Es médico entre semana, sin embargo, cuando llega el viernes cierra su consultorio y busca refugio en el campo o en cualquier paraje que le permita capturar la belleza natural que esconde Costa Rica.
Ese es el estilo de vida de Juan José Pucci desde la década de los 80, cuando regresó a Costa Rica luego de terminar una especialidad en cirugía de corazón de Inglaterra. Él es médico de profesión pero la fotografía se ha convertido en una pasión.
“Me dieron muchas ganas otra vez de conectarme con el campo y en esa época empecé a llevar una camarita a los paseos y me empezó a gustar tanto el poder compartir a través de la fotografía que muy rápidamente me encantó y cada vez me fui preparando más, comprando mejor equipo y poco a poco fui aprendiendo, mejorando, haciendo cosas nuevas”, detalló.
Su amor por este arte le ha llevado a publicar 12 libros, entre ellos, uno de playas, otro de volcanes, uno de Gandoca, uno de Guanacaste y dos del Chirripó y más recientemente Árboles Mágicos, Bosques Mágicos y 100 Animal Wonders.
Aunque muchos de estos se han vendido en las principales librerías del país, otros ya salieron de circulación, no obstante, Juan José guarda cada uno de los libros que ha elaborado como un gran tesoro en su casa en San Isidro de Heredia.
Esta pasión le ha permitido viajar y conocer muchos lugares dentro del país. Sin embargo, hay uno en particular que lo atrapó y que lo ha llevado ahí en 30 oportunidades: el cerro Chirripó.
“Fui ahí por primera vez en 1983 y desde ese año seguí yendo con frecuencia. Era como un viaje espiritual, como un viaje de renovación interior, de compartir con amigos y familia; se volvió una peregrinación espiritual”, afirmó.
De hecho, pese a que ha tomado miles de fotografías tiene grabada en su memoria su imagen favorita: la Cordillera de Talamanca vista desde la cima del Chirripo en un amanecer.
“Me recuerda mi conexión con el Chirripó y me evoca esos momentos tan lindos”, recordó con nostalgia Pucci, quien hace cinco años se realizó una operación de cadera que le impidió seguir subiendo hasta la parte más alta del cerro.
El fotógrafo de 69 años reconoce que esa decisión médica le afectó, pero aún así “ando de arriba para abajo” por otros lugares del país, descubriendo las bellezas que esconde Costa Rica.
Pasión familiar. Cuando el doctor Pucci incursionó en el mundo de la fotografía nunca imaginó que ese hobby se convertiría en una pasión familiar.
Estando muy pequeños sus hijos Giancarlo y Sergio lo solían acompañar a cada parque nacional o reserva biológica que visitaba y nunca imaginó que 25 años después ellos seguirían siendo sus dos compañeros de viaje.
“Uno lleva a los hijos donde a uno le gusta andar y yo los fines de semana andaba en el campo buscando lugares nuevos, buscando aventura y lugares exóticos y ellos disfrutaban de la naturaleza y de la fotografía de naturaleza y fue como una conexión natural que creo que el ser humano tiene”, añadió.
La conexión fue tal que Sergio se graduó de fotografía y aunque Giancarlo estudió administración hubo un proyecto que lo marcó de por vida y que provocó que hoy los tres se dediquen a eso: Costa Rica Aérea.
“Yo diría que se ha convertido en una pasión familiar porque también las esposas están muy involucradas, cuando son giras grandes y de quedarse unos días ellas van. Así que se convierte en un estilo de vida”, agregó.
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Otra que tampoco falta a sus giras es su esposa, Priscilla Hine, con quien ya suma 30 años de matrimonio. Ella es amante de la naturaleza, le apasiona el Chirripó y disfruta junto a él de cada aventura por el país.
Pucci también se ha encargado de que sus nietas descubran la riqueza natural de Costa Rica y por eso cada vez que puede las lleva a sus expediciones.
“Todos los disfrutamos, el ser humano tiene una conexión natural con la naturaleza, es algo que siempre está ahí y que solo es cuestión de buscarla un poquito”, reflexionó el médico.
100 Animal Wonders. Aunque sus aportes en los últimos libros fotográficos de la familia Pucci han sido limitados, en la más reciente recopilación 100 Maravillas animales la mayoría de las capturas son de don Juan José.
Pese a que en todos sus libros la fauna está presente, esta es la primera vez que los fotógrafos realizan una recopilación de especies que están en peligro de extinción, o que de una u otra forma son amenazados.
El libro cuenta con mamíferos, aves, reptiles, insectos y peces de diferentes regiones del país que el médico comenzó a recopilar desde hace dos años. “Son 100 especies costarricenses que representan la biodiversidad del país y lleva un concepto de llamada de atención de lo que está pasando en el país de conservación y extinción y lleva 100 especies diferentes de insectos hasta mamíferos y están agrupados en las que no están en peligro, las que están amenazadas y las que están en peligro de extinción”, detalló el cardiólogo.
El fotógrafo añadió que para poder completar este libro con las imágenes que visualizaba “tuve que dedicarme mucho, andar mucho en el campo para hacer buena fotografía de fauna silvestre y me fasciné mucho”.
De hecho la fascinación por la fotografía de fauna hace que Pucci no descarte un proyecto similar, pero solamente con aves.
“En este momento la fotografía de aves la estoy haciendo muy frecuentemente y puede ser que en un futuro se me ocurra sacar un librito, pero todavía está como el anteproyecto. Mis hijos son los que inventan y yo solo me apunto”, contó.
Lo que es una realidad es que Pucci no tiene intención alguna de alejarse de su gran pasión, la que lo acerca a la naturaleza y le permite descubrir cada rincón de Costa Rica y por el contrario, le emociona saber que la aventura continúa.