
Cuando se acaba su turno como mecánico, Cefas Bansah regresa a su casa en Ludwigshafen, Alemania, se cambia su uniforme manchado de aceite y se viste con ropa de colores. Se sienta en su trono de madera, se pone una corona y se conecta a Skype.
A la distancia, a más de 6.000 kilómetros de su hogar, el hombre de 69 años gobierna a unas 300.000 personas de Hohoe, región de Ghana limítrofe con Togo.
Solo necesita de su cámara y una conexión a Internet para conversar con sus súbditos en sesiones y discursos individuales y para reunirse con líderes locales.
Bansah, el rey mecánico, depende de la tecnología no solo para comunicarse: también consigue apoyo económico y donaciones para su pueblo, el grupo étnico ewé.
“Sin toda esta tecnología sería imposible”, le dijo Bansah a BBC Brasil, en una entrevista telefónica.

Reinado tecnológico
Togbe Ngoryifia Céphas Kosi Bansah (su nombre de nacimiento) creció en Ghana. Se mudó a Alemania en 1970, antes de ser nombrado rey de Gbi en Hohoe.
Se mudó a Europa cuando su abuelo, el entonces rey del pueblo ubicado al este de Ghana, lo persuadió para que estudiara mecánica.
Al terminar sus estudios y obtener la ciudadanía, el hombre se estableció y montó un taller en su propio garaje, en Ludwigshafen.
Su vida era relativamente normal, hasta 1987, el año que recibió un fax que cambiaría su vida para siempre.
Su abuelo, el rey de Hohoe, había muerto.

Su padre y su hermano no eran aptos para gobernar: eran zurdos. Para las personas ewé, la mano izquierda está relacionada con la impureza y falta de honradez, por lo que no podrían considerarse legítimos herederos.
Cefas, único sucesor posible, se convirtió en el nuevo rey.
Gobernar a la distancia
Al morir su abuelo, Bansah estaba terminando un curso técnico de mecánica en Alemania, y decidió quedarse lejos para hacer contactos y conseguir alianzas y donaciones para su pueblo.
Ahora vive con su esposa Gabriele Bansah, de 59 años y sus dos hijos: Carlo y Katharina.
“A los alemanes les gusto y a mí me gusta Alemania. Así que empecé a hacer los programas humanitarios”, le dijo a la BBC. “Ellos (los súbditos) no me pidieron que volviera, porque saben que si me quedo en Alemania, puedo ayudarlos”.
Asegura haber ayudado a pagar una escuela para niños, ha construido cinco puentes y cuatro escuelas técnicas y ha recaudado dinero para la construcción de una prisión para mujeres.
Su reinado virtual comenzó por fax y visitaba Ghana cerca de ocho veces al año. Con Skype, las visitas se redujeron a la mitad.
Para financiar sus proyectos de ayuda, Cefas también vende su propia cerveza, llamada Akosombo, a pesar de que nunca bebe alcohol.
“Yo uso Skype para hablar con mi hermano y mi gente y saber cómo van las cosas, si necesita más puentes, más escuelas, cómo están las obras”, cuenta el monarca africano.

Raíces
En Hohoe, las casas son de barro y se comparten por varias familias. Es una sociedad polígama, y según la tradición, todos vienen desde el mismo ancestro.
Los 75 hermanos Bansah, por ejemplo, son hijos de 12 madres diferentes.
Según la entrevista que le dio a la BBC, el grupo étnico ewé representa el 13% de la población de su país, lugar donde la tradición religiosa del vudú se practica con regularidad.
“El vudú significa que hay que respetar la naturaleza, los ríos, los bosques. Los blancos que vienen a África escriben cosas malas sobre el vudú. Nosotros nos amamos, respetamos unos a otros y sabemos que sin la naturaleza no podemos vivir”, aseguró.
Según él, con la llegada de colonizadores europeos, los antepasados ewes abandonaron las costumbres del vudú y adoptaron creencias cristianas.
Con los años, han ido regresando a sus raíces. Él, por ejemplo, es presbiteriano, pero también practica el vudú.
“La mezcla de culturas es interesante”, contó la fotógrafa alemana Christina Czybik, quien pasó un día con el rey en su casa. “Bansah me dijo que la gente en Ghana es muy religiosa”. El rey Bansah tiene un pequeño santuario vudú en su sala de estar con un pequeño cartel hecho a mano que dice: ‘Michael Schumacher se recuperará pronto y rápido’”.

Legislar con ayuda
Aunque Ghana tiene ahora un sistema democrático, los reyes tradicionales aún tienen una función importante dentro de las comunidades como cuidadores de su gente.
Bansah asegura que tiene buenas relaciones con el gobierno local, pero su prioridad es ayudar, no hacer política.
“No tengo tiempo para la política. Yo uso mi tiempo para ayudar a los pobres. Los políticos hacen su política, yo hago lo que puedo hacer”, cuenta.
Bansah ha fomentado el desarrollo de Ghana mediante actividades técnicas y artesanales.
“La artesanía es la base de la sociedad. Ahí es donde empezó todo”, indica. “Y funcionó conmigo”.
Según el africano, el gobierno está actuando y la educación es obligatoria, pero muchos padres no logran pagarla.
“Esto explica el éxito de la recaudación pública para poder construir una nueva escuela”, cuenta la BBC. “El proyecto incluye un establecimiento que impartirá, entre otros oficios, carpintería, mecánica y textil”.

Los textiles son prioridad, ya que están dirigidos a mujeres. Ellas son quienes están en primer lugar, dice el rey: aunque los hombres son responsables de mantener a la familia, se fomenta que las mujeres tengan un oficio. En una sociedad polígama, la mujer puede ser abandonada en cualquier momento.
No todo es ayuda, sin duda. Bansah es famoso en Alemania y vende recuerdos como camisetas, bolsos y anteojos de sol con sus fotos.
“Le gusto a muchas mujeres”, dice sonriendo. “Entonces compran”.