Han pasado muchas cosas en la vida de Kristel Solano desde que decidió documentar parte de su adolescencia al frente de una cámara de un celular Nokia. La chica, oriunda de San Rafael de Tres Ríos, era feliz en su cuarto imitando el baile de sus ídolos, Justin Bieber y Michael Jackson. Su rostro rápidamente se viralizó gracias a los fragmentos de su vida colgados en redes sociales como YouTube, Instagram y Snapchat.
Los primeros videos del canal Krizz Solano no duran más de cuatro minutos y muestran a una adolescente que cantaba y bailaba, no había mucha más elaboración.
Sin embargo, estas publicaciones convertirían a Kristel en la favorita entre un grupo demográfico que comparte sus gustos, inquietudes y expresiones tan joviales como norteamericanas. La suma de esos elementos acredita a esta delgada joven, amante de los sombreros y las cintas de terror, como una de las abanderadas de la generación Z, los que nacieron entre 1995 y el 2010, un grupo también conocido como los post-milennials.
Krizz Solano, quien a sus 20 años tiene más de 95.000 suscriptores en su canal de Youtube, 50.000 en su cuenta de Instagram y 260.000 en su cuenta de Facebook personal (más 15.000 likes en su página profesional).
Krizz se ha convertido en un fenómeno que trasciende fronteras: marcas como Uber, Coca-Cola Colombia y Claro Video la tienen fichada para que su cara aparezca en anuncios de sus productos.
Sus dos videos más vistos en su canal son: ¿Acaso soy lesbiana? y Conozcan a mi chica , en los que la joven se sinceró y contó al mundo su orientación sexual y, luego, presentó a su novia, conocida nada más como Silvia.
Ambas grabaciones acumulan más de medio millón de visitas, que incluyen visitantes de México, Estados Unidos, Colombia e incluso Taiwán.
Krizz ha forjado una empresa alrededor de su nombre y hasta tiene un mánager, Juan José Fonseca, que anda con ella por todas partes. Y por si fuera poco, la youtuber pronto dará su salto a la escena musical profesional de la mano del productor estadounidense Brandon Blue Hamilton, quien ha trabajado con el mismo Justin Bieber. El año pasado fue la portada de la Revista Perfil y dio una presentación en el evento NEXTg. Todo esto, por subir videos a YouTube.
Si usted tiene más de 26 años, quizá en su vida nunca haya visto o escuchado a Krizz Solano; sin embargo para las nuevas generaciones –las que no conocieron lo feo que era intentar conectarse a Internet a través de la red telefónica– tienen a la cartaginesa muy presente en sus círculos.
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Quizá la haya conocido, sin embargo, por aquella reciente broma en Multiplaza Escazú, que también se hizo viral, en la que Krizz, con su estatura de 1,68 m y sus escasos 48 kilos, se hizo pasar por su ídolo, Justin Bieber.
El chiste, que se realizó la noche antes de la presentación del canadiense, le tomó el pelo a cientos de visitantes del centro comercial y le dio la vuelta al mundo.
Para la ocasión, la youtuber contrató a dos guardaespaldas y dos camarógrafos para que fingieran esconderla de las miradas que pudieran reconocer a “Bieber”.
Aquello fue un deleite para su legión kilométrica de fans, las llamadas krizzers , devotas del material que sube la tica. Basta con revisar rápidamente su página de Facebook para encontrar los mensajes de apoyo que la abarrotan.
Algunas de estas aficionadas han llegado a abrir sitios web para escribir novelas inspiradas en los amoríos de la cartaginesa, conocidas como fanfics (ficciones escritas por fans). También le hacen llegar obsequios como ropa, muñecos, poemas y dibujos.
Hace menos de un año, a la youtuber se le erizó la piel cuando le llegó una fotografía de una admiradora mexicana que tenía “Kristel S. B.” tatuado en el antebrazo. Cuando vio su nombre inmortalizado en la piel de una persona que no conocía, Krizz comprendió que sus vídeos de YouTube dejaron de ser un juego.
Un camino empinado por las burlas
Sentada en el jardín de la casa de sus padres –un entrenador de fútbol de ligas menores y una abogada–, Krizz Solano luce una gorra echada para atrás (no le gusta andar con la melena al descubierto), una camisa de cuadros rojinegros que combina con sus pantalones oscuros y holgados, y unas zapatillas blancas.
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Alrededor están sus mascotas, una golden retriever de 11 años y un conejo negro llamado Muffin.
La chica sabe que su popularidad está en auge y reconoce, en tercera persona, que atraviesa una bendición retribuida a la perseverancia, virtud necesaria según ella para triunfar en lo que sea, sobre todo en el campo minado de las redes sociales.
