No cualquiera puede declararse “tico de corazón” tal como lo ha hecho Malcolm Hill, neozelandés-australiano también conocido en las redes sociales de nuestro país como el “gringo”. Conoce 42 países pero fue tal el flechazo que sintió cuando llegó Costa Rica que decidió establecerse con su esposa en Guanacaste y hoy tienen dos hijos costarricenses “¡a mucho orgullo!”, espeta con su habitual energía y ni qué decir de su simpatía.
A pesar de que el primer contacto de la pareja con Costa Rica se dio en el 2016, cuando arribó al país por una oportunidad de trabajo sin imaginar todo lo que iba a ocurrir, fue hasta marzo del 2020, cuando la pandemia de la covid-19 alcanzó al país, que Malcolm empezó a coquetear con las redes sociales, Instagram y Tik Tok, específicamente, casi como un pasatiempo. “Es que estaba jeteando, sin brete”, dice muy serio.
Hay que decirlo, el país se divide en dos: quienes conocemos a Malcolm y los que no. Así que los primeros leerán esta entrevista prácticamente como si lo estuvieran escuchando en ese español fluidísimo, con la mezcla de acentos tico e inglés tan particular y repleto de costarriqueñismos de todo tipo. Conversar con él personalmente, aunque por teléfono, es fascinante y fácil lo lleva a uno de las lágrimas de risa a otras de emoción, pues “Malcon” o “Marcon” o “Gringo” o como le llaman sus miles de seguidores, de verdad está perdidamente enamorado de “el país más pura vida del planeta”.
Quien hoy cuenta con unos 55 mil seguidores en Instagram (malcolmlhill) y por ahí de 600 mil en TikTok (malcolmhill89), se convirtió en figura del mundo virtual casi por casualidad.
“Como todo el mundo, cuando empezó la pandemia y se paralizó mucho el trabajo y había que estar en la casa, yo descargué la aplicación de TikTok para ver qué era la cosa. Me gustó y como ya yo estaba loco por Costa Rica pensé que estaba bien mostrar las cosas que muchos ni se imaginan que hay en este país”, rememora.
Hizo sus primeros videos hablando normal, en inglés, pero no tuvieron “mucha pegada”. Entonces se le ocurrió “rajar” con su nuevo idioma. “¡Hice un video hablando en español y fue una grandísima sorpresa porque se volvió viral!”, cuenta Malcolm emocionado, como reviviendo el momento y agrega, como hablando para sí: “¡Yo dije: ¿qué es esta mierda, esta locura?!”.
El boom empezó en agosto del 2020 y desde el primer momento Hill se ilusionó con compartir vivencias y pensamientos inspirados en Costa Rica, sus costumbres, sus rutinas, su flora, su fauna, sus playas pero, número uno, su gente. De hecho en los primeros videos dedica varios agradecimientos a los costarricenses por “aceptarnos a vivir en su bellísimo país”.
Y es que en realidad sus videos siempre aportan, ya sea diversión, conocimiento –por citar un caso entre cienes, a veces se pone detrás de un garrobo mientras se lo muestra a sus hijitos y claro, a su gigante comunidad virtual–, comparte fascinado cada vez que aprende una ‘ticada’ nueva y le divierten muchísimo las malas palabras que usamos en el país.
“¡Cara de p....!, Es que me encanta esa palabra porque la usan para todo, ‘no voy a hacer ni p....’; ‘¡Me vale p...!’”, dice con sonrisota de niño travieso viendo a la cámara y, eso sí, sin ningún tenor de vulgaridad. Malcolm ha logrado “inventar” un español a lo puritico Tiquicia, pero se las ingenia para jamás caer en lo soez.
@malcolmhill89 🇨🇷❤️ ¿Cuáles palabras me puedes enseñar? Déjalas en los comentarios #tilichero #aprenderespañol #gringuito #tiquicia #puravidamae #chunche
♬ Monkeys Spinning Monkeys - Kevin MacLeod & Kevin The Monkey
Pero ¿de dónde salió semejante personaje y como vino a dar a este pedacito de tierra apenas visible en el mapamundi?
Nacido en Nueva Zelanda y criado en el campo, en una finca, a los 10 años su familia –integrada por sus padres y tres hermanas mayores, él es el menor y único varón– se mudó a Australia, país que, impensablemente, empezaría a marcar la senda de Malcolm hacia Costa Rica.
“Ahí conocí a mi esposa Anisa. Como Australia está llena de playas nos involucramos mucho con el surf, como cualquier australiano promedio, y en el 2015 recibimos una oferta que nos pareció muy interesante: yo siempre he trabajado en ventas y administración, y era hacernos cargo de la escuela de Surf en el Four Seasons de aquí; llegamos en el 2016 sin saber ‘ni piña’ y fue muy impresionante lo que vivimos desde el primer momento”.
