*Este texto fue publicado originalmente por el periodista Rodrigo Calvo en su blog ‘El Buzón de Rodrigo’
Alejandro Morera Soto y José Rafael Fello Meza Ivankovich están situados en la cima de los más destacados jugadores de la historia del fútbol costarricense de todos los tiempos. El primero brilló en clubes del país, Cuba y España, nada menos que en el poderoso FC Barcelona. Y el segundo fue un goleador implacable en clubes de Costa Rica, México, Argentina, Colombia y Honduras. Por las indiscutibles carreras que forjaron con letras mayúsculas, ambos se inmortalizaron para siempre al ser recordados con admiración y respeto por la afición nacional, especialmente cuando fueron bautizados con sus nombres los estadios de Alajuela y Cartago, respectivamente.
Pero las trayectorias de los reconocidos “Mago del Balón”, en el caso de Morera, y del “Maestro del Fútbol Costarricense”, como le llamaban a Meza, se cruzaron en pocas ocasiones durante los Campeonatos Nacionales de la Primera División, incluso se dio la ocasión en que don Alejandro siendo el entrenador de la Selección de Costa Rica lo convocó a que liderara la delantera tica en el I Campeonato Centroamericano y del Caribe de Fútbol, realizado en mayo de 1941, en La Sabana, San José. Allí, mientras la Sele se coronó campeón del certamen regional, Fello se lució en la red contraria y fue el máximo anotador con ocho tantos en cuatro encuentros disputados.
Sin embargo, hace ocho décadas en marzo de 1944, la polémica afloraba en el país tan rápido como la mala hierba y no faltó quien dijera que Fello Meza, cien por cien, era mejor jugador que Alejandro Morera. Había que realizar un partido entre el Club Sport Cartaginés y la Liga Deportiva Alajuelense para saber quién era quién en nuestro fútbol. Los brumosos plantearon el desafío y los manudos aceptaron con gusto, reseñó el periodista e historiador José Antonio Pastor Pacheco, en su libro “El adiós del Maestro: La historia de Fello Meza”, editado en 1991.
Entonces, Morera se encontraba en 1944 en el ocaso de su brillante carrera, que había dado inicio en 1925, cuando apenas tenía 15 años. En Costa Rica, había alcanzado todos los títulos posibles con su único equipo, el Alajuelense. Como seleccionado nacional, contaba con un número de presencias muy respetable. También había jugado en la época de oro del fútbol cubano, para el Centro Gallego. En España había integrado las filas del Espanyol de Barcelona, FC Barcelona y Hércules de Alicante. Un historial en verdad impresionante. Tenía 34 años de edad.
Su amor por este deporte era una indiscutible realidad en su vida. “Un partido de fútbol es la vida misma. Hay emoción, alegría, tristeza, amargura y duda… El fútbol es inteligencia y capacidad física, que se basa en el señorío, la caballerosidad y la humildad. La vida del ser humano se hizo para servir a los demás”, era su pensamiento que externó en el diario La Nación, en 1999.
En cambio, para Fello Meza su carrera futbolística apenas empezaba en 1944. Contaba con 23 años y ya había jugado en México con el equipo Unión Deportiva Moctezuma de Orizaba, con el que ganó el campeonato de goleo individual de la liga azteca y con el prestigioso Estudiantes de la Plata en Argentina, país donde posiblemente se practicaba el mejor balompié del mundo y afloraban los elogios de la prensa para el atacante brumoso.
“El centro delantero costarricense que triunfara en México. Y trasladado a nuestro medio, ratificó esas bondades, mostrando una positividad y una puntería verdaderamente notables. Juega de cabeza maravillosamente. Anota con la precisión de un geógrafo. Se llama Fello Meza”, describió la revista deportiva argentina Cancha en 1942. “Hasta en el fútbol argentino se enroló un pequeño crack de Costa Rica. Estudiantes alineó en su ataque a un morochito, muy diestro para mover la globa y muy valiente para luchar en la zona fuerte adversaria. Se llamaba Meza. Y jugando al fútbol demostró que procedía de muy buena escuela…”, reseñó por su lado en 1943 el diario Clarín, de Buenos Aires.
