Revista Dominical

Luis Antonio Sobrado: ‘Esta será la elección más complicada desde los años 40; no descarto brotes de violencia’

El expresidente del Tribunal Supremo de Elecciones no está seguro de que Costa Rica siga siendo la ‘democracia más sólida’ de América Latina. ¿Duda el país de sus convicciones democráticas?

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Durante 14 años, entre 2007 y 2021, Luis Antonio Sobrado anunció a los costarricenses el candidato ganador de tres elecciones presidenciales, tres votaciones cantonales y el único referéndum. En su presencia frente a las cámaras siempre exhibió mesura y templanza.

Hoy está jubilado y puede expresar todas sus opiniones, incluso aquellas que calló por obligación cuando era el presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). En entrevista con Revista Dominical, Sobrado confesó que ahora duda de las convicciones democráticas de los costarricenses, y afirmó que, si de él dependiera, el Estado costarricense ya sería laico y permitiría la eutanasia. A su pesar, lamenta que Costa Rica es presa del populismo conservador del siglo XXI.

— Es absolutamente normal en las democracias que haya movimientos pendulares. Es decir, hay épocas de predominio hacia la izquierda, y posteriormente se puede ver el giro hacia movimientos de derecha.

“Lo que es más significativo del momento actual no es tanto esa oscilación, sino la emergencia y la consolidación de gobiernos populistas, por una parte, y en el caso de Europa, el crecimiento también de movimientos neonazis o de extrema derecha.

“Eso sí es de preocupar, porque tanto el populismo como los movimientos neofascistas o con cierta inclinación hacia el fascismo representan una negación de la democracia. Tarde o temprano el populismo termina en una derivación autoritaria, como también toda esa extrema derecha europea, que la vemos en Italia, en Francia, en España”.

— Las instituciones ligadas al control del ejercicio del poder tienden a ser blanco de ataques de parte de estos líderes. Pensemos en El Salvador, la manera de cooptar el Poder Judicial; pensemos en López Obrador en México y su ataque a los organismos electorales; pensemos en la animadversión de la actual administración (la de Rodrigo Chaves Robles) respecto de la Contraloría y el Poder Judicial.

“En la medida en que la luchan por afirmarse en el poder empiezan a tener resistencia por parte de los organismos de control que son, además, esenciales a la democracia.

“Tal vez los costarricenses no tienen verdadera conciencia, pero una democracia no es solo elecciones periódicas, una democracia supone un ejercicio limitado del poder político.

“Cuando sacrificamos esas limitaciones en favor de una mayor eficiencia en la administración, estamos también renunciando a la democracia. No en vano gobiernos fascistas como el italiano de Benito Mussolini hacía gala de que en Italia por primera vez los trenes llegaban a tiempo. Ejercer el poder para bien o para mal es más sencillo cuando no existen controles”.

Luis Antonio Sobrado, entrevista
El expresidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Luis Antonio Sobrado, explicó que la democracia tiene inevitablemente cierta dosis de ineficiencia, ya que ejercer el poder es más fácil cuando no existe controles, como lo hacen las dictaduras. Foto: Rafael Pacheco Granados

— Hay un debilitamiento crónico de los partidos políticos, cada vez resultan menos confiables para la ciudadanía, cada vez se entienden como focos de aristocracias que buscan solo el provecho propio y no el provecho del país, y el individualismo tiende a prevalecer.

“Es claro que deberíamos aspirar a un replanteamiento los partidos políticos, con una mayor transparencia en su funcionamiento y con un accionar más democrático en su interior. Yo creo que esa esa es la única vía posible.

“Lo cierto es que un partido solo debería de existir si demuestra que tiene un respaldo popular mínimo. Esto comprende dos aspectos.

“Primero, que el nacimiento de nuevos partidos sea necesariamente condicionado a una existencia sustancial de adhesiones, y no la cantidad ridícula que establece la ley actual.

“Lo segundo, que pasada la elección, aquellos partidos que no tengan una votación significativa, desaparezcan automáticamente del registro electoral.

