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Radiante... cautivadora... hermosa. Describir con adjetivos a la luna es sencillo. Ella así lo facilita.
La Luna nos atrae; su brillo inspira, enamora y llena de paz. Además es una silenciosa pero fiel acompañante de las criaturas de la noche.
No discrimina por edad, etnia o credo y solamente está allí para ser, de una u otra forma, luz en medio de la oscuridad y dar ánimo a quienes buscan respuestas en ella. Es como si hechizara; tiene un poder de atracción tal que hay quienes no pueden dejar de buscarla en el cielo, solo para contemplarla.
La Luna es el satélite natural de la Tierra y se encuentra a 384.400 kilómetros de distancia de nuestro planeta. Su rango de temperatura oscila entre los -248 y los 123 grados centígrados; cuenta con un diámetro ecuatorial de 3.476 kilómetros y es el quinto satélite más grande del sistema solar.
Cuenta con cuatro fases: luna nueva, cuarto creciente, luna llena y cuarto menguante.
De acuerdo con la NASA, la evidencia sugiere que hace unos 4.500 millones de años, un objeto del tamaño de Marte se estrelló contra la Tierra primitiva y que los escombros de este impacto fueron los que probablemente formaron lo que hoy conocemos como la Luna.
Este es un cuerpo celeste que no le pertenece a nadie. De hecho, existe una ley internacional escrita en 1967 que impide que cualquier nación posea planetas, estrellas o cualquier otro objeto natural en el espacio.
“Influencer” de mitos
Pero más allá de ser el satélite natural de la Tierra y la más vistosa figura en el cielo nocturno, la Luna, con su forma redonda casi perfecta y ese misticismo poderoso, tiene más influencia sobre nuestras vidas de lo que uno podría imaginarse. Vendría a ser algo así como la influencer original.
La Luna ha inspirado por igual a cantautores, escritores, poetas y pintores; desafiado a los científicos, retado a los exploradores y a quienes buscan explicaciones sobre sus particulares efectos sobre nuestro planeta.
La Luna es parte de los rituales de distintas creencias y religiones, siendo determinante en algunas celebraciones importantes como, por ejemplo, el Pesaj judío, el Ramadán musulmán o la Pascua cristiana.
“Nuestro vecino lunar ha inspirado historias desde que los primeros humanos miraron al cielo y vieron su cara gris y llena de cráteres. Algunos vieron entre los cráteres la forma del rostro de una persona, por lo que las historias se refieren a un misterioso ‘hombre en la Luna’. Los observadores más hambrientos compararon sus cráteres con queso y soñaron con una esfera entera hecha de deliciosos productos lácteos”, reseña la Nasa.
Sí, la Luna es una influencer que no necesita redes sociales para darse a conocer. Le basta con solo mostrarse tal cual es, sin filtros de Instagram ni selfis forzados, para convertirse en tendencia y que todos hablen bien de ella.
El satélite natural de la Tierra es tan popular que en su honor han surgido composiciones musicales que han trascendido a nivel mundial, como Sonata Claro de Luna, de Ludwig van Beethoven. También su nombre ha sido parte de temas musicales icónicos como Blue Moon, grabada por infinidad de artistas; Fly Me to the Moon; de Frank Sinatra; Hijo de la luna, de Mecano; Bad Moon Rising, de Creedence Clearwater Revival; Man on the Moon, de R.E.M.; Siguiendo la luna, de Los Fabulosos Cadillacs, o Walking on the Moon, de The Police.
Solo la existencia del Dark Side of the Moon, de Pink Floyd, uno de los discos más importantes y vendidos de la historia del rock, ya es suficiente para ver a la Luna con agradecimiento.
La Luna hizo su debut en el cine hace más de 100 años, en la cinta francesa muda en blanco y negro de 1902 Le Voyage Dans la Lune (Un viaje a la Luna), del director Georges Méliès. Y un año antes de que los estadounidenses Neil Armstrong y Buzz Aldrin caminaran por primera vez sobre la superficie del satélite, el aclamado filme de Stanley Kubrick 2001: A Space Odyssey (1968) mostró a astronautas en un puesto lunar avanzado.
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Y así como ha sido parte de múltiples propuestas culturales, nuestro satélite también ejerce efecto en las mareas, siendo el astro celeste de referencia para pescadores y surfistas. A esa lista de logros algunos piden que se agregue la influencia lunar en el crecimiento del cabello de las personas, pues se asegura que este crece más dependiendo de la fase lunar.