Empate inolvidable con goles de Morera y ‘Fello’ Meza
Alejandro Morera y José Rafael Fello Meza eran dos jugadores extraordinarios con estilos muy distintos, pero que, con categoría, supieron poner muy en alto el nombre de Costa Rica en campeonatos del extranjero. El único punto de comparación era la amistad que los unía desde tiempo atrás y los mantuvo de cerca el resto de sus vidas.
El histórico juego amistoso quedó señalado para el domingo 5 de marzo de 1944 en el Estadio Nacional de La Sabana, San José. El Club Sport Cartaginés saldría ese día con Carlos Arquero Jiménez, en la portería; Napoleón Polón Aguilar y Rodrigo Yoyo Trejos, en la zaga; Ubaldo Chaves, Jorge Pacheco y Jorge Calvo, en el mediocampo; Jaime Meza, José Alberto Granados –Granaditos-, José Rafael Fello Meza, Marcos Madriz y Arias, en la línea de ataque.
Por su parte, la Liga Deportiva Alajuelense saldría con el guardameta Manuel Ángel Porras; los defensores Héctor Cordero Blanco y William Cordero Negro; los volantes Rogelio Garrobero Fernández, Claudio Chopita Padilla y Álvaro Biyú Villalobos; los delanteros Robles, José Luis Chime Rojas, Alejandro Morera, Miguel Ángel Chumpi Zeledón y Benigno Vargas.
Al finalizar el primer partido de la serie interprovincial se registró el empate a un gol por bando, que fue fue el fiel reflejo de lo ocurrido en el terreno de juego, en un duelo inolvidable que la afición lo pedía a gritos para que midieran fuerzas. Curiosamente, Alejandro Morera y Fello Meza serían los anotadores de los tantos en un encuentro que resultó memorable.
Según la obra “Eternamente Cartaginés: El libro histórico de los brumosos en su 114 aniversario, 1906-2021″, escrito en Cartago por Andrey Xavier Muñoz Rojas (2020), Fello Meza sería el primero en anotar el tanto de apertura con su característica técnica goleadora. Pero sería don Alejandro quien empataría el marcador en el segundo tiempo. Luego de esta acción que puso la pizarra 1-1 los equipos bajarían su rendimiento, aunque no descendería el espectáculo brindado en el Nacional.
Para la prensa local, ambos conjuntos habían escrito un poema futbolístico. Fue uno de los enfrentamientos más sonados en toda la historia deportiva de Costa Rica, para conocer cuál de las dos estrellas ticas era el jugador con más condiciones futbolísticas del país. El resultado igualado, con un gol anotado por cada uno de los protagonistas principales de la exhibición, demostró que ambos futbolistas tenían la calidad más que demostrada de que son dos de los mejores jugadores en la historia del balompié nacional.
La revancha Morera-Fello y lo que vino después
Una semana más tarde se produjo el partido de revancha del trascendental duelo entre Alejandro Morera y José Rafael Fello Meza. Fue catalogado como “un sensacional desempate entre Alajuelense vs Cartaginés”, de acuerdo a un aviso aparecido en el diario La Tribuna, en un rincón en las páginas de información internacional, espectáculos y cines del país.
Sucedía que en esa época había una copa amistosa en disputa en aquella oportunidad, con un trofeo por entreegar que fue donado por el Dr. Juan Bautista Vega Sanabria. Y como el empate a una anotación no determinaba al ganador, era necesario organizar un segundo encuentro para definir al vencedeor del galardón deportivo.
