
Un altar formado con una vela de color rojo, ungida con aceite y también con miel, tiene una función muy especial. En la mesa hay romero, un cuarzo, una piedra, pétalos de rosa y de girasol. Hay agua, fuego, aire y tierra. Está sellado con sales para que nada negativo irrumpa en la energía positiva del ritual.
Es un endulzamiento para reforzar los sentimientos de una pareja. Para que el amor siga fluyendo. Lo pidió el esposo. La llama de la vela es constante, no se mueve, eso es un buen presagio porque indica que no hay nada turbio en torno a la relación; todo está en paz.
Cuando la vela se consuma en su totalidad, los restos del altar se entierran y se devuelven a la madre Tierra. Con oraciones y tres peticiones específicas, este esposo quiere que el amor que reina en su relación se mantenga así por mucho más tiempo.
¿A quién recurrió este hombre para llevar a cabo este endulzamiento? A una bruja practicante de la religión Wicca, una fe que se originó a mediados del siglo XX, en Inglaterra.
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Clara, nombre ficticio de la bruja que consultamos, fue la encargada de levantar ese altar. Se lo ofreció a Gaia, diosa madre, diosa de la tierra. Clara tiene al menos dos años de haber encontrado en la Wicca una expresión de la fe que no logró interiorizar en otras religiones consideradas más tradicionales.
Según Clara, muy adentro de su ser, ella sabía que su espíritu era diferente. Dice que desde siempre sintió energías particulares a su alrededor, sentía mucha curiosidad por los secretos de la vida, de la Tierra.
“Veía y sentía cosas que no entendía, hasta que empecé a estudiar Wicca, ahí empezaron a acomodarse las ideas”, contó.
A continuación explicaremos a grandes rasgos lo que es la religión Wicca. Entendemos que los temas relacionados con magia o con las expresiones distintas de la fe cristiana pueden ser tabú o controversiales; sin embargo, presentaremos la opinión de dos practicantes de la Wicca, que tienen sus propias creencias. Al final de cuentas, la libertad de albedrío y de credo son inherentes al ser humano.
Cabe destacar que los entrevistados expresaron sus propios puntos de vista sobre el tema y dejan claro que no son poseedores de la verdad absoluta.
¿Qué es Wicca?
Como cualquier creencia o práctica religiosa, la Wicca es un tema muy complejo.
Hay dos tipos: la Wicca tradicional (Alejandrina y Gardneriana, también llamada Tradicional británica) y la Wicca ecléctica.
La Wicca tradicional fue gestada entre los años 1940 y 1960, por Gerald Gardner y Alex Sanders.
La tradicional es mistérica e iniciática. “Iniciática quiere decir que hay que pasar por una ceremonia de iniciación que se debe de llevar a cabo en un coven (grupo, o también llamado popularmente aquelarre), por medio de un ritual hecho por otros iniciados. Y es mistérica porque por medio de esa ceremonia se transmiten misterios que están expresados por símbolos que llegan al subconsciente”, explicó Krysos, sumo sacerdote de Wicca Alejandrina en Costa Rica.

La Wicca es ortopráctica, término que significa ‘la manera correcta de hacer las cosas’. Por lo tanto, el iniciado es quien se revela los secretos a sí mismo por medio de la práctica, con ayuda de la ceremonia de iniciación. No es ortodoxa.
En el caso de la Wicca ecléctica, los brujos y brujas practican la religión sin ningún tipo de guía. No tienen un linaje, no se guían por las enseñanzas de los gestores de la Wicca tradicional, sino que aprenden por sí solos, con el estudio de libros y el uso de otros medios. Esta práctica se desarrolló a partir de la década de 1970 y no se requiere de un proceso de iniciación, ni tampoco se aplica un sistema de grados como en la tradicional.
