“Sé muy pocas cosas, pero sé esto: si puedes vivir tu vida sin estar frente a una audiencia, deberías de hacerlo”. La frase la dijo el comediante estadounidense Bo Burnham en Make Happy, su más reciente especial de stand-up comedy, disponible en Netflix. Burnham nació en 1990, en una era que él define como la del “culto a la auto-expresión”, dentro de una generación que él denomina como “la generación que exigió actuar”.
El comediante llegó a ese pensamiento en el pico de su popularidad, siendo él uno de esos integrantes de la generación, alcanzando la fama justamente por actuar, primero en Internet y luego frente a audiencias presenciales. Las razones por las que demostró cierto desapego con su propia realidad son un misterio, pero sus palabras fueron bien comprendidas por sus contemporáneos.
Burnham escogió vivir su vida frente a una audiencia y ser un artista, pero todas las semanas la Internet hace famosas a personas que no pidieron la exposición. A sus imágenes les llamamos memes y a todos nos provocan risa, hasta que aparece otro meme y los olvidamos. Los seres humanos con los que se ilustran muchos de esos chistes virales deben asumir las consecuencias de algo que, en la mayoría de los casos, no solicitaron.
Para quienes no están familiarizados con el concepto, un meme es una imagen que por alguna razón llega a foros de Internet y se convierte en un chiste. Una vez que la imagen se hace viral en redes sociales, todos los usuarios de la web pueden usar plataformas para colocar sus propios textos encima de la imagen. En algunos casos, los memes son videos o capturas de pantalla de la Internet.
Por ejemplo, cuando el presidente Luis Guillermo Solís se resbaló en una actividad en Guanacaste en julio, cientos de ticos usaron la imagen para promover chistes a granel. Esa semana, el presidente fue un meme; la razón por la que se escucharon carcajadas en la web.
No obstante, la mayoría de cuerpos de carne y hueso que están detrás de los memes no son ni presidentes ni comediantes, sino personas comunes y corrientes a quienes de repente muchos empiezan a reconocer en la calle. Tampoco representan necesariamente el chiste que con sus imágenes se crea y reproduce de forma instantánea en la Internet. Tan solo son víctimas de la libre utilización de sus fotografías en la web, lo quieran o no.
Famosos de la nada.
Tomemos, por ejemplo, a College Freshman (algo así como “novato universitario”). Este meme es popular entre quienes ridiculizan a los jóvenes cuando salen del colegio y entran a la universidad; esa etapa de la vida en que creemos que lo sabemos todo al mismo tiempo que todo nos parece fascinante, sin realmente haber experimentado la “vida real” de la adultez (según los adultos).
El meme nació en julio de 2011, cuando un usuario subió una imagen de un estudiante universitario a Reddit (el foro de Internet más importante de los últimos años) en burla de un juego de frisbee muy popular en las universidades estadounidenses. En cosa de dos días, el meme se esparció a toda la web y salió en sitios como Buzzfeed.
El protagonista de la fotografía es Griffin Kiritsy, un estudiante a quien le tomaron la imagen luego de darle una entrevista a la revista Reader's Digest. La fotografía se usó de forma genérica en muchos sitios de Internet, hasta que un usuario de Reddit pensó en el chiste, lo publicó y se hizo popular. Todos en la universidad reconocieron a Griffin al instante.
Sus padres se preocuparon y le dijeron que tenían que buscar la manera de bajar la imagen de Internet, a lo que él tuvo que responder con algo obvio para su generación: “Eso no va a ser posible”. Al final, Griffin se lo tomó con humor, incluso admitiendo que muchos de los chistes que hicieron con su imagen reflejaban algunas de sus primeras vivencias universitarias.
“Ahora planeo ser el College Freshman... hasta que me muera”, dijo en una conversación en Reddit, el sitio que lo hizo famoso sin que él así lo quisiera.
También está el caso de Suburban Mom (“madre de suburbio”, podría decirse), un meme que refleja a aquellas madres de familia hipócritas, quizá un poquito racistas y exageradamente tensas, que no dejan hacer a sus hijos cosas que ellas sí hacían y que son muy sobreprotectoras con los suyos.
Carly Phillips es la mujer que ilustra a Suburban Mom, y no se enteró de la existencia del meme hasta un par de años después. Carly escribe novelas de romance y su fotografía editorial fue usada por otro usuario de Reddit para hacer un chiste. “Compruebas que su argumento está equivocado... te castiga”, leía el meme original, publicado en 2011.
Desde entonces, su fotografía ha sido usada para provocar risas con una dinámica similar: “Deja a sus hijos ver películas para mayores de 13 años... cuando tienen 17”, por ejemplo. Más de 10.000 imágenes similares se han generado a su imagen y no-semejanza, pues Carly no se considera una típica madre suburbana.
“Mi reacción inicial fue de horror, enojo y dolor”, dijo Carly en una entrevista. “No quiero que nadie que vea el meme piense que yo, la persona real, creo en esas cosas y pienso así, especialmente todas las cosas despectivas, inflamatorias y prejuiciosas que hay en Internet”.
En algún momento de la década pasada, un joven llamado Tim subió a la perecida red social MySpace una fotografía de cuando estaba en octavo grado del colegio, en la que aparece dando la señal del pulgar arriba, en signo de aprobación. Poco se imaginaba que en el foro 4chan (una página de Internet poco recomendaba para cardiacos) lo iban a hacer un meme.
Tim se convirtió en Shiva, una suerte de chiste interno que pronto se salió de 4chan y se hizo muy popular en enero de 2012. Sobre su experiencia de fama virtual no solicitada, Tim manifestó: “A veces esto aumenta mi cinismo y refuerza mi miedo y otras veces se siente extrañamente liberador. Creo que sobre todo se me enseñó a elegir más sabiamente lo que distribuyo en Internet”.
“Me ha llevado a experimentar una gran cantidad de problemas de autoestima”, agregó. “Me siento bien por el meme, pero definitivamente no estoy feliz por ello. Creo que sobre todo siento vergüenza. Se suponía que debía ser gracioso; creo que no es gracioso ahora”.
Otro de los memes más populares de los últimos años es el de Bad Luck Brian (“el Brian de la mala suerte”, en español), el cual, como su nombre lo dice, retrata hechos de evidente mala suerte que por alguna razón dan más risa cuando están ilustrados con la cara de ñoño que un joven que ni siquiera se llama Brian hizo para molestar a su profesora durante una sesión de fotografías de cuando estaba en el colegio.
Kyle Craven es el nombre real de Bad Luck Brian, y no es necesariamente un ñoño. En enero de 2012, un amigo suyo del colegio subió a Reddit su infame fotografía, por la cual fue regañado en el aula. Su amigo decidió cambiarle el nombre, y hacer un meme con la leyenda: “Hace la prueba de manejo... pierde la alcoholemia”. Miles de imágenes similares siguen haciendo eco en Internet cuatro años después.
Kyle, por su parte, sacó provecho y ha ganado algo de dinero con mercadería del meme e incluso aprobando el uso de su imagen en anuncios de varias marcas. “Es algo que le puedo enseñar a mis nietos algún día, ¿verdad?”, explicó el ser humano transformado en meme en una entrevista en la que demostró que su vida no cambió para mal después de convertirse en Bad Luck Brian.