Max Peralta es el nombre corto con el que popularmente se conoce al Hospital Maximiliano Peralta Jiménez, en Cartago. En este artículo le contamos la historia de entrega y solidaridad que atesoran las paredes de este centro médico, que fue bautizado en honor a un cartaginés que falleció hace más de 100 años.
El nombre del hospital es en honor a Maximiliano Peralta Jiménez, quien estudió medicina en Pennsylvania, Estados Unidos, y llegó a Costa Rica en 1896 para poner en práctica todo lo aprendido.
Su historia va más allá de su sobresaliente talento para la ciencia, pues su espíritu de solidaridad y entrega a las personas hacen que su trayectoria resuene hasta la fecha.
El 26 de enero de este 2023 se cumplieron 101 años del fallecimiento del doctor Max Peralta, quien aun sabiendo que le quedaba poco tiempo de vida, por causa del cáncer, regresó a Cartago para ayudar en todo lo que pudiera a su pueblo y a terminar su obra en el centro médico.
Él había viajado a Estados Unidos, en busca de una cura que no encontró. Tenía 50 años.
Las personas, su familia
En un conversatorio organizado por la Oficina de Comunicación Organizacional de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que se realizó en el 2020 para honrar la memoria de Max Peralta en el centenario de su muerte, se repasó su historia.
Gilberto León, director administrativo financiero del hospital Maximiliano Peralta Jiménez (en ese momento), y el periodista e historiador aficionado Eduardo Castillo, también miembro de la junta de salud del centro médico, repasaron la vida e hitos del doctor.
“Hay muchas obras importantes que llevaron a que el hospital tenga su nombre. Entregó abnegación y cariño a la población cartaginesa desde 1896, que se ve reflejada hasta hoy día. Mucho de lo que hoy tenemos como hospital, la parte más antigua fue donada por parte de don Maximiliano. Él dio origen a este hospital”, dijo León.
El hospital fue bautizado con el nombre del doctor Maximiliano Peralta Jiménez en agosto de 1922, meses después de su muerte.
“La Hermandad de la Caridad de Cartago decide otorgar el nombre al hospital en honor a su gran aporte”, recordó el director administrativo.
Y es que cuando regresó al país después de terminar su carrera universitaria, Peralta se concentró en ayudar al hospital de Cartago, que no estaba funcionando por falta de recursos.
“El hospital de Cartago fue el primero de Costa Rica, se creó en 1782. En 1845 era tan pobre que dejó de funcionar, solamente era un centro que daba atenciones. En 1893 se reactiva pero con pocos recursos. En 1896, cuando Max Peralta viene graduado, empieza, con sus recursos, a darle desarrollo al hospital”, detalló Eduardo Castillo.
Añadió que el aporte de Max Peralta no se limita a Cartago, sino a todo Costa Rica.
“Cuando vino se incorporó a la Facultad de Medicina de Costa Rica, que vendría siendo el equivalente del Colegio de Médicos. En una época en la que había falta de comunicaciones ágiles, había ciertos doctores que se comunicaban con instituciones médicas del resto del mundo. Uno de ellos era él y compartía sus conocimientos y actualizaciones con otros médicos de Costa Rica”, aseguró Castillo.
Su vida
El historiador recordó que Max Peralta creció en una familia de políticos, aunque él nunca se interesó por ese ámbito.
“Max Peralta Jiménez era sobrino de Jesús Jiménez Zamora, quien fue presidente de la República, primo del tres veces presidente de la República, Ricardo Jiménez Oreamuno, y primo hermano de Manuel de Jesús Jiménez Oreamuno, el reconstructor de Cartago después del terremoto de 1910″, dijo.
El doctor usó, de sus recursos, para ayudar con la reconstrucción del hospital.
El periodista destacó que Peralta también ayudó en la reconstrucción de Cartago y considera que esa acción pudo “haber alterado lo que él pudo haber heredado, aunque marcó un hito importante”:
Maximiliano Peralta Jiménez no tuvo su propia familia: eligió servir a los demás.
“Nació en 1871 y fue huérfano (de padre) de pequeño. Tuvo una madre luchadora, que vio por la finca que tenía en Tucurrique e hizo fortuna. Esto permitió que la familia de cinco hermanos, Ricardo, Eduardo, Laura, Manuel y Max, vivieran cómodamente y pudieron estudiar. También dedicó esfuerzos para la agricultura y promovía que la gente se dedicara a esa actividad. Su preocupación por el desarrollo hizo que muchas veces se le propusiera que participara en política. Él decía que la labor desde la medicina era más importante”.
Entre sus otros aportes, sobresalen su participación en la organización San Vicente de Paul, que se creó pensada en las personas que no tenían recursos para pagar un médico o medicinas.
“Atendía sin cobrar en su consultorio. No cobraba y regalaba medicina, pues era el propietario de la Botica Central, farmacia que aún existe (con otros dueños) al costado sur de la Parroquia de Cartago”.
Como no tuvo hijos, ni sus hermanos tampoco, la última voluntad del doctor fue que cuando su hermana muriera (quien habitaba en el inmueble cuando él partió), la propiedad en la que él había construido la farmacia, su consultorio y su vivienda se heredara a la Junta de la Caridad que administraba el hospital.
“Fue un benefactor no solo de la salud, sino de muchas otras cosas. Decían que atendía con el cerebro y el corazón. Su familia era reconocida por tener dinero, pero no herederos. Por eso hoy en Cartago se continúan beneficiando de sus aportes. Cuando le hablaban de matrimonio, decía que estaba más interesado en la medicina. No teniendo familia, pensó en una gran familia, la de Cartago y Costa Rica”.
¿Por qué se habla tanto del hospital Max Peralta?
Desde hace varios meses el hospital Max Peralta, en Cartago, ha sido noticia debido a las polémicas que se han presentado alrededor del plan de la CCSS para construir el nuevo centro médico y la reticencia de la administración Chaves Robles para desarrollar la obra en el terreno que la institución adquirió en el cantón de El Guarco. Las últimas noticias relacionadas trascendieron el 7 de diciembre, cuando la ministra de Salud, Mary Munive aseguró que si se edifica en esa locación, la cartera que representa no lo habilitaría, informó La Nación.
“La edificación del centro médico en terreno adquirido por la Caja en el 2011 ha quedado en suspenso debido a los cuestionamientos del presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, y de la presidenta ejecutiva de CCSS, Marta Esquivel Rodríguez, sobre la idoneidad de esa propiedad”, detalló este medio.