“De lo contrario, pasa lo que pasa en Costa Rica, más de 100 partidos políticos de los cuales la inmensa mayoría son cascarones jurídicos. De alguna manera, la legislación actual tiene incentivos perversos para agravar el debilitamiento de los partidos y para hacer crónico el fenómeno de los partidos taxis”.

Luis Antonio Sobrado, entrevista
Sobrado considera que es imprescindible el involucramiento de la ciudadanía en política; esta es la única forma de reestablecer la confianza en el sistema. Foto: Rafael Pacheco Granados.

— Totalmente deficitaria, porque fue construida en una época de bipartidismo. Vivimos una realidad totalmente diferente y la legislación tiene que adecuarse a esa nueva realidad política.

“Otra cosa que el costarricense no acaba de entender es que la gente de los partidos políticos no son extraterrestres del planeta Corruptón. No. Son ciudadanos comunes y silvestres, de diferentes clases sociales, con diferentes estándares éticos, gente más inteligente, gente menos inteligente. De alguna manera, la calidad de la estructura partidaria es un reflejo de la calidad de la sociedad en que vivimos.

“Todos somos responsables, algunos por cometer graves errores en la vida partidaria, y otros porque no nos involucramos en política, porque es más sencillo quedarnos en nuestra casa y dejar que otros sean los que inviertan tiempo y dinero en la acción política”.

“Yo no utilizaría ese calificativo. Tradicionalmente el costarricense ha sido un firme defensor de la existencia de una institucionalidad potente en el país, capaz de garantizar el funcionamiento de gobiernos democráticos que llegan al poder.

“Pero a la vez, también ha sido tradicional en el país la actitud crítica del ciudadano respecto de la misma institucionalidad. Yo no creo que el aprecio costarricense por la institucionalidad sea una especie o una suerte de cheque en blanco para que se haga lo que se quiera con esa institucionalidad.

“Una cosa que sí me preocupa de la opinión pública costarricense es que debido a ese enojo que se ha ido acumulando, el enojo frente a la corrupción, frente a la desigualdad social y frente a la violencia, parece denotar, ojalá esté equivocado, en que la convicción democrática del costarricense es un poco superficial y que basta escarbar un poquito para que se aprecie esa deriva o ese gusto por lo autoritario y por las propuestas populistas.

Antes de salir del tribunal, mucho antes de este gobierno, me cansé de advertir que la cosa pública tenía que administrarse bien porque el gran peligro del país era el populismo y las tentaciones autoritarias

—  Luis Antonio Sobrado

“Democracia no es solo que haya elecciones periódicamente, también es un estilo de vida, es un conjunto de valores que si no están ampliamente extendidos, la democracia es una farsa”.

Luis Antonio Sobrado lamentó que la convicción democrática costarricense 'es un poco superficial'
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Luis Antonio Sobrado lamentó que la convicción democrática costarricense 'es un poco superficial'

— Eso es lo que parecen estar demostrando los últimos años. Yo también afirmaba que la democracia costarricense era la más sólida, longeva y consolidada de América Latina y hoy me cuesta seguir diciéndolo. Salvo que entendamos por democracia la celebración periódica de elecciones. Hombre, eso es condición necesaria, pero no condición suficiente para que exista una verdadera cultura democrática.

“El creciente abstencionismo, no ir a votar, que es el compromiso mínimo, el respaldo a ideas autoritarias, el denostar a la institucionalidad de control del país, la facilidad en que hay manipulación en redes sociales, el fanatismo con el cual vemos la política... Me da la impresión de que estábamos muy orgullosos de una capita delgada de democracia, pero en los malos tiempos eso de alguna manera parece estar cambiando.

“Solemos a responsabilizar a los políticos por conductas de corrupción, y lamentablemente hay escándalos de corrupción desde hace mucho; pero también olvidamos la corrupción desde el sector privado, la corrupción que tenemos los simples ciudadanos cuando evadimos el pago de impuestos, cuando no nos importa la limpieza de nuestros barrios, cuando nos relacionamos violentamente con nuestros vecinos.