Así, pues, la siguiente confrontación fue también crucial y se arregló entre las directivas de los dos equipos y los organizadores. Se programó para una semana después, a partir de las 3 p. m. del día domingo 12 de marzo del año 44, en un amistoso nuevamente por realizarse en el Estadio Nacional, de San José.
En esa ocasión, el Alajuelense de Morera Soto lució mucho mejor que el Cartaginés de Meza Ivankovich y salió por la puerta grande del coliseo deportivo en La Sabana, con un marcador a su favor de 3-1. Los anotadores de los goles fueron el propio Alejandro Morera Soto, en dos oportunidades, y el artillero Mario Riggioni. El tanto de honor de los cartagineses estuvo a cargo de Antonio Achoy.
Poco tiempo después de los significativos partidos con el veterano Alejandro Morera, la promesa José Rafael Fello Meza permaneció poco tiempo en el país tras dejar atrás su experiencia en el balompié argentino con el Estudiantes de la Plata. Y decidió retornar de nuevo hacia la máxima categoría de México, contratado nuevamente por la Unión Deportiva Moctezuma de Orizaba, con con el cual lograría en 1945 convertir otros 21 goles en la liga azteca.
La temporada siguiente Fello pasó al Atlante, que pagó 10 mil dólares por su ficha, una cifra muy alta en esa época. Con los Potros alcanzó su etapa más brillante en el fútbol mexicano y alcanzaría el campeonato mayor en la temporada 1946-1947, con una buena cuota en las tres temporadas con los azulgranas. En 1949 retornó al Moctezuma por unos meses. Ahí consiguió otros 19 goles y finalizó su experiencia en México con una alta producción de 163 goles.
“Esas fueron mis mejores temporadas como futbolista. En esos años había adquirido una experiencia indescriptible, al poder jugar al lado y en contra de los mejores jugadores argentinos, españoles y mexicanos de la época”, declaró Fello Meza en una entrevista con al revista deportiva Triunfo, publicada en 1984.
Mientras tanto, por ese tiempo, Alejandro Morera dejó de jugar al fútbol en 1947 y de entrenar en 1949, para dedicarse a su finca de café en Carrizal de Alajuela. También incursionó en la política, primero como diputado de 1958 a 1962 y luego como gobernador y ejecutivo municipal, entre 1966 y 1970, en un momento especial en su existencia pues Alajuelense denominó con méritos el estadio en Alajuela con su nombre.
Por su parte, antes de concluir su carrera como futbolista, Fello Meza también partió a Colombia a jugar la temporada 1950-1951 con la Universidad de Bogotá, pero se lesionó la rótula y sólo pudo actuar en ocho juegos para una producción de ocho goles. Esa lesión lo obligó a regresar a Costa Rica, donde estuvo en recuperación durante seis meses. Se incorporó luego al Cartaginés donde cumplió una doble función como jugador y entrenador, experiencia que ya le había sido encomendada en su segunda etapa con el Moctezuma.
En 1953, Fello viajó a Honduras donde cumplió en dos etapas su última experiencia internacional haciéndolas también de jugador y entrenador en el equipo Aduana de Tela; lo anterior se dio cuando ya había renovado con el equipo blanquiazul, razón por la cual la directiva del Cartaginés acordó la expulsión del jugador por cinco años. Finalmente, puso fin a su exitosa y memorable carrera con el Club Sport Herediano, equipo con el que jugó y ganó el campeonato de 1955-1956. Jugó su último partido con la camiseta rojiamarilla contra el austríaco Rapid de Viena (7-2), uno de los principales equipos de Europa en esta década.
Tras convertirse en entrenador de varios equipos de Primera y Segunda Divisiones, Fello Meza recibió un merecido homenaje a su grandeza como jugador el 2 de agosto de 1973, cuando el Cartaginés bautizó el estadio de Cartago con su nombre durante una triangular internacional en la que participaron el Liverpool de Uruguay, Herediano y Cartaginés.
