Gran hilaridad provocó el exboxeador mexicano Julio César Chávez al darle una muy singular “bienvenida” a la familia nada menos que al novio de Nicole, su hija menor, quien a sus 20 años destaca por su hermosura y sus dotes artísticas, pues fue parte del elenco de Pequeños gigantes en el 2011 y siempre ha dicho abiertamente que quiere convertirse en una gran actriz.
El caso es que Nicole y su padre tienen una estrechísima relación, a juzgar por las muchas fotografías que publican en redes sociales. Ella es, además, la única hija y la menor, pues tiene dos hermanos mayores, Omar y Julio César Jr., con quienes el exdeportista tiene una relación incluso tirante en algunos momentos, ya que siguieron sus pasos en el boxeo pero su padre siempre ha sido sumamente crítico con ellos.
Ocurre que la joven está enamorada y recién subió un breve video a su cuenta de Instagram, en el que se muestra muy cariñosa con un joven de buen ver y acompaña la imagen con una sola pero vehemente palabra: “novio”.
Lo divertido fue que entre los primeros comentarios que se destacaron tras la publicación estuvo el del excampeón del mundo en tres categorías diferentes. “a la familia”, le escribió Chávez a la pareja de su hija, y agregó: "Nomás que te falta aguantar tres rounds contra mí y es toda tuya”.
Sobra decir que la broma de Chávez causó un aluvión de comentarios que se cuentan por miles. Varios de los seguidores de la cuenta de Nicole le expresaron sus felicitaciones y hasta solicitudes de que se case pronto; sin embargo, sobraron quienes dijeron que pasaban por ahí (la cuenta de IG) únicamente para buscar “el comentario del campeón”.
Las apuestas en otras redes sociales también fueron abundantes, algunas en apoyo al jovencito pero la gran mayoría asegurando que, a pesar de los 56 años de Chávez, “no le aguantaba ni el primer round”.
De acuerdo con una reseña del portal argentino Infobae, en el 2014, medios mexicanos reportaron que Chávez le había regalado a su hija un auto de lujo de unos $200 mil con motivo de su cumpleaños número 15. No existe, por lo visto, ninguna duda de quién reina en el corazón del famoso expúgil.