“Es matriarcal, es un culto a la fertilidad, está muy asociada con la diosa, con los misterios femeninos. La diosa es nuestra inspiración, nuestro objetivo, es a quien nosotros siempre buscamos. El dios en también muy importante, porque sin él la diosa no podría manifestarse, el dios es la luz del sol que fertiliza a la tierra”, explicó Krysos, un hombre de 39 años que fue iniciado en Sudamérica hace más de cinco años, pero quien tiene más de 25 de practicar la religión.
Según explicó el experto, la Wicca es entonces duoteísta. Celebran, además, un calendario litúrgico compuesto por ocho Sabbats y 13 Esbats. También hacen magia.
Magia

La necesidad de Clara por encontrar su lugar la llevó a probar varias religiones. No quería servir al hombre, sentía que debía de ayudar a su manera y en la Wicca la encontró.
“Fui criada en una religión, siempre sentí que no encajaba. Tuve un encuentro conmigo misma después de una situación de salud y ahí empecé a buscar la verdad en otros lugares. Quería encontrar algo que me llenara el corazón. Siempre me habían llamado la atención los temas relacionados con la magia, con los rituales. Empecé a leer y a investigar, hasta que di con Krysos, quien me fue guiando y explicando sobre el camino de la Wicca. Busqué un camino espiritual y lo encontré”, recordó Clara.
Los wiccanos no tienen un concepto del bien y el mal, cada persona es responsable de sus actos. Sin embargo, cuentan con una especie de precepto que, entre otras cosas, les sugiere no hacerle daño a los demás.
Pero, ¿qué tipo de magia usan?.
La magia que usan en la Wicca depende mucho de los intereses de cada coven. Puede ser astrológica o ceremonial.
“Por ejemplo, al sembrar una planta, me armonizo con la naturaleza, también puedo sentarme en el interior de un círculo a llamar entidades, son formas de hacer magia. La magia no puede explicarse con un manual, es experiencia. Uno descubre lo que es la magia y va evolucionando en el concepto”, explicó Krysos.
El sumo sacerdote explicó, en un documento que nos envió, que el famoso ocultista y mago Aleister Crowley definió la magia como “el arte y la ciencia de hacer que ocurran cambios en conformidad con la voluntad”. Por ejemplo: una persona tiene la voluntad de encontrar un trabajo, pero necesita un poco más de ayuda para lograrlo.
En ese caso, se puede hacer un hechizo o un ritual para pedir esa ayuda, porque es la voluntad de la persona. Sin embargo, esa voluntad tiene que ir acompañada de hechos como ir a dejar currículums y salir a buscar trabajo.
Con este tema de la voluntad, la bruja Clara está matriculada. Ella afirma que desde su práctica no realiza ningún tipo de ritual que pase por encima de la voluntad de las personas; por lo que no se atrevería a hacer un “amarre de amor”.
“No trabajo con ese tipo de brujerías. Trato de usar mis dones para ayudar a los demás, para endulzar más el amor que existe en una pareja. No hay que pasarle por encima al libre albedrío, eso sería doblegar a las personas”, comentó.

Existen también las intensiones de curación, la adivinación como la lectura del tarot y hasta las limpiezas de lugares y de personas para sacar las malas vibras.
Sin embargo, sí existen wiccanos que realizan prácticas de magia negra, como popularmente se le llama a los maleficios. Krysos explicó que no hay una diferencia entre magia negra y blanca, sino que hay personas haciendo su voluntad y gente que no la hace.
“En lo que más me enfoco es en la idea de preocuparnos por nosotros mismos y no meternos en asuntos que no nos interesan, al menos es mi filosofía. En mi caso, mi desarrollo espiritual y de los miembros del coven es lo que me interesa. No le doy importancia a hacerle daño a otras personas”, afirmó Krysos.
Elementos
Un tema muy interesante de la Wicca son los altares, pues son espacios donde sucede la magia en cualquiera de sus formas. Tuvimos la oportunidad de conocer el altar que Krysos tiene en su templo, también el que preparó Clara exclusivamente para el ‘endulzamiento’.
El sumo sacerdote explicó que cada altar refleja mucho los sentimientos y las sensaciones que vive cada wiccano. Puede un día estar muy desordenado, porque el brujo o la bruja no se sienten del todo bien, otro día todo puede estar armonioso y colorido.