“En fin, en Costa Rica dábamos por sentado que esos valores eran ampliamente extendidos, y hoy ya no podemos decir lo mismo”.

Luis Antonio Sobrado llamó a los ciudadanos a combatir la corrupción desde su propia vida personal
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Luis Antonio Sobrado llamó a los ciudadanos a combatir la corrupción desde su propia vida personal

— Es un liderazgo con claros rasgos populistas. Yo creo que eso es innegable.

— Por ejemplo, el tipo de discurso con el cual se comunica con la ciudadanía y su animadversión hacia las instituciones de control son claros rasgos populistas. Yo veo en liderazgos como el de López Obrador o el de Bukele una popularidad incombustible. Todo gobierno en Costa Rica y en América Latina, al cabo de un año, pasa de la esperanza por un líder mesiánico a verlo como una especie de demonio que todo lo está haciendo mal.

“Es decir, normalmente pasábamos de esperanzas mesiánicas a un claro desprecio y una caída violenta del nivel de aprobación ciudadana. Pero eso no pasa con el liderazgo populista. Es decir, hay un nivel de fanatización tal, que los desaciertos no se ven y se sobredimensionan los aciertos. Eso sí es algo enteramente nuevo en la realidad política, y eso de alguna manera favorece las ansias de continuismo en el ejercicio del poder”.

Luis Antonio Sobrado, entrevista
Luis Antonio Sobrado confesó que tiene dudas sobre la fortaleza de las convicciones democráticas de la población costarricense. Foto: Rafael Pacheco Granados

— La profunda debilidad de los partidos políticos, la caída en picada del Partido Acción Ciudadana, que fue el que impulsó políticas públicas más liberales en temas como diversidad sexual, en temas como educación de la sexualidad, etcétera; es un partido prácticamente desaparecido. Eso plantea importantes desafíos en lo que, para mí, será la elección más complicada que ha tenido el país desde los años 40.

No descarto brotes de violencia, no descarto para nada la utilización de redes sociales para tratar de manipular el comportamiento electoral, y no solo de un sector político, sino que todos en mayor o menor medida podrían caer en esa tentación.

No descarto brotes de violencia, no descarto para nada la utilización de redes sociales para tratar de manipular el comportamiento electoral, y no solo de un sector político, sino que todos en mayor o menor medida podrían caer en esa tentación.

—  Luis Antonio Sobrado

“Veo un Tribunal que tiene que blindarse porque va a ser objeto de un ataque violento por parte de quienes no logren ganar la elección. Creo que ese blindaje de un Tribunal creíble y competente, reconocido mundialmente por su buen hacer, ese blindaje se lo tenemos que proporcionar todos los costarricenses que creemos en la democracia y que estamos dispuestos a aceptar el resultado de las urnas, aunque no sea el candidato que estamos apoyando. Ahí se mide la grandeza de un demócrata, no cuando gana las elecciones, sino cuando las pierde”.

Durante 22 años, Sobrado anunció a los costarricenses el resultado de las votaciones presidenciales, cantonales y del único referéndum. La foto corresponde al anuncio del ganador de las elecciones del 2018, Carlos Alvarado. Foto: Melissa Fernández.

— Es una excelente pregunta. Yo creo que la mescolanza de política y religión no le hace bien a las democracias. Es imprescindible que haya un abordaje laico de los asuntos públicos.

“En el 2014 tuvimos un auge de liderazgos a cargo de pastores evangélicos, pero yo tengo la impresión de que eso fue flor de unos años, por la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la discusión del matrimonio igualitario.

“La Constitución Política busca evitar que los argumentos religiosos inclinen la decisión en favor de un partido o en favor de otro. Pero lo que hizo fue prohibir la propaganda inspirada en motivos religiosos, no el discurso religioso, no las promesas de cambios o de giros conservadores en la política.

