica Alvarado.
Ante ello, la especialista recomienda el consumo de alimentos altos en fibra, así como vegetales, frutas y yogur, así como comidas bajas en grasas.
“Hay que controlar las porciones, que es lo que un nutricionista le enseña uno, porque si yo me como las porciones adecuadas muchas veces ni siquiera hay una necesidad de que yo me coma un producto light. Es decir, si sé controlar bien la cantidad de grasa, eso me favorece, porque la grasa es lo que hace que muchos pacientes tengan problemas”, detalla.
Nuevas tendencias
Sin embargo, no todo es tan negativo, pues tal parece que los costarricenses tienen un poco más de conciencia y quieren evitar padecer de gastritis, colitis, reflujo y todo lo que viene con ello.
Así lo refleja el estudio internacional Taste Tomorrow, sobre el comportamiento, las actitudes, las elecciones y las tendencias futuras de consumo a nivel global. De acuerdo con sus resultados de este 2023, las personas están más preocupadas por consumir alimentos que favorezcan su salud gastrointestinal.
Este estudio se realizó en un total de 50 países del mundo y, de ellos, siete pertenecen a Latinoamérica.
Los resultados de este estudio, revelan que el 85% de los consumidores en América Latina desean consumir alimentos que mejoren la salud intestinal y que un 83% de los consumidores latinoamericanos reconoce el impacto positivo que tiene en el bienestar mental la mejora de la salud intestinal.
“Los latinos estamos preocupados por la salud, pero no solo desde el punto de vista físico y de bienestar, sino desde el punto de vista del sistema inmunológico y toda la parte mental, por todo lo que seguimos viviendo. Es decir, buscamos respuestas a cómo me siento mejor y cómo me ayuda eso con la mente.
“Y lo que más llama la atención es que si agarramos los datos de este año y lo comparamos con datos anteriores, vemos que ha sido un crecimiento muy acelerado y lo más valioso es que las personas lo ven desde el punto de vista de beneficio inmunológico, mental y estomacal”, explica Evelyn González, vicepresidenta de marketing para Centroamérica, Sudamérica y el Caribe de Puratos, empresa encargada de realizar el estudio.
Costa Rica fue el único país de Centroamérica que fue tomado en cuenta para la encuesta por segundo año consecutivo. En este caso, el estudio revela que un 78% de los ticos encuestados coinciden en que eligen su comida con cuidado.
“Se ha convertido en una tendencia que la gente dice: ‘yo soy lo que como’, y ese comer no está tan enfocado en el tema de apariencia física, sino intestinal y del sistema inmunológico. Yo creo que los beneficios de la comida saludable y la creciente lectura de la etiqueta de los empaques ha ayudado a esta tendencia en la que Costa Rica y Latinoamérica dentro del mundo” añade González, quien participó directamente en el desarrollo de la encuesta.
Otro dato interesante es que un 85% de los ticos es consciente de la importancia que tiene la fibra para la digestión.
La encuesta se le aplicó entre febrero y mayo de este 2023 a aproximadamente 800 costarricenses, con edades entre los 25 y los 50 años y de clase media y media alta de la Gran Área Metropolitana.
Un compromiso
De acuerdo con González, los resultados del Taste Tomorrow deberían servir a las empresas para trabajar en el desarrollo de productos que beneficien a la población en general.
“Nos obliga a redefinir la forma en la que íbamos; es decir, creo que las empresas deben de trabajar en ofrecer productos y lugares que promuevan comidas que sean ricas pero con alimentos saludables, porque entiendo que no queramos que se toque el sabor, entonces tenemos que apostar por satisfacer las necesidades de los clientes y cuidar, al mismo tiempo, la calidad de los productos”, afirma.
Para la experta, si bien el estudio arroja resultados favorables en cuanto a la salud, también las compañías deberían apostar por trabajar más en productos con ingredientes que sean más beneficios para la salud, pues a partir de allí se puede ayudar a educar a los consumidores.
“Creo que es una responsabilidad de todos, tanto de empresas, como de organizaciones y del gobierno, porque yo creo que es un tema de educación. A veces se nos olvida educar a los consumidores, y cuando hay un hábito, es seguro que va a haber una repetición. Entonces, una persona con mucha información difundida por el gobierno, por empresas y por organizaciones sobre el mismo tema, va a lograr hacer un hábito más rápido”, asegura González.
De hecho, la mercadóloga fue enfática en que esto se puede ver con más frecuencia en niños, a quienes se les alimenta, sin problema, con productos de origen vegetal. Entonces “si ya hay generaciones más jóvenes que lo están haciendo, ¿por qué los grandes no podríamos?”.
Lo cierto es que hoy las rutinas tan cargadas de estrés, de alimentos procesados fáciles de conseguir y de múltiples carreras, están pasando factura y la salud es la que está terminando comprometida.
Al final, la decisión es personal y tal parece que los ticos ya están dando cuenta de eso.