Los altares están conformados por variedad de artículos y elementos mágicos, pero siempre deben de contar con una representación de los elementos físicos de la vida: tierra, agua, aire y fuego.
En el altar de Krysos, por ejemplo, encontramos una vela que representa el fuego como purificación y fuerza, además del agua para mostrar la limpieza y la consagración. También está la tierra, expuesta en alguna piedra.
También, Krysos tenía una bola de cristal que funciona para producir cierto tipo de visiones. El cáliz representa a la diosa y una escultura de un pene se usa como símbolo fálico del dios masculino, el que fertiliza.
En su templo también hay otros productos muy llamativos. Tiene su propia varita mágica, que simboliza al fuego y la voluntad. Este artefacto es por excelencia la herramienta de la magia y la usa el brujo o el hada madrina.

Hay también un tarot, ya que la adivinación (hablar con lo divino) es una de las prácticas más frecuentes de los brujos.
“Gracias a los símbolos del tarot nos conectamos con el subconsciente del consultor. Nada está escrito y lo que sale del tarot es lo que usted tiene adentro”, explicó.
En el templo hay también una escoba, sí, como las de las brujas que vemos en el cine o la televisión. Solo que esta se usa como instrumento para barrer las malas energías, para limpiar.
Finalmente, en el altar, hay un báculo que tiene un significado de autoridad y es también una extensión de la magia, como la varita.
Aprendizaje y práctica
Habrá quienes estén interesados en ahondar más en la religión Wicca. Si es su caso, los entrevistados aseguran que cualquier persona puede comenzar con sus estudios, no es necesario tener algún don especial.
Todo se trata de aprendizaje, afirman ambos practicantes.
Eso sí, Krysos mencionó que la iniciación Wicca no es un derecho, sino un privilegio que se gana paso a paso.
“El que busca encuentra y el que encuentra puede tocar la puerta”. La perseverancia, según Krysos, es una de las mayores cualidades en un aspirante a wiccano.
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“La mayoría de las personas que se acercan a la Wicca llegan sabiendo algo o al menos estuvieron involucrados en la Wicca ecléctica; pero no es hasta que uno está iniciado que empieza a aprender en realidad la tradición. Entre más experiencias trae la gente, más cuesta quitárselas. A veces es más fácil venir livianitos de maletas, porque la magia no se trata de acumular conocimiento, sino experiencias”, agregó el sumo sacerdote.
El caso de Clara es un buen ejemplo. Ella comenzó a buscar en su interior una paz que la llevara a ser feliz. Con ese afán intentó por varios medios, pero no fue hasta que empezó a involucrarse en la Wicca que asegura halló su camino.
“No es fácil, pero me llena. No me siento acosada ni señalada, no se violan mis derechos. Siento que puedo ayudar a las personas tanto por la parte espiritual como por medio de la magia. He tenido la oportunidad de sanar, limpiar casas y personas”, afirmó.
“Yo siempre sentí que había algo diferente dentro de mí y ahora puedo explorar más en mi interior. Al principio tenía mucho miedo porque pensaba que no eran cosas de Dios, que lo que sentía y pensaba era algo malo, pero con el estudio y el acompañamiento he aprendido a aceptarme a mí misma”, agregó.
Por el momento Clara mantiene en secreto su práctica de la religión Wicca, pues prefiere evitar cualquier enfrentamiento con su mamá y algunos familiares.
Su esposo y su hijo la apoyan. Ellos tienen sus propias creencias, pero respetan la decisión de credo de la wiccana.
“Hay un cambio radical en mi vida. Pasé de creer en algo a conocer algo totalmente nuevo para mí. Mi matrimonio no ha tenido ningún tropiezo, ni mi relación con mi hijo. En casa ellos me ven haciendo rituales, pero no interfieren en sus creencias. Trato, eso sí, de mantenerlos al margen para que todos nos respetemos”, finalizó.