“El Tribunal puso ciertos topes a la injerencia de la religión en política: le quitó el pececito al partido de Justo Orozco, declaró con lugar un amparo contra el obispo de Cartago, y otras decisiones donde puso freno hasta donde la Constitución y las leyes lo permitían.

“Ahora, entendamos que hay partidos que sin tener ese sesgo religioso tienen un pensamiento muy conservador, en una Costa Rica muy conservadora.

“Vea usted que cerca de las elecciones empiezan a surgir proyectos que atienden las aspiraciones de ese grupo conservador de Costa Rica, me refiero a agravar las penas por el aborto y el tema de las guías de educación sexual. Obviamente ambos proyectos a mí me parecen nefastos.

“Creo tanto en la necesidad de legalizar el aborto bajo ciertas condiciones, en la necesidad de posibilitar la eutanasia. ¿Qué pienso de lo que resolvió la Corte? Lo apoyó sin ninguna duda, al 100%, es más, cuando en Costa Rica no se hablaba de este tema, yo dije en un reportaje de La Nación que apoyaba el matrimonio entre personas del mismo sexo.

“Yo tengo ese pensamiento, del cual no hablaba en la época que estuve en el Tribunal, pero tengo la libertad de manifestarlo. Frente a esas ideas mías se oponen grupos importantes de diversos partidos políticos, Liberación y la Unidad incluido. Claro que, a un año de la elección, estas propuestas pueden estar muy ligadas a la necesidad de obtener apoyos adicionales para ganar la elección del 2026”.

Desde el 14 de noviembre del 2015 el entonces presidente del TSE, Luis Antonio Sobrado, reafirmó su apoyo al matrimonio igualitario.
Desde el 14 de noviembre del 2015 el entonces presidente del TSE, Luis Antonio Sobrado, reafirmó su apoyo al matrimonio igualitario.

— Yo respeto profundamente las creencias religiosas de la gente, la diversidad que hay dentro de nuestras preferencias religiosas. La libertad religiosa es un componente esencial de la democracia. Dicho esto, es nefasta la mezcla entre política y religión, como también me parece nefasta la mezcla entre educación pública y religión.

“Desgraciadamente nuestra Constitución sigue diciendo que la religión oficial del Estado es la religión católica y esto legitima, dijo la Sala IV, los crucifijos en los hospitales públicos, pero también enseñanza de la religión en las escuelas públicas.

“Hay una decisión anclada el siglo XIX, porque esto es una regla que viene desde la Constitución de 1871.

“Yo creo que la mentalidad religiosa, que sigue siendo mayoritaria, cada vez va perdiendo más terreno. Las ideas de separación del Estado y la Iglesia llegarán a imponerse, aunque hoy por hoy responde a una sociedad que sigue teniendo un conservadurismo religioso, que no está limitado al partido de Fabricio Alvarado. También la Iglesia Católica se inmiscuye en política, como su ejemplo lo evidencia”.

— Voy a hacer una afirmación todavía peor: antes de que la Sala lo dijera, lo había dicho el TSE de su jurisprudencia.

— Se quedó sumamente corta. Cuando el Tribunal resolvió, tuvo que reconocer la existencia de mandatos constitucionales más allá de sus propias convicciones. Me hubiera encantado decir como magistrado que ningún líder religioso podía asumir altos cargos políticos, pero eso no es lo que dice la Constitución.

“La Constitución claramente no se refiere a liderazgos religiosos, sino de Estado seglar, y en el disfrute de derechos fundamentales, como es la aspiración a ejercer un cargo público, que es el derecho al sufragio pasivo, hay que interpretar todo en beneficio de su disfrute.

“¡Cuánto me hubiera me hubiera gustado a mí poder interpretar el asunto al revés! Pero cuando a mí se me pide pronunciarme como magistrado, lo que debe prevalecer no es mi opinión política o mi ideología, sino el respeto a la ideología del constituyente".

— Totalmente. Costa Rica es de los pocos países de todas las democracias del mundo, más allá de ciertas excepciones, que sigue declarándose un Estado confesional. Y que no me digan que es una norma inoperante porque acaba de ser la base para ordenar la instalación de un crucifijo en un hospital público.