Mientras Meza falleció el 15 de junio de 1988 a los 68 años en San José, Morera dejó de existir a los 85 el 26 de marzo de 1995 en Alajuela. Sin duda, tanto Alejandro Morera Soto como José Rafael Meza Ivancovich dejaron el fútbol hace muchos años, pero se les recuerda como dos de los más grandes jugadores de nuestra historia. Y 1944, hace 80 años, quedará en el recuerdo de la afición tica como el año en que se dieron históricos duelos entre los máximos ídolos de Alajuelense y Cartaginés, auténticas leyendas del balompié costarricense de todos los tiempos.
La leyenda rojinegra: Alejandro Morera
Nombre y apodo: Alejandro Morera Soto, conocido como El Mago del Balón.
Nació: 14 de julio de 1909, en Alajuela.
Murió: 26 de marzo de 1995, a los 85 años, en Alajuela.
Familia: Sus padres, Juan Morera y Eufemia Soto (fallecidos). Fue el mayor de una familia de cinco hijos. Casado en 1937 con Julia Pacheco Pérez (fallecida el 24 de marzo del 2017, a los 106 años). Tuvo una hija, Gennie Morera Pacheco (fallecida), y cinco nietos, Manuel, Lucía, Julia, Camilo e Inti.
Demarcación: Delantero.
Equipos donde brilló: Liga Deportiva Alajuelense (1925-1927, 1928-1932 y 1936-1947) y la Selección Nacional de Costa Rica (1938, 1942 y 1943), en Costa Rica; Centro Gallego (1928) y Fortuna (1930, como refuerzo), en Cuba; F. C. Barcelona (1933-1935) y Hércules de Alicante (1935-1936), en España; Racing de París y Le Havre (1936), en Francia. Se retiró de la actividad deportiva en 1952.
Títulos obtenidos: Ganador de la Copa Armada en Cuba, con Centro Gallego (1928). Campeón de Primera División, con Alajuelense (1928 y 1939). Ganador de la Copa Argentor, con la Liga (1928). Campeón de Cataluña, con Barcelona (1934-1935). Presea de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe (1938). Cuatro veces campeón goleador de Costa Rica con Alajuelense en 1927 (7 dianas), 1928 (17), 1930 (8) y 1939 (23). Y como técnico llevó a Costa Rica al título regional (1941) y a la Liga al cetro local (1945).
Seleccionado nacional: Jugó con la Tricolor de 1938 a 1943; sólo anotó cuatro goles en cinco partidos internacionales de categoría A. Medallista de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1938 en Panamá.
Equipos que dirigió: Con la Liga Deportiva Alajuelense fue entrenador y jugador entre 1941 y 1947, equipo al que llevó a los títulos nacionales en 1941 (invicto) y 1945. También fue seleccionador de Costa Rica a la que dirigió de 1941 a 1943, incluso guió a la Tricolor al título de monarca en el primer Campeonato Centroamericano y del Caribe de Fútbol de 1941 celebrado en San José.
Otras actividades: Agricultor por muchos años, en su propia finca de Carrizal, Alajuela. Diputado en la administración de Mario Echandi (1958-1962). Luego gobernador y ejecutivo municipal en la administración de José Joaquín Trejos (1966-1970).
Distinciones: Ingresó en 1969 a la Galería Costarricense del Deporte. El estadio rojinegro fue bautizado con su nombre, el 20 de junio de 1966. Elegido en 1998 futbolista tico del siglo XX, según la Federación Internacional de Historia y Estadísticas de Futbol, con sede en Alemania; y en 1999 entre los 25 mejores deportistas de Costa Rica en el siglo XX, de acuerdo al diario La Nación. Mejor futbolista de la década 1930-1939, según la revista deportiva Triunfo (1989).
La leyenda brumosa: José Rafael ‘Fello’ Meza
Nombre y apodo: José Rafael Fello Meza Ivankovich, conocido como El Maestro del fútbol costarricense.
