¿Quién va a creerle a Corey Feldman? Una estrella apagada quien intentó refulgir en infinidad de reality shows, con declaraciones confusas sobre sus pijamadas con Michael Jackson, o la publicación de una autobiografía escandalosa.
Nadie atendió sus denuncias hasta que un colega con más credibilidad, Elijah Wood, habló, y destapó la olla de los grillos, cuando denunció la existencia de una red de 100 pedófilos activos, en la industria del cine.
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En su autobiografía, Coreyography: A Memoir, Feldman reveló la red de abusadores y contó que a su amigo –el también actor Corey Haim– lo violó a los 11 años un poderoso hombre de Hollywood.
Incluso acusó a su colega –Jon Grissom– de atacarlo sexualmente cuando era menor de edad, solo que ocultó su identidad en sus memorias para evitar una demanda legal.
Ante los medios de comunicación Corey advirtió a los padres: “La gente que nos hizo esto a mí y a Haim siguen trabajando, están ahí y siguen siendo algunas de las personas más poderosas y ricas de este negocio”.
La fama de Feldman declinó a inicios de los años 90, tras 12 películas, frecuentes apariciones en la televisión y de vez en cuando en algunas cintas. Nunca recuperó el éxito obtenido en clásicos del cine de la década de 1980 como en Gremlins, Los Goonies, Los chicos perdidos o Cuenta conmigo.
Generación perdida
A los tres años su madre, Sheila Goldstein, logró que grabara un comercial para una compañía de hamburguesas; fue el primero de un centenar de anuncios televisivos que lo lanzaron a las pantallas de cine.
Fue el segundo de cinco hermanos criados en California, donde Corey nació el 16 de julio de 1971. Su padre, Bob Feldman –un músico fracasado– regentó una agencia de talentos pueriles.
Con seis años llegó a ser el cachorro más prometedor del nuevo Club de Mickey Mouse, allá por los años 70 cuando la pederastia, la explotación infantil y el #metoo ni siquiera existían en el diccionario de Hollywood.
Tenía carita de consentido, de esos que no quiebran un plato y lloran porque se les murió el conejito; ahora, a los 48 años parece un personaje salido de una pesadilla de Freddy Krueger.
Filmó 50 programas de televisión; desde apariciones en Mork & Mindy, hasta Un día a la vez, pasando de carrera por Ocho son suficientes.
A los 15 años probó con el cine y llamó la atención por su papel en clásicos como Gremlins o The Goonies; incluso alternó con el malogrado River Phoenix en Cuenta conmigo y en 1987 hizo yunta con Corey Haim en la recordada Los chicos perdidos. Siguieron trabajando juntos por unos años hasta que el público se hartó del dúo.
La “coreymanía” fue insoportable y terminaron agarrados de las greñas; Feldman mandó a su homólogo a freír espárragos, hastiado de su severa adicción a las drogas. Haim murió de sobredosis a los 40 años, otros dicen que de neumonía.
Licencia para manejar
Al descalabro de la carrera; ya fuera por las malas amistades o los papeles intrascendentes, o porque una cosa es ser un niño bonito y otra un adolescente insufrible, Corey agregó el desorden emocional.
Con 18 años fue amigovio de Drew Barrymore; solo duró seis meses, lo cual no sorprendió a nadie.
Terminó la relación y se casó con Vanessa Marcil; ella lo sufrió tres años y se divorciaron. Probó con Paris Hilton y acabó en las redes de Susie Sprague, con quien se casó en el episodio final de The Surreal Life.
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La boda fue un show, con un rabino y un pastor cristiano, animada por un grupo musical y llena de promesas de amor eterno, que al final le dejó un hijo –Zen Scott– y otra separación; pero 12 años más tarde.
Incapaz de vivir soltero decidió intercambiar anillos –en el 2016– con Courtney Anne Mitchell, su esposa actual.
Parecía que Corey moriría en el anonimato, condenado al olvido y encajonado en papeles juveniles, para los cuales ya no calzaba.
A los 37 años volvió a tomar la cresta de la ola y aprovechó el boom de los escándalos sexuales, para denunciar en The Two Coreys que él y su similar fueron abusados por uno de sus ayudantes y quedó traumatizado.
Después se desencadenaron una serie de sucesos inesperados; lo detuvieron por posesión de marihuana y lo apuñalaron en un supuesto asalto, según él fueron intentos de silenciarlo.
Por el momento Corey levantó una lista de acusados y la entregó a un confidente, por si lo matan. Anda en busca de plata para un documental, pero nadie apuesta un centavo por su historia, pues la ven como una campaña de imagen.
El niño que fue
Versión contradictoria. Corey Feldman –durante un juicio– declaró en favor de su amigo Michael Jackson, pero después lo acusó de manosearlo durante las famosas pijamadas del ídolo del pop.
Boca cerrada. El actor mantiene en secreto los nombres de sus presuntos hostigadores y prometió, “en el futuro”, revelar a todos los depravados.
Figura paterna. Feldman poco a poco ha asumido su rol de símbolo nostálgico. Por eso aceptó interpretar al padre de Katy Perry en el video de Last Friday Night (T.G.I.F.).