Costa Rica es de los pocos países de todas las democracias del mundo, más allá de ciertas excepciones, que sigue declarándose un Estado confesional. Y que no me digan que es una norma inoperante porque acaba de ser la base para ordenar la instalación de un crucifijo en un hospital público.

—  Luis Antonio Sobrado

“Sigue siendo una norma que proyecta sus efectos en la realidad social, como es el caso del crucifijo, pero también el de la enseñanza religiosa en los colegios públicos. Yo sí creo en la importancia de una formación en valores, pero no con una perspectiva religiosa, sino una perspectiva de ética”.

— Totalmente. Pero también sería un Estado preocupado por la promoción de valores democráticos y valores que suponen una ética pública.

— Primero hacer una aclaración: el conocimiento de beligerancias políticas solo se activa por denuncia de una persona interesada, no por oficio. Desconozco si hay denuncias formables ante el TSE. Hay que recordar que todo el todo el manejo de la beligerancia política se detuvo durante años porque la Sala Constitucional tenía en sus manos valorar la constitucionalidad de un decreto que yo firmé, junto con mis compañeros, creando la sección especializada.

“La Sala dilató mucho tiempo para resolver ese asunto. En la administración pasada y a inicios de esta no hubo ningún juzgamiento porque el asunto estaba tenido ahí. Si ha habido atraso en caso de que se hayan presentado denuncias, me parece que obedecería a la suspensión de esas reglas producto de la pendencia de una acción de inconstitucional”.

— Este tipo de conductas que violan reglas no son nuevas. Recuerdo que en una administración anterior, estando yo en el Tribunal, se demostró en una comisión legislativa que el gobierno de Taiwán había donado dineros en favor de los dos principales partidos en disputa, y no pasó nada.

Recuerdo que en una administración anterior, estando yo en el Tribunal, se demostró en una comisión legislativa que el gobierno de Taiwán había donado dineros en favor de los dos principales partidos en disputa, y no pasó nada.

—  Luis Antonio Sobrado

“¿Por qué no pasó nada? Porque la legislación era terriblemente deficitaria en cuanto a precisar adecuadamente el ilícito penal y en crear castigos eficientes. Es decir, parecía hecha con la intención de que nunca se cumpliera los controles en materia de financiamiento partidario.

“Esto cambia radicalmente con el Código Electoral del 2009, que establece una filosofía clara de asegurar la transparencia en el manejo de los recursos dedicados a la política. Ese cambio hizo que, por primera vez, haya habido personas incluso condenadas a penas de cárcel. Pero no recuerdo que estas condenas se hayan extendido a personas que luego hayan ocupado cargos de ministro o presidente de la República. No recuerdo ningún antecedente”.

— La democracia no está amenazada por el régimen de partidos políticos, pero sí por el financiamiento de estos ¿Por qué? Porque aparte de que mi decisión electoral puede estar condicionada a la licitud de las fuentes de financiamiento, lo cierto es que hay un gran riesgo de que el gobierno pueda resultar atrapado por intereses no deseados.

“Puede ser desde el peor de los casos, como los dineros del narcotráfico y del lavado, pero también sectores económicos que, a través del dinero, quieran condicionar en favor de sus intereses la futura acción gubernamental. Son riesgos para la democracia que se pueden concretar vía financiamiento de aspiraciones políticas”.

Luis Antonio Sobrado, entrevista
Sobrado no es optimista respecto al clima político que habrá durante las elecciones presidenciales de febrero del 2026. Foto: Rafael Pacheco Granados
Roger Bolaños Vargas

Roger Bolaños Vargas

Periodista de la Revista Dominical desde 2025. Labora en cobertura política desde 2022. Graduado de bachiller en periodismo en la Universidad de Costa Rica en 2021. Trabajó en verificación de noticias falsas, sucesos e internacionales. Recibió el premio de La Nación como “Periodista del año” en 2023.

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