Nació: 6 de julio de 1920, en Cartago.
Falleció: 15 de julio de 1988, en San José, a los 68 años.
Familia: Sus padres, Francisco Meza y Rafaela Ivankovich (fallecidos). Fue el quinto de una familia de siete hijos. Casado en 1941 con Lydia Montoya Loría (fallecida el 30 de marzo del 2021 a los 98 años). Tuvo 12 hijos, 33 nietos y 37 bisnietos.
Demarcación: Delantero.
Clubes donde brilló: Club Sport Cartaginés (1937-1941, 1944, 1950-1951, 1952-1953 y 1953-1954); Unión Deportiva Moctezuma de Orizaba, México (1941-1942, 1944-1945 y 1949); Estudiantes de la Plata, Argentina (1942-1943); Atlante, México (1945-1948); Universidad de Bogotá, Colombia (1950); Aduana de Tela, Honduras (1951-1952 y 1953); y Club Sport Herediano (1955-1957). Se retiró en enero de 1957, ante Rapid de Viena (Austria).
Títulos en la Primera División: Campeón costarricense, con el Cartaginés (1940) y Herediano (1955); de México, con Atlante (1946-1947); y de Honduras, con Aduana (1951-1952). Monarca goleador en Costa Rica, con Cartaginés (13 anotaciones, en 1940); y en México, con Moctezuma (20 dianas, en 1941-42).
Seleccionado nacional: Jugó con la Tricolor de 1941 a 1951; convirtió 11 goles en sólo siete partidos internacionales de categoría A. Campeón centroamericano y del Caribe, y máximo goleador del área, con ocho tantos (1941).
Equipos que dirigió: Unión Deportiva Moctezuma, de Orizaba (México); Aduana, de Tela (Honduras); Cartaginés, Limón FC, Herediano y Turrialba, en Primera División. San Carlos, Puntarenas, Golfito, Pérez Zeledón y Paraíso, en segunda categoría. Se despidió del banquillo en 1980, por recomendación médica.
Galardones: Ingresó a la Galería Costarricense del Deporte, en 1972. Se bautizó con su nombre el estadio de Cartago, el 2 de agosto de 1973. Mejor futbolista de la década 1940-1949, según la revista deportiva Triunfo (1989). Uno de los 25 mejores deportistas del siglo XX, para el diario La Nación (1999).
FUENTES CONSULTADAS: Libros “El adiós del Maestro: La historia de ‘Fello’ Meza” (1991) y “Liga Deportiva Alajuelense” (2014), ambos del periodista José Antonio Pastor Pacheco; “Memoria de Liga Deportiva Alajuelense” (1996), de Armando Mórux Sancho; “Cuando el fútbol llegó a Cartago” (1987), de Rogelio Coto Monge; y “Eternamente Cartaginés: El libro histórico de los brumosos en su 114 aniversario, 1906-2021″ (2020), de Andrey Xavier Muñoz Rojas. Diarios “La Nación” y “La Teja” (Costa Rica), así como el Tomo 2 de la serie coleccionable “Huellas del Fútbol Tico” (2009) y el Tomo 1 de libro “Legionarios” (2012), de “La Nación”, dedicado a Alejandro Morera y José Rafael “Fello” Meza, ambos escritos y editados por Rodrigo Calvo. Archivo digital de la Biblioteca Nacional “Miguel Obregón Lizano”, del Sistema Nacional de Bibliotecas, del Ministerio de Cultura y Juventud de Costa Rica. Wikipedia y archivo del sitio web “Buzón de Rodrigo”. Videos de YouTube: Programa “Costa Rica y su Historia”, de Osvaldo Valerín (”Teletica Canal 7″), la Liga Deportiva Alajuelense y el diario “La Nación” (Costa Rica). Fotografías: Archivo de Rodrigo Calvo. Artes: Randall Corella Vargas.