
En la punta del pene convergen una serie de dudas con respecto a la salud masculina. Para dar con ellas, hay que remover una parte del prepucio que cubre el glande, aunque esto no signifique que las incógnitas se aclaren. ¿Por qué se hace la circuncisión?
En realidad, el meollo del asunto no está en la zona, por más icónica y sensible que esta sea, sino en lo que se le hace a esta. Hablamos de la circuncisión, un procedimiento quirúrgico que se práctica generalmente a los niños, a pocos días de nacidos.
Sin embargo, en los últimos años, cada vez más adultos que no fueron sometidos a la cirugía siendo pequeños, están optando por acudir a un centro médico para ser circuncidados, según asegura el urólogo del Hospital Clínica Bíblica , Mario González.
Ese centro médico –así como otras clínicas privadas del país– realiza el procedimiento, que es ambulatorio, es decir, el paciente no debe dormir en el hospital.
El costo ronda entre $1.500 y $3.000 (entre ¢788.000 y ¢1,6 millones).
Las razones
Se habla de una serie de supuestos beneficios para la salud que genera el corte del prepucio, los cuales están relacionados con un menor riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual y de padecer cáncer de pene. Sin embargo, estas virtudes carecen de suficiente respaldo científico o tienen un impacto poco significativo.
El médico urólogo del hospital Max Peralta, Jorge Porta, indicó que en los últimos años se han venido publicando artículos que señalan que la circuncisión ayuda a prevenir el contagio de papiloma, herpes y sida ; pero destacó que para que el procedimiento surta efecto debe realizarse antes de que la persona empiece a tener relaciones sexuales. “De todas formas, los estudios no se pueden generalizar, no son tan concluyentes como para recomendar a la población masculina que se realice la circuncisión”.
En cuanto al cáncer de pene, admitió que efectivamente la circuncisión disminuye el riesgo de padecerlo, pero que este cáncer tiene una incidencia muy baja. A nivel mundial, se dice que afecta a uno de cada 10.000 hombres.
Otro argumento a favor de la circuncisión es que facilita la higiene (pues no se acumula suciedad en el prepucio), mas el galeno comentó que una buena higiene depende de que la persona sea cuidadosa, independientemente de si se hizo o no la intervención.
De hecho, solo hay dos indicaciones médicas por las cuales la circuncisión se vuelve necesaria: cuando se presenta una fimosis, que es una condición que impide la retracción completa del prepucio para dejar el glande descubierto, o cuando se producen inflamaciones o infecciones en el prepucio.
Por su parte, el doctor Mario González dijo que, en el caso del Hospital Clínica Bíblica, la mayoría de las circuncisiones se realiza por inflamación crónica, infecciones por hongos o la imposibilidad de retraer el prepucio para tener un aseo adecuado.
Los especialistas explicaron que hacerse la cirugía sin requerirla no genera mayores beneficios, aunque tampoco entraña perjuicios.
Existen casos en los que la circuncisión se hace por motivos religiosos (los hombres judíos, por ejemplo), y otros en los que hay intereses netamente estéticos.
El sexo
Así como no hay claridad sobre los efectos positivos de la circuncisión, tampoco los hay en cuanto a las consecuencias negativas.
La crítica más popular que se le hace a esta intervención es que causa una disminución en la sensibilidad del pene, lo que provoca que haya menos placer en el acto coital .
Sin embargo, expertos como la sexóloga Ana María Mora aseguran que eso depende de cada persona, pues el concepto del placer es muy subjetivo; añadió que distintos estudios hechos con hombres han arrojado datos ambiguos: unos dicen haber sentido el efecto y otros no.
Para la especialista, se trata más de un tema psicosocial que físico. “Tiene que ver con la construcción mental que hacemos de nuestra imagen física, es un asunto de seguridad y autoestima. Hay factores de mayor trascendencia en la sexualidad que el haberse hecho o no la circuncisión”, opinó.