“El sufrimiento que ella atravesó es inimaginable. No puedo pensar en lo que esta víctima soportó durante los miles de días que fue mantenida prisionera”, comentó el jefe de la unidad de Protección Pública de la Policía de Irlanda del Norte, George Clarke después de resolver uno de los casos más abominables que ha visto en su carrera.
Hace ocho años, un marido reportó como desaparecida a su esposa. Ambos vivían en el condado de Suffolk, en el este de Inglaterra.
Durante un largo periodo, la policía no encontró rastro de la mujer hasta hace poco, cuando Mandy Highfield denunció que en su hogar se encontraba la mujer desaparecida, pero además de eso, la víctima –la cual mantiene su identidad protegida– era una esclava sexual.
El cruel caso se desarrolló en Irlanda del Norte, dentro del hogar de Keith Baker, su esposa Caroline, y su exesposa Mandy, quien es madre de cuatro de los ocho hijos de Keith. (La razón por la que los tres vivían en una misma casa no fue revelada).
La policía cree que la mujer fue traficada a Irlanda del Norte por Baker en 2004, pero se desconocen sus motivos. Sin embargo, desde el día uno del rapto comenzaron los abusos. Clarke, calificó el caso como “el más depravado y terrible crimen” que le tocó atender.
La víctima estuvo encerrada en un pequeño cuarto sin luces, sábanas, ni cortinas. Durante todo ese tiempo, fue tratada como esclava sexual por Keith y Caroline, de 61 y 54 años respectivamente.
Las investigaciones policiales revelaron que las violaciones fueron filmadas en muchas ocasiones con una cámara fijada en el techo de la habitación. Cuando los efectivos policiales encontraron a la víctima, ella se encontraba gravemente desnutrida, pesaba apenas 38 kilogramos y sólo le quedaba un diente.
Los videos de los abusos descubiertos por la policía muestran cómo la salud de la mujer se fue deteriorando con el paso de los años.
“Keith quitó la perilla de la puerta. No había focos, alfombra ni cortinas frente a las ventanas", describió Highfield quien después de mucho tiempo de silencio, decidió denunciar a su examante y su esposa, quienes ahora se encuentran en prisión por el devastador crimen.