El candidato que obtuvo la menor cantidad de votos entre los 13 aspirantes a la silla presidencial culminó su agenda del domingo 4 de febrero en el segundo piso del bar Lobo Estepario.
Eran las 9:30 de la noche, el desenlace de la contienda electoral ya vislumbraba una segunda ronda entre los partidos Acción Ciudadana y Renovación Nacional. Pero en el local josefino, en medio de las banderas rojas y las camisetas con el sudor que dejó un día largo de militancia, los presentes estaban satisfechos con los votos que consiguió su partido, conscientes de que su lucha seguiría a partir de la mañana del lunes. Ya habría tiempo para preocuparse, ese día tocaba celebrar.
“Sabemos que ni uno de esos votos que nos dieron nos lo regalaron. Nadie de los que votó por nosotros lo hizo confundido o enredado; fue conscientemente sobre lo que este partido representa, defiende y por lo que vamos a seguir luchando ¡Que viva el PT, la LIT-CI ( Liga Internacional de los Trabajadores Cuarta Internacional ) y la lucha de la clase trabajadora”, exclamó Jhon Vega, el representante del Partido de los Trabajadores.
“Partido. Partido de los trabajadores. Luchando y combatiendo a los explotadores”, aclamaron con aplausos los 55 asistentes.
Hay maneras de percibir el vaso medio lleno o medio vacío y, precisamente, esas 4060 papeletas que se adjudicó el P.T. eran una conquista, no solo por el resultado sino por el trámite. Para Vega es importante la presencia que tuvieron sus consignas en distintos medios de comunicación. Prácticamente apareció en todos los debates, excepto en los de las grandes televisoras privadas.
“Creo que por mucho esta fue la mejor participación de un partido reivindicado a la izquierda y socialista por los términos de discurso e imagen. En estas elecciones queda claro que hay una nueva voz de izquierda en este país”, les espetó Vega a sus compañeros de luchas.
Esta es la voz del Partido de los Trabajadores, un movimiento socialista de izquierda radical que nació en la Universidad de Costa Rica en el 2005 como el Movimiento Al Socialismo (MAS). Desde el 2012, el P.T participa en las elecciones presidenciales.
El primer candidato para presidente del conjunto socialista fue Héctor Monestel, un sindicalista que, en su carrera a la presidencia, obtuvo 4600 votos.
El conjunto de izquierda ha tenido altas y bajas a lo largo de su corta historia. En el 2015 Monestel renunció a la causa y el partido incluso fue desinscrito del Tribunal Supremo de Elecciones, pues no obtuvo el mínimo de votos que establece el Código Electoral (3000) para mantenerse inscrito tras haber recibido solo 2919 votos en 8 cantones para las elecciones de alcaldes del 2016. Fue nuevamente inscrito en enero del 2017.
Desde la salida de Monestel en el 2015, todos los partidarios señalaron a Jhon como la opción más consecuente para llevar la bandera roja en las próximas elecciones. No solo por su capacidad para articular ideas en medio de una discusión, sino porque era uno de las pocos dirigentes que tenía vacaciones en enero.
“Ahorita he podido hacer loco porque estoy de vacaciones. Entro el jueves a trabajar en la cárcel Gerardo Rodríguez, aunque quizá me trasladen”, comentó Vega, quien es oriundo de la zona de Cariari, Limón.
Desde que ingresó becado a la Universidad de Costa Rica (donde se graduó como docente de Estudios Sociales y Cívica), Vega se ha comprometido con las luchas sociales.
En su hoja de vida acumula la lucha en contra del TLC; la toma del edificio de Ciencias Sociales en el 2008; fue candidato a diputado por la provincia de Limón en el 2014 y también encabezó el movimiento A luchar para las elecciones del APSE (Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza) .
A sus 32 años, siendo el más joven de los 13 candidatos, Jhon asumió una carrera por la presidencia del país.
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El líder del partido que se autoproclama el “más radical” vive en una casa de un piso en Sabana Sur y es vecino del papá de Fabricio Alvarado. De hecho, frente al hogar de Vega hay un rótulo gigantesco con la cara del candidato de Restauración Nacional.
Vega comparte su casa de habitación con la familia de su pareja Laura Morúa –candidata a diputada al primer lugar por San José del PT– y su pequeño hijo Gael.
Para arrancar la jornada del día de las votaciones, Vega convocó a la prensa para compartir un desayuno, pinto, huevos y café. A la reunión solo asistimos dos periodistas y un camarógrafo.
“Coma para que luego acompañe a papá a votar”, le decía Jhon a su hijo de dos años, mientras este jugaba con una banderita del Partido de los Trabajadores.
Vega se disculpa un momento y va a su cuarto para atender un par de correos y coordinar la colocación de los 26 toldos que puso su partido alrededor del país.
La casa olía a café fresco y Gael se lanza de la silla para jugar con una pequeña perrita zaguata, Macha, que llegó un día al portón y, desde entonces, no se ha ido.
Por su parte, doña Gladys (suegra de Jhon) le prepara un baño al pequeño. Había mucha tranquilidad en la casa, todos sabían que esta rutina no iba a cambiar porque Jhon no iba ser presidente y Laura no iba a ser diputada.
