Chloe vive en Nueva York y tiene apenas cuatro años. Le gusta la moda, viajar y hacer caridad. Al menos así se describe en su cuenta de Instagram, la cual ya cuenta con 166 mil seguidores. También le gusta comer sandía.
A su corta edad, ha colaborado con marcas como Vogue, BuzzFeed, Martha Stewart, Barneys, y PetSmart. Cuenta además con su propia línea de emojis (caracteres gráficos usados en medios electrónicos) y apareció en un anuncio de Budweiser para el Super Bowl.
Chloe es una french bulldog. Una adorable french bulldog, si queremos precisión.
Loni Edwards, su dueña, se sentó a tomar té en Starbucks en setiembre del 2015 cuando una mujer le preguntó si podía tomarse una foto con su pequeña acompañante.
“Ese fue el momento en el que me di cuenta de que era famosa”, dijo Edwards.
Chloe es solo una entre el creciente número de mascotas que, gracias a su aplastante cantidad de seguidores en redes sociales, se han convertido en ‘petfluencers’: animales perseguidos por las marcas para que compartan con sus seguidores contenidos patrocinados o que realicen apariciones (en anuncios o eventos) pagadas.
Perros, chanchos, hámsters, conejos, gatos… La variedad de estrellas en ascenso en Internet es amplia y se ensancha cada vez más.
Mientras la mayoría de ellos no gana aún lo suficiente para que sus dueños renuncien a sus empleos regulares, la demanda de ‘petfluencers’ está creciendo.
“Marcas, como Vogue, JetBlue y Mercedes-Benz, están aprovechando populares cuentas de animales para promover sus productos, un subproducto del ascenso del mercadeo mediante influencers , en el que las empresas llegan a audiencias más pequeñas, pero más comprometidas, a través de publicaciones con un estilo orgánico”, se lee en un artículo de Fortune.
De hecho, cuentas de animales pueden ser más efectivas que cuentas de influencers (o influenciadores) tradicionales.
“No te das cuenta de que te están anunciando (un producto), o no te importa, porque estás viendo a un perro super lindo”, dice en el mismo texto Katie Sturino, dueña de Toast, otra superestrella de Instagram. “Usted está recibiendo anuncios, pero es como: 'Sí, ¿y qué? Es lindo'”.
Vender con ternura
Es imposible ver una foto de Doug The Pug y no sentir alegría. Si ese es su caso, probablemente usted necesite buscar ayuda profesional. Algo en usted no anda bien.
Si solo una foto de Doug no le sacó, al menos, una sonrisa, aún no es momento de entrar en pánico. Tal vez no vio la adecuada.
La buena noticia es que tiene miles y para todos los gustos: a veces se viste de Yoda o de Moana, cuando llueve usa botitas amarillas y capa, algunas veces usa sombreros y anteojos y otras solo tiene sueño y quiere descansar.
Doug tiene seis años y nació en Ohio, Estados Unidos. Su dueña, Leslie Mosier, lo rescató y lo llevó a su nuevo hogar, en Nashville, Tennessee.
El pug es uno de los animales más populares del Internet. Tiene 2.6 millones de seguidores en Instagram y 5.7 millones en Facebook.
Justin Bieber, Ed Sheeran, el elenco de The Big Bang Theory , Steven Tyler, John Legend y Chrissy Teigen son solo algunas celebridades que se han dejado enamorar por el cachorro y han aprovechado encuentros con el famoso animal para tomarse fotos.
Doug es tierno, sí. Pero también es una mina de oro.
Según una publicación de MarketWatch de diciembre del 2016, un perro con 20.000 seguidores puede ganar $200 por una publicación en redes, mientras que un perro con 150.000 a 250.000 seguidores gana hasta $3.000.
“Un perro que tiene más de un millón de seguidores puede traer hasta $10.000 por un solo post ”, escribió Refinery citando a MarketWatch. “Esa cifra puede estar cerca de lo que hace una persona influencer por cada publicación en medios de comunicación social, pero no lo que la mujer típica hace en su trabajo cotidiano. Un informe de la Oficina de Estadísticas Laborales de 2015 encontró que las mujeres entre las edades de 25 y 34 años tienen un salario semanal promedio de $690 por semana”.
Las redes, especialmente Instagram, se han convertido en una sólida plataforma para que los dueños de mascotas capitalicen con la apariencias de sus perros.
Estilo de vida
Para Marco Hansell, fundador y director de la agencia estadounidense Speakr se están fusionando dos de las tendencias más importantes (memes sociales y de mascotas) y se están uniendo a las marcas. “Es la fórmula perfecta”, le dijo a al medio Digiday.
“Estas mascotas están acumulando enormes cantidades de seguidores por su cuenta”, agregó Jill Sherman, vicepresidenta de estrategia social en DigitasLBi. “Las marcas no están haciendo famosas a las mascotas, es al revés. Y con la presión de crear un flujo constante de contenidos nuevos e interesantes, las marcas buscan influencia y alcance en todas sus formas”.
Tras notar el impacto de las mascotas superestrellas, Loni Edwards, dueña de Chloe The Minifrenchie, lanzó una agencia de talento con sede en Nueva York dedicada específicamente para ‘ petfluencers ’, llamado The Dog Agency.
Edwards no ha sido la única en saltar al mundo del mercadeo con famosas mascotas. Algunas grandes agencias están incluyendo también a sus portafolios modelos e infuencers de cuatro patas.
Stacey Reiner, fundadora de Remarkable Brands (Nueva York) creó una agencia de mercadeo hace cuatro años, aprovechando sus 20 años de experiencia en la industria de productos de consumo. Hace tres meses agregó su primer cliente no humano a su carpeta: Doug The Pug.
“Comencé como fan de los medios de comunicación social de Doug”, dijo Reiner a Pet Age . “Fue algo que me impresionó, así que se convirtió en mi primer cliente animal”.
“El crédito es para el equipo de Doug The Pug”, agregó. “Están constantemente actualizados en Twitter, Instagram y Facebook. Siempre está en el momento. Hacen las publicaciones basadas en las cosas que están en el ojo público. Es divertido y se puede relacionar con sus seguidores”.
Los perros crean una conexión emocional y cuando se trata de comprar, los seres humanos tienden a tomar decisiones basados en emociones, asegura Natasha Koifman, presidenta de relaciones públicas de la agencia NKPR. “Creo que el papel de los influencers eventualmente se ralentizará”, expresó a a The Globe and Mail. “Pero un lindo perro siempre estará de moda”.
“Tener una cuenta bien fotografiada es importante. Si no es estéticamente agradable no va a ser interesante seguirla”, agregó Debra Goldblatt-Sadowski, presidente de Rock-It Promotions. “Por supuesto, llegar a conocer la personalidad de un perro y ser divertido está en manos de los humanos”.