Por notoriedad, hay gente como Luka Magnotta que haría cualquier cosa en redes sociales a costa de lo que sea o quien sea. No importa si es destruyendo la reputación de otra persona, engañando para robarle dinero a alguien o posteando videos de cómo matar un gato.
Sí, así como lo lee: en el 2010 miles de usuarios de la web se horrorizaron cuando desde una cuenta anónima se posteó en Youtube un video que mostraba a un adolescente mientras metía a dos gatitos bebés en una bolsa plástica y les succiona el aire para verlos morir asfixiados. Luego jugó con los cadáveres.
Hoy sabemos que el responsable de esa atrocidad fue un canadiense llamado Luka Magnotta, y de cómo la notoriedad y la “fama” que le dio ese primer video, lo impulsaron a grabar dos más: en uno mostraba a un aterrorizado gato amarrado a un palo que luego ahoga en una tina, mientras que en otro utilizaba a un minino vivo como alimento para una pitón.
Pero su sadismo no acabó ahí: decidió que los gatos no eran suficientes para alcanzar el nivel de reconocimiento que él deseaba y para convertirse en una “mal llamada celebridad mundial” se grabó mientras mataba a sangre fría con un destornillador (que pintó plateado para que pareciera un picahielo) a otro ser humano.
Lo desmembró, le cortó la cabeza y envió distintas partes de su cuerpo a varios partidos políticos y colegios canadienses. Hoy también sabemos que la víctima era un joven chino de 33 años llamado Jun Lin, un ingeniero en computación quien huyó de su país para buscar aceptación por su orientación sexual. Según El Clarín de Argentina, en el video también se ve que Magnotta le da de comer partes del cuerpo de Lin a su perro. Todo esto lo hizo público en Internet.
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Gracias a la serie documental de Netflix Don’t F**k With Cats: Hunting an Internet Killer (No te metas con los gatos: la caza de un asesino en Internet) el caso tomó de nuevo relevancia.
Desde el lanzamiento de esta producción a finales del año pasado, que consta de tres capítulos, no solo se conoció en detalle las atrocidades de este asesino, sino que se analiza el impacto que tienen las redes sociales en personas con padecimientos mentales y lo que muchos están dispuestos a hacer con tal de llamar la atención.
El documental, que por el nombre uno podría fácilmente confundir con un programa contra el maltrato animal, da una perspectiva muy interesante de la historia: vemos como Deanna Thomson y John Green, dos fanáticos y hasta podría decirse que “bichos raros” de la redes sociales, se indignan y comienzan una cacería en línea para descubrir y luego perseguir al creador de lo videos.
Las investigaciones que realizaron junto a otros usuarios que pertenecían a un grupo privado de Facebook, fueron de gran apoyo a los departamentos de policía de Canadá, Francia y Alemania para dar con el paradero de Magnotta, quien finalmente fue detenido en julio del 2012, en un café Internet de Berlín.
El joven fue sometido a un largo proceso, declarado culpable y sentenciado a cadena perpetua por el asesinato en primer grado y cometer indignidad contra un cuerpo por descuartizamiento y canibalismo. Además, fue sentenciado a 19 años de prisión por crueldad hacia los animales, producción y distribución de material obsceno, envío de material obsceno por correo y hostigamiento, detalló El Clarín.
Aunque ya sabemos el desenlace del juicio y la manera en que lograron capturar a este canadiense, el documental de Netflix ahonda poco en la vida de Magnotta, de su violenta niñez y de los problemas mentales que sufría desde la adolescencia.
Agresiones y niñez
Durante el juicio se dieron a conocer muchos detalles de la vida de Magnotta, de su familia y de sus problemas psiquiátricos que padeció desde que era un adolescente.
El verdadero nombre de Luka es Eric Kirk Newman; nació en Toronto en 1982. Su madre, Anna Yourkin, siempre ha insistido en la inocencia de su hijo desde que fue acusado por los crímenes que cometió y asegura de que fue forzado a cometer semejante atrocidades. En el documental de Netflix, Anna afirma, por ejemplo, que Magnotta fue obligado a grabar eso videos por un tal Danny, hechos que nunca se lograron probar durante el juicio.
Lo que sí se pudo demostrar fueron los años de abusos que sufrieron ella y Magnotta de parte de su primer esposo y padre: Donald Newman. Según Esquire, ella describe a Newman “como un “orgulloso nazi” y "un esposo y cónyuge abusivo”. Newman también testificó en el juicio de su hijo y reconoció los abusos a los que sometía a su familia y que, según él, fueron atribuidos a la esquizofrenia de la que fue diagnosticado tiempo después.
Este no es el primer juicio al que se enfrentaba Magnotta, pues en el 2004 ya había sido declarado culpable de fraude cuando le robó la tarjeta de crédito a los padres de un amigo y gastó más de $17.000.
La niñez de Luka tampoco fue sencilla: recibió parte de su educación en casa y cuando sus padres decidieron matricularlo en un colegio, tuvo que dejar de asistir por el bullying que sufrió por parte de su compañeros. Nunca logró terminar la educación secundaria.
Luego de que diera a conocer su caso en Canadá, muchos de sus excompañeros se comunicaron con los medios de comunicación para describirlo como un joven “siempre feliz”, aunque podía ponerse agresivo de un momento a otro sin aparente causa. Incluso, algunos describieron episodios en los que Magnotta fue violento con sus profesores.