El Partido de los Trabajadores es el único que renunció a la deuda política. Es un partido que no cuenta con una maquinaria electoral. No regala camisas ni banderas, las vende a ¢ 1.500 la prenda. Además, Jhon fue a atender a los distintos medios de comunicación el día de las elecciones manejando su propio vehículo, una Daihatsu Therion del 2005.
El candidato del PT salió de su casa con un saco azul y un pantalón azul marino que combinaban con una camisa de botones celeste. “A veces no solo basta ser candidato, también hay que aparentarlo”, decía mientras colocaba una camisa roja en la parte trasera del carro, la cual usaría para encontrarse con sus compañeros en la reunión de la noche.
El único miembro del partido que acompañó a Vega en su recorrido por los distintos medios de comunicación de la capital fue Vanessa Valverde, una mujer transgénero que estudió antropología en la Universidad de Costa Rica.
Vega asistió primero a la radio 89.1, Extra TV 42 y Radio Columbia, en ese orden.
En estos espacios, el candidato aprovechó para soltar como metralla las consignas del partido, tales como prohibir los despidos para evitar el desempleo o reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas, entre otros movimientos “que buscan priorizar los derechos de los trabajadores sobre el de los patronos”, como dice el Plan de Gobierno de 56 páginas.
De primera entrada Vega parece un tipo serio, de pocos chistes, pero a medida que pasa el día se suelta y empieza a hacer bromas irónicas sobre la coyuntura en la que se encuentra el país.
“Nos ha ido bien para ser unos pecadores enajenados”, le dijo a Vanessa mientras esta subía los videos de Vega al sitio oficial del Partido en Facebook.
Después de la entrevista en Columbia, Vega volvió a su casa para recoger a su suegra y a su hijo. Luego fue a La Uruca para conversar con los periodistas de Repretel, quienes lo hicieron esperar 20 minutos para hacerle “una entrevista de tres”.
“Ellos me querían dejar en ridículo, hacerme ver como si fuera un loco, pero qué va, yo ya llevo mucho en esto. Entonces preferí terminar la entrevista”, comentó Vega antes de cerrar su recorrido matutino por los medios de comunicación con una visita a Monumental.
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“Ahí escuché en Canal 7 que en esta escuela votan solo personalidades de la política costarricense como Óscar Arias, Abel Pacheco, Carlos Alvarado y Jhon Vega, para que vea”, bromeó el candidato del P.T antes de llegar a la escuela Carlos Sanabria, en Pavas. Ahí se encontraría con otros compañeros de su agrupación.
Jhon visitó el toldo de su partido, se saludó con el resto de sus compañeros de causa. Todos universitarios, profesores de inglés, música y unos cinco estudiantes que llevaban la bandera del P.T . Hacía calor al mediodía y la gente se amontonaba como un pico de botella en el pequeño portón del centro educativo.
“Aquí es muy difícil conversar con la gente, la mayoría ya vienen decididos por quiénes van a votar. Nosotros somos realistas, sabemos que no vamos a ganar, lo que queremos hacer es darle una opción a la población para que vote por un partido de izquierda, que esta no se quede invisibilizada en esta contienda electoral”, comentó el partidario Raymon Escalante, docente de inglés.
“Buenos, vamos a votar. Maes, acompáñenme”, les dijo Vega a sus compañeros, quienes salieron con sus banderas para acuerpar al representante del partido.
Con Gael en sus brazos, Vega atendió a distintos medios de comunicación e hizo una fila de 45 minutos para emitir su voto.
Ya eran casi las 2 p. m. y Jhon no había comido desde hacía ocho horas. Claro que hacía hambre.
Mientras iba de salida, Jhon y sus cuatro camaradas se toparon de frente al expresidente Óscar Arias y a una caravana compuesta por seguidores, guardaespaldas, camarógrafos y señoras aplaudiendo. Salir de la escuela fue casi una tarea titánica.
Después de votar tocaba un respiro, un almuerzo para recuperar fuerzas y seguir visitando medios de comunicación. Faltaban La Nación, Amelia Rueda, CRHoy y Elmundo cr. Además había que visitar escuelas de Alajuelita y La Aurora de Heredia.
Antes de montarse de vuelta al Daihatsu, un individuo detiene a Jhon para decirle que lo conoce, que simpatiza con lo que dice y que de hecho había quebrado el voto entre el Partido de los Trabajadores y Liberación Nacional.
El sujeto sigue su camino y hay un breve silencio...
“¿Qué fue ese quiebre tan raro el que hizo ese señor?”, le pregunta Jhon a Vanessa.
Ya instalados de nuevo en el vehículo, el candidato del P.T vuelve su mirada a su primogénito.
“¿Qué quiere comer papi?”, le preguntó Jhon a su Gael
“Papas de McDonald”, le respondió sin pensarlo mucho.
“Ah, di sí.” Al candidato del P.T no le quedó más remedio que almorzar una Big Mac con unas McPatatas para complacer a su retoño.
“¡Oiga, periodista!. ¿Esta parte no la publica verdad?”, comentó Jhon en son de broma
Después del almuerzo, Vega continuó con su gira por los medios de comunicación para hablar de un utópico país sin explotación que funciona a través de un sistema socialista que distribuye las riquezas de manera equitativa. Esa Costa Rica que sueña con heredarle a la persona que más quiere en este mundo, Gael.