“Llegamos aquí, tranquilitos y desde el primer día de trabajo en el hotel nos quedamos muy impresionados. Yo nunca había estado en un lugar en todo el mundo como con esa buena vibra que recibimos de toda la gente, todos con una sonrisa, con ganas de conocernos, de guiarnos, darnos buenos consejos, tips, ¡enseñarnos malas palabras! (risas), pero sí, lo que más amamos de vivir aquí es la amabilidad de los ticos. En Australia en general son bastante buena gente pero el tico promedio tiene interacciones e intenciones buenas con cualquier persona”, afirma el “Tiquillo” (como se autodenomina en varios de sus videos).
@malcolmhill89 Responder a @batista0810 🇨🇷❤️🙂 para que ser potencia mundial si ya tienes pura vida? #tiquicia #ticos #ticas #tuanis #tiktokcostarica🇨🇷
♬ Que Rico Estar en la Playa - Toledo
Entre las muchas interacciones que recibe de sus seguidores en redes, siempre hay alguien que le pregunta de qué vive, otros en broma le dicen que qué dichoso, que “qué rico se la tira”, o le preguntan directamente “Malcolm ¿usté es un pargazo? (vagazo)”.
Él se ríe y contesta, en el mismo tono de broma, que sigue siendo instructor de surf y da clases privadas. Otros seguidores contestan por él y lo felicitan porque comentan que es un crack en las olas.
Lo cierto es que ya la pareja no trabaja en el hotel y Malcolm tiene otro empleo. Ellos vivieron los primeros meses en Costa Rica en Playa Grande, pero se enamoraron de Playas del Coco y ahí han echado raíces y cosechado vínculos que jamás imaginaron.
Sobre su nuevo oficio, afirma: “Ahora estoy haciendo otra vara pero casi nunca hablo de la vara en redes sociales. Hay una nueva comunidad en desarrollo en Guanacaste, entre Playas del Coco y Las Catalinas, se está poniendo infraestructura, calles y toda la vara. Yo trabajo en la parte de ventas y actividades acuáticas, soy un empleado más”, dice con orgullo.
Y es que a no dudarlo, el convivio con sus compañeros le da más herramientas para mejorar su español e incorporar nuevos dichos y adagios, hasta regionalismos que solo se conocen en Guanacaste. “A mí me encanta el español. A nuestra llegada desde el día uno tuvimos que hablarlo y aprendimos con los locales, con los lancheros. A mí me dicen que cómo hablo de todo y tan rápido; lo que pasa es que siempre pongo mucha atención y tengo buena memoria ¡Los dichos de aquí me ayudan a aprender también porque me divierten mucho!”, dice el ingenioso muchacho, quien recién cumplió 32 años.
@malcolmhill89 🇨🇷❤️😊 La última 😵 de 🥭 #ticos #ticas #tiquicia #humortico #puravidamae #culturatica
♬ Punto Guanacasteco - Hernesto Miranda
Poniéndose serio
Como lo describe al presentarse en sus perfiles en redes sociales, Malcolm es un hombre felizmente casado con su esposa Anisa y con dos pequeños hijos, Maverick, de tres años y Denzel, de año y medio. Para él es un asunto muy serio haber elegido Costa Rica para vivir el resto de sus vidas.
Insiste en que el relajamiento que se vive aquí no es comparable con otros países en América o en otros continentes. También ha alabado mucho en varios de sus videos las medidas en pro de la protección del medio ambiente y se dice admirador de la prioridad que se le da a la educación en el país.
Claro, dicho aquí suena a discurso político, pero él le pone su sello personal y su entusiasmo, además de sus divertidos gestos faciales. Siempre culmina agradeciendo una vez más al país por la acogida e insiste que lo que más le gusta de aquí es la gente, “los ticos”.
Pero, como es lógico, en redes sociales hay de todo y de cuando en cuando alguien –habitualmente desde perfiles falsos– le dicen que busque vida en su país, que juega mucho de vivo y alguno que otro desaguisado.
De vez en cuando Malcolm contesta, a veces con un poco de filo pero con respeto y claro, siempre con guasa: “¡Nunca falta un mozote!”, escribió un día de estos ante un comentario de los ya descritos. Y de inmediato, la legión de seguidores que tanto cariño le profesa se manda contra quien osó “despachar” de Costa Rica al famoso tico por elección.
Firmemente convencido de que su principal misión de vida es ser feliz con su esposa y sus hijos, ser el mejor esposo y padre posible, Malcolm acomoda su tiempo de manera que pueda cumplir con días muy productivos en el trabajo pero también en la colaboración con las faenas de la casa, por ejemplo, cocinar.
Por cierto, hablando de cocina y de comida, la gastronomía de Tiquicia este es uno de los temas favoritos de Malcolm en redes. “Claro, me encanta la comida de aquí, un buen casado con bistec encebollado ¡me encanta!, una buena olla de carne también, el año pasado por la primera vez probé pejibaye con mayonesa y café, y para mí fue super raro (risas) porque es algo muy local, en general la comida es muy saludable y para mí, es mi comida preferida ¡pura vida!”
Otro detalle que llama la atención es que si hay algo que no se le ha “pegado” de este país, es la infame hora tica. Está con mucho trabajo por estos días, entonces tuvimos que hacer la entrevista en tractos y cada vez que coordinábamos la próxima llamada, me decía: “A las 4:40 te marco”. Y a las 4:40 en punto estaba llamando.