Esquire también hacen mención de las veces que tuvo que estar internado en hospitales psiquiátricos por su agresividad y constantes alucinaciones. Al igual que padre, el joven fue diagnosticado con esquizofrenia paranoide.
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Varios medios canadienses investigaron sus antecedentes médicos, que fueron dados a conocer durante el juicio y en los que se describen sus constantes visitas a instituciones mentales. Parte de estos problemas lo llevaron al borde de la muerte. En el 2001, Magnotta casi muere y debió ser internado en el Ross Memorial Hospital por una sobredosis del potente sedante Clonazepam, reveló El Global News de Canadá.
Adicto a la fama
Aunque el documental de Netflix describe con lujo de detalles el deseo de Magnotta de ser reconocido y famoso, en la serie nunca ahondan en cómo esta aspiración lo llevó a convertirse en un actor pornográfico.
Aunque realizó audiciones para participar en series, realitys, documentales y programas de televisión sin éxito (algunas de esas pruebas se puede ver en Youtube), el chico luego buscó fama en la industria de la pornografía para, finalmente, convertirse en un reconocido y popular escort.
Algunos medios han puesto en entredicho su popularidad como actor pornográfico porque, aunque grabó varias escenas con reconocidas productoras de ese medio, muchos afirman que su “fama” fue creada. En el documental Don’t F**k With Cats: Hunting an Internet Killer se descubre la red de perfiles falsos que creaba Magnotta para esparcir rumores sobre su vida y viralizar noticias falsas de sus hazañas, para aumentar así su popularidad.
Según su hermana, Melissa Newman, Magnotta buscaba la fama a costa de lo que fuera y por esa razón cambió su nombre de Eric Kirk Newman a Luka Magnotta: una manera de reinventarse y crear un personaje desde cero.
La popularidad de la que tanto anhela la continuó cosechando incluso desde la cárcel, cuando en el 2017 publicó un anuncio buscando un hombre con quien casarse y… ¡lo logró! Está claro que la noticia corrió como pan cliente por todo Canadá.
Según medios como The Sun, El Clarín y Esquire, Magnotta se casó con Anthony Jolín luego de un anuncio que publicó en un sitio web diseñado para prisioneros, el Canadian Inmates Connect. Jolín es otro convicto por robo a mano armada y luego fue condenado a cadena perpetua por homicidio.
“Busco una persona leal, preferiblemente educada, financiera y emocionalmente estable para una relación comprometida a largo plazo”, decía el anuncio según reseñó El Clarín y que finalizaba con la siguiente frase: “Si crees que podrías ser mi príncipe azul, envíame una carta detallada con al menos 2 fotos. Solo aquellos que considere compatibles recibirán una respuesta”.
Dos años después, Magnotta y Jolín se casaron aunque no pueden intimidar ni disfrutar de espacios privados.
¿Montaje?
La noticia más reciente en este caso se dio cuando en el 2018 la madre de Magnotta decidió coescribir el libro My Son, The Killer: The Untold Story of Luka Magnotta and “1 Lunatic 1 Ice Pick” con el periodista y escritor Brian Whitney. El libro, más que una historia, es una conversación con Luka, quien hasta ahora no ha hablado con ningún medio del caso.
Por más descabellado que parezca, Luka sigue afirmando de que no mató a ningún gato y de que no estuvo involucrado en el asesinato de Lin. Curiosamente, Netflix no hace ninguna mención del libro en el documental.
Newsweek, medio que ha seguido esta historia, entrevistó a Brian Whitney, quien contó la otra realidad de Magnotta: el joven convicto le aseguró al autor que nunca ha sufrido de problemas mentales y de que fue presionado por su defensa a aceptar este argumento para disminuir su responsabilidad en el crimen. “No sufro de ninguna enfermedad mental en lo absoluto. Tuve que seguirles la corriente, aunque yo no estaba de acuerdo, porque mis abogados me presionaron. Le dije a los médicos que no tenía ninguna enfermedad mental”, es parte de lo que Magnotta dice en el libro.
Whitney también le escribió un correo electrónico al National Post en el que describe su visión del asesino luego de conocer al homicida: “Él piensa que la sociedad está enferma, no él. Siente (o al menos dice) que la gente está obsesionada con él, inventando cosas constantemente, cotilleando sobre él, etc. Creo que definitivamente hubo momentos en los que sentí que me estaba engañando; otras veces parece que realmente cree lo que él esta diciendo".
El Clarín también reseña parte de lo que Magnotta y su madre revelaron en el libro. Yourkin afirma que “hablan por teléfono casi todos los días” y que “lo visita regularmente”. Luka también da algunos detalles de cómo es su vida como prisionero: “Tenemos noches de cine. Todos tenemos nuestros propios televisores. Tengo clase de pintura y hago mucho ejercicio. Practico y estudio idiomas”, señala el medio argentino.
Sin embargo, lo que más llama la atención de todo lo que revelado por Whitney es la falta de arrepentimiento y la soberbia de Magnotta: “Se presenta de la misma manera ahora que antes, en especial, arrogante", dice.
Este caso también tuvo repercusiones en los páginas de Internet que albergan contenido violento. El sitio ScreenRant informó a finales de este año que el sitio web que alojó el video del asesinato de Jun Lin, Bestgore, fue señalado por corromper la moral pública. Su propietario, Mark Marek, fue acusado por la policía de Edmonton de obscenidad por alojar el video y en el 2016 se declaró culpable. Fue sentenciado de seis meses de cárcel. El video ya no está alojado en el sitio.