Krizz admite que su canal es un trampolín para alcanzar su verdadera meta: convertirse en cantante de pop.
“ OK, soy youtuber ya la mayoría de las personas me conoce como Krizz Solano la youtuber , pero yo quiero empezar a sonar como Krizz Solano la cantante y la bailarina. Lo que pasa es que me desvié un poco del camino. Porque me empezó llamar la atención hacer este tipo de contenido que hago hasta ahora”, relata la chica que se encuentra en proceso componer dos canciones.
La cartaginesa admite que la razón por la que continúa en YouTube es porque sabe que la felicidad de muchas de sus seguidores depende del contenido que ella cuelga en Internet.
“Mi relación con mis seguidores siempre ha sido lo más importante y lo entiendo, porque en mis peores momentos yo encontré refugio en la Internet y simplemente no quiero dejar a toda la gente que ha creído en mí”, reconoció la chica.
Cuando Krizz no está bailando ni cantando aborda temas como la autoestima, la equidad de género y la lucha contra el bullying , del cual fue víctima a los 12 años.
En el 2012, el nombre de Kristel encabezaba páginas de Facebook que se dedicaban a burlarse de la gente por medio imágenes y mensajes hirientes.
La chica era ridiculizada por su dentadura, su cuerpo delgado y también por su homosexualidad.
Esas bromas se materializaron en los pasillos del colegio Mario Quirós Sasso y el rendimiento académico de la chica se desplomó.
“Krizz Solano es una persona que surgió del bullying . Mi nombre empezó a verse en muchas páginas de Facebook que se dedicaban a humillar a la gente y yo fui blanco de muchas de esas bromas. A todas las personas que algunas vez me hicieron daño las recuerdo pero no guardo ningún rencor”, comentó la joven youtuber .
Con apenas 12 años, Kristel y sus padres tomaron una decisión drástica: sacarla del colegio para cultivar su talento musical.
“Era demasiada presión para una joven de 12 años. Eso no era vida, al menos no la que le queríamos dar a nuestra hija. Después de consultarlo con un psicólogo tomamos la decisión de sacarla del colegio por petición del director. Nosotros creemos que ese señor algo tenía en contra de los gais”, relató el papá de Krizz, Guillermo.
“Yo no me quise quedar tirada en la cama echada a mi suerte llorando. Me metí a clases de canto en la Escuela de Artes Musicales y además cursé inglés durante dos años, porque quería que mis canciones fueran en inglés”, enfatizó la joven.
Durante la crisis, Krizz no dejó de publicar videos, era lo único que la hacía feliz.
En el 2014 una publicación de ella imitando los pasos de Justin Bieber en la canción Confident se viralizó. En ese entonces el canal de la cartaginesa pasó de 10.000 a 80.000 suscriptores y, a partir de ahí, todo creció como una bola de nieve.
Desde su auge en las redes sociales, Krizz ha trabajado con muchas marcas que se codean para que ella sea aparezca en sus campañas. También hace presentaciones en festivales colegiales de colegios y cobra ¢200.000 por asistir a fiestas, organizadas por adolescentes que se mueren por tomarse una selfie con ella.
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Krizz sabe que todo eso es temporal, que su fama fama en YouTube tiene fecha de caducidad.
Pero mientras ese momento llega, Krizz quiere devorarse el mundo, aunque primero admite que debe terminar el bachillerato.
“Cuando uno no tiene bachillerato la gente puede pensar que uno es un inútil o un vago. Ahí voy para adelante en el instituto, siento que es un buen ambiente para llevar las materias”, afirmó la joven.
Krizz planea vincularse con organizaciones promotoras de derechos de la comunidad LGTB y contra el bullying .
También quiere ir a la universidad, le apasionan el turismo y la cocina e incluso la parapsicología (estudios de los fenómenos paranormales) y el diseño de modas. Quiere hacer mucho, pero por ahora se tomará su tiempo para elegir, afirma que no hay prisa, no le agrada la idea de encasillarse con apenas dos décadas vividas.
“Hay muchas personas que se matan estudiando toda la vida para tener un trabajo que les vaya a dejar buen dinero, pero sin ser felices. Eso para mí no es vida, uno siempre tiene que apuntar a lo que realmente quiere”, comentó la veinteañera.
Krizz dice que no se siente celebridad, que solo pensar en eso le da pereza. Quizás allí radique el secreto de su popularidad, en su innegable autenticidad para afrontar la vida, sus inseguridades y creciente fama. Es en esa actitud que se sienten reflejadas las miles de seguidoras que la apoyan día a día.