Le hago ver el tema de su puntualidad y, sin ánimos de crítica, se ríe y dice: “Ah sí, eso no se me va a quitar nunca. Imaginate, yo con la doña, los dos carajillos (”carajillo” es una de sus palabras favoritas, por cierto), tengo que organizarme muy bien”.
“¿Usted sabe? Cruzar todo el país para traer un presente así a alguien que no conocen... ¿cómo no voy a vivir enamorado de este país y de su gente? Eso que hizo esa familia no solo es pura vida, es mucho más que pura vida, no dejo de sorprenderme con las cosas que descubro todos los días en este país”.
— Malcolm Hill
Obligadísima la gran pregunta sobre cómo se siente al ser un influencer tan conocido, no solo en Guanacaste, sino también en el resto del país y del mundo, pues entre sus seguidores se cuenta gente de decenas de países, quienes disfrutan sus descripciones sobre Costa Rica y también su fino humor.
“Ah sí, es un cambio de vida en ese sentido, pero volvemos a lo mismo, es que los ticos son muy amables y simpáticos y no les da pena acercarse y hablarme; de hecho uno siente que ellos sienten que lo conocen, seguro por la forma en que yo hablo en mis redes”, dice con evidente contentera y agrega, muerto de risa: “Diay, hay domingos que voy al parque y cuando 10 personas me paran para sacarse una foto conmigo, mis carajillos y la doña se esperan tranquilos, ¡la verdad es que es mi culpa por subir tantas mierdas!”.
Algo que lo llena mucho son los agradecimientos que recibe, ya sea en sus plataformas como en persona, cuando los costarricenses de todos los estratos le aplauden el amor que le tiene al país pero también el empuje que sus mensajes pueden tener para atraer turismo.
El caso es que Malcolm ya “contagió” a su familia y recién hace unos meses recibió extasiado nada menos que a sus papás, Roger y Marion Hill, quienes tuvieron que armarse de paciencia para conocer la Costa Rica que adoptó a su hijo, por los embates del coronavirus.
En cuanto los aeropuertos se fueron normalizando, los señores lograron su añorado viaje, donde compartieron con su hijo, su nuera y por supuesto, los dos “carajillos” Hill.
Malcolm tuvo el detallazo de compartirnos detalles hermosos del encuentro, incluso desde los primeros abrazos en cuanto salieron del aeropuerto, y luego nos incluyó en varios de los paseos familiares en los que recorrieron distintas partes del país.
Pero eso no fue todo. Resulta que en ese encuentro participaron su hermana mayor, el esposo y los cuatro hijos de la pareja, pero no precisamente en tierra firme. Se explica: “Es que si la gente puede creer que yo tengo una vida un poco loca, eso de salir y anclarme en un país que no conocía y así, ¡la vida de mi hermana mayor es mil veces más loca que la mía, creo que estamos un poco locos todos!”.
Tras escuchar la historia, concuerdo... además, confieso, con un poco de envidia de la buena (que sí existe): “Mis papás quedaron encantados, además pudimos ir a visitar a mi hermana mayor, que vive con toda su familia en un velero. Ella se jubiló el año pasado, su esposo es contador, trabaja de manera virtual mientras se la pasan navegando. Cuando así lo deciden pasan en tierra firme una semana, así que lo coordinamos y fuimos con mis padres, nos pasamos una noche en el velero todos. ¡Mis papás hasta se pudieron bajar y conocer el Canal de Panamá!”, exclama todo feliz.
Los cuatro hijos de su hermana, entre los 6 y los 12 años, reciben educación virtual y básicamente se pasan la vida conociendo distintos países y culturas. A Malcolm esto lo enorgullece porque dice que, al igual que él, sus hermanas y papás son muy apegados a los hijos. “Somos muy locos, yo sé, pero estamos felices de dar nuestros mayores esfuerzos para que nuestros hijos crezcan lo más felices que sea posible”, afirma.
Agrega que la “locura” se extiende a su otra hermana, quien desde los 16 años se dedicó a trabajar con animales salvajes y agrega, bajando el tono: “La otra sí es más normalita, tiene su propia empresa como distribuidora”.
@malcolmhill89 🇨🇷❤️ navidad con mi familia de lejos #tiquicia #costarica #navidadtiktok #feliznavidad🎄 #ticos #ticas
♬ Feliz Navidad - José Feliciano
Cerramos con una anécdota realmente conmovedora, un fresquito para el corazón, como dice el dicho.
Cuenta Malcolm que hace dos o tres semanas él estaba trabajando y la familia no estaba en casa, era fin de semana. Cuando regresaron a la vivienda una vecina llegó a entregarles un presente: una familia que no conocen ellos viajó desde Cartago a buscarlos para entregarles una botella con agua de la fuente de la Virgen de Los Ángeles.
“¿Usted sabe? Cruzar todo el país para traer un presente así a alguien que no conocen... ¿cómo no voy a vivir enamorado de este país y de su gente? Eso que hizo esa familia no solo es pura vida, es mucho más que pura vida, no dejo de sorprenderme con las cosas que descubro todos los días en este país”.