You Make Loving Fun es, en mi opinión de entusiasta musical, la canción del álbum Rumours de Fleetwood Mac en la que el bajo de John McVie suena mejor. Su trabajo en esa pieza es impecable, dándole una base rítimica funky casi que bailable. Los reto a que lo escuchen sin mover al menos los hombros: es imposible.
Ahora bien, lo irónico es que el tema en el que John tanto se luce y que fue escrito por su esposa y compañera de banda, Chirstine, no está inspirado en él, sino en el amorío que ella sostenía con el técnico de iluminación del grupo, Curry Grant. Hoy es historia conocida pero en aquel momento, la cantante y pianista prefirió evitar más problemas con John y le aseguró que la canción estaba dedicada a su perro.
Christine se dejó el McVie aunque su matrimonio con su bandmate se acabó en 1976, meses antes del lanzamiento del Rumours, que se convertiría no solo en el disco más vendido de 1977 sino en uno de los álbumes indispensables de la historia del rock and roll. En aquella producción, en la que los cinco Fleetwood Mac volcaron los sufrimientos, rencores y esperanzas de sus convulsas vidas amorosas, Christine McVie tuvo un peso creativo enorme, siendo autora de la ya mencionada You Make Loving Fun, así como también de las hoy clásicas Don’t Stop, Songbird y Oh Daddy. Además, súmele su aporte en el piano y el ser parte del triunvirato vocal invencible, al lado de los también cantantes Lindsey Buckingham y Stevie Nicks.
Christine murió el pasado 30 de noviembre, siendo la primera en partir de la alineación clásica de Fleetwood Mac (conformada por los McVie, Nicks, Buckinham y el baterista Mick Fleetwood). Falleció tras una corta enfermedad, a los 79 años, y con ella se fue la esperanza de volver a ver en concierto a una banda de veteranos que se mantuvo activa sobre el escenario cuando ya todos sus integrantes habían pasado los 70 años.
Su carrera inició en la escena bluesera inglesa de los años 60. Hija de un violinista clásico, no necesitó de un nombre artístico, pues su apellido real era Perfect. Estudió piano desde niña y en la universidad se especializó en escultura pero la música la atrapó y desde joven demostró un talento extraordinario para la escritura. Siempre se definió como una autora de canciones de amor, lo cual benefició por décadas al cancionero de Fleetwood Mac.
La primera banda con la que ganó visibilidad fue Chicken Shack, de la que se rescatan temas de su autoría como When the Train Comes Back, pero la leyenda la escribiría con Fleetwood Mac, a la que se integró en 1970, un año después de su matrimonio con el bajista John McVie. En medio de su mudanza de agrupaciones lanzó su primer disco solista bajo el nombre Christine Perfect y vale la pena revisarlo, especialmente por su impecable cover de I’d Rather Go Blind, de Etta James.
La primera mitad de los años 70 fue convulsa para el grupo, dados los constantes cambios en su alineación. Christine aceptó mudarse a los Estados Unidos con John y Mick en busca de nuevas oportunidades. A partir de la adición de Stevie y Lindsey, el quinteto alzó vuelo, dominando las listas en ambos lados del Atlántico por más de una década.
Dejando de lado sus canciones para el Rumours, McVie también escribió otros éxitos emblemáticos de Flettwood Mac, como Show Me a Smile (una hermosa balada sobre lo que significa tener hijos, aún cuando ella no fue madre); Spare Me a Little of Your Love; Say You Love Me; Over My Head; Think About Me; Hold Me; Everywhere, y la extraordinaria Little Lies. ¡La mitad del disco de éxitos del grupo lleva su firma!
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A finales de la década de 1990, Christine dio un paso a un lado y dejó a la agrupación que la hizo famosa. No hubo pleitos ni resentimientos, ni siquiera con su exesposo John, con quien la unió hasta el final una amigable relación profesional que superó con creces sus viejas crisis de pareja. La cantautora se tomó un respiro y se fue a su casa, en la campiña inglesa, donde vivió en calma y apartada del ojo público, apenas permitiéndose apariciones esporádicas en algunos conciertos de Fleetwood Mac, pues no tuvo inconveniente en que el grupo siguiera sin ella.
En el 2014, la artista puso fin a su semiretiro y volvió con sus viejos compinches. De inmediato ella y Buckingham empezaron a escribir nuevas canciones y el resultado fue un álbum que lanzaron como dueto en el 2017 y que, para todos los efectos, casi que fue el ultimo disco de Fleetwood Mac, pues les acompañaron John en el bajo y Mick en la batería, con la única ausencia de Stevie Nicks.
Más allá de su trabajo con la banda, McVie también encontró espacios para una carrera solista modesta y que, como ella la definió, fue mucho para su propia satisfacción. Aún así, su sencillo de 1984, Got a Hold on Me, logró alcanzar el Top 10 de Billboard.
Christine McVie fue una artista con clase, elegante en el estudio y el escenario. Su vida amorosa fue rocambolesca y entre sus múltiples parejas abundaron los músicos, lo cual deparó en una discografía muy emotiva, con canciones en los que ella mostraba su corazón con una sinceridad que a veces podía ser divertida, otras devastadora.
El rock le debe mucho a Christine, la que siempre conocimos como McVie pero que nunca dejó de ser Perfect.