Por otro lado, existe una creencia histórica que no se puede obviar, y está relacionada a que la Luna afecta el comportamiento humano, dependiendo de la fase en la que se encuentre, al punto de que el término “lunático” se refiere a quienes padecen de locura, no continua, sino por intervalos. Por ejemplo, el filósofo griego Aristóteles insistió en que la locura era provocada por el satélite natural de la Tierra.
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Además, existe un mito que involucra a la Luna con las mujeres embarazadas: se cuenta que quienes están a punto de dar a luz, tienen más probabilidades de parir en una luna llena.
En cuanto a los cultivos, se dice que los primeros tres días después de la luna nueva son los que más influyen en el desarrollo de los árboles frutales, provocando que se retrase el nacimiento de los frutos.
“Las teorías sobre días, lunas, plantaciones y recolecciones perduraron a lo largo de los siglos. Con la imprenta se popularizaron los calendarios y almanaques agrícolas. Y todavía hoy se publican, según marca la tradición, normas a seguir en los trabajos del campo teniendo en cuenta las fases lunares. La herencia de las creencias ancestrales se mantiene en cierto modo, con o sin ciencia que las arropen”, explica La Vanguardia.
Por otro lado, la creencia popular indica que la Luna tiene injerencia sobre animales como los lobos y que estos aúllan más en las noches de luna llena.
Si bien la Luna ha sido objeto de intenso análisis para la comunidad científica, solamente 12 seres humanos han podido caminado sobre ella (todos astronautas del programa Apolo de la NASA, que se desarrolló entre las décadas de 1960 y 1970).
El primer hombre en pisar la Luna fue Neil Armstrong, en 1969; y el último, hasta ahora, que ha podido caminar allá fue Gene Cernan, en la misión Apolo 17, de 1972. Desde entonces, la Luna solo ha recibido visitas de naves no tripuladas; sin embargo, existen planes para que los humanos regresen a ella con el programa Artemis, de la NASA. Igualmente, agencias espaciales de otras naciones, así como empresas privadas, manejan proyectos para llevar sus tripulaciones a la superficie lunar.
Taco Moon
Todo lo anterior explica que la Luna es influencer por encima de cualquiera.
Taco Bell lo entendió y se alió con la Luna para ser la imagen de la primera campaña global de la cadena de restaurantes.
Esta colaboración inédita con el mayor influenciador de la historia es uno de los principales rasgos de uno de los más ambiciosos proyectos de la compañía.
Y es que entre Taco Bell y la Luna existe un vinculo especial, inevitable, pues el cuerpo celeste toma la forma de un taco dos veces al mes, en el cuarto creciente y en el cuarto menguante. Esta natural afinidad lunar con uno de los productos más emblemáticos de Taco Bell no pasó inadvertida e inspiró una propuesta “fuera de este mundo”.
La cadena preparó una celebración excepcional en la que están invitados todos sus clientes en Costa Rica para que unidos formen parte de la campaña global Taco Moon. Esta consiste en disfrutar de tacos gratis, cortesía de Taco Bell, el martes 4 de mayo a lo largo de todo el día.
“Estamos muy emocionados por contar con la participación de la influencer más conocida del mundo como parte de nuestra campaña Taco Moon. La luna en forma de taco es, sin duda, la señal más clara para que todos los taco lovers disfruten de los crujientes tacos originales este 4 de mayo de manera gratuita. Lo haremos por medio del servicio Autobell; delivery con Uber Eats, Pedidos Ya y Rappi, y Taco para Llevar, al Whatsapp 8555-8226”, comentó Mónica Quesada, gerente de mercadeo de Taco Bell.
El anuncio de esta particular alianza señala, además, el lanzamiento de la campaña global #VeoTacos, en la cual Taco Bell invita a todos sus clientes a detectar la icónica forma de los tacos del restaurante en elementos que los rodean en su día a día. Por ejemplo, ventanales de un edificio, montañas, elementos comunes de sus casas que reflejen la figura del medio círculo, similar a los emblemáticos tacos.
“Hemos notado que la forma de nuestro taco puede ser encontrada en muchos espacios. Por este motivo, invitamos a todos nuestros consumidores a que se apunten a esta campaña para identificar tacos en su entorno y que compartan sus hallazgos con nosotros por medio de sus redes sociales”, añadió Quesada.
#VeoTacos promete traer experiencias y sorpresas para todos los amantes de los tacos, por lo que los consumidores deben estar atentos no solo a las diferentes figuras de tacos que encuentren, sino que también a los canales de comunicación de Taco Bell.
Mientras tanto, la Luna continuará ahí, en lo más alto, siendo compañía e inspiración.