Revista Dominical

Miguel Zaragoza y Evangelina López: Una historia de desamor y desabastecimiento de gas

La explosión ocurre así: dentro de un recinto cerrado, una fuga imperceptible de gas licuado se mezcla sigilosa con partículas de oxígeno y, al entrar en contacto con la más minúscula fuente de ignición –un chispazo o una amante, por ejemplo– deviene un estallido capaz de desintegrar objetos más allá de de las paredes. A veces, con similar potencia explosiva actúa el desamor.

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Miguel Zaragoza y Evangelina López, propietarios de Gas Zeta. (John Durán)







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