En la gimnasia de los Juegos Olímpicos de París 2024 todos los ojos estaban puestos sobre la estadounidense Simone Biles. Lo que casi nadie esperó es que Rebeca Andrade, la brasileña que ha estado a su sombra, deslumbrara e hiciera historia.
Andrade conquistó el oro en la prueba de Suelo femenino de gimnasia artística, ganó dos medallas de plata en Artística general individual femenino y Salto femenino. Además, la cereza en el pastel fue verla liderando a Brasil para ganar el histórico bronce por equipos.
“Nuestro bronce en la competición por equipos fue muy importante para mí, era algo con lo que habíamos soñado como equipo y algo que yo también deseaba. En cuanto a mis medallas individuales, es lo mismo. Sabía de mis capacidades y lo di todo. Estaba luchando por tener por fin un oro porque lo deseaba con todas mis fuerzas”, dijo la gimnasta a la prensa en París.
En las pasadas justas olímpicas, Andrade ya había grabado su nombre en la historia como la primera sudamericana en obtener una medalla en gimnasia (de hecho, ganó dos preseas de plata). Ahora, Andrade es la deportista brasileña con más medallas olímpicas históricamente.
No cabe duda que los triunfos de Rebeca son contra la vida y los contextos adversos. Con tan solo 25 años ya ha tenido que someterse a cuatro cirugías del ligamento cruzado anterior de la rodilla; procedimientos quirúrgicos que han retirado del deporte a más de un atleta en diferentes disciplinas.
Por otra parte, se impuso en una disciplina dominada por Estados Unidos y Rusia, gigantes que tienen a disposición los mejores recursos para formar a sus gimnastas. La hija de una madre soltera que limpiaba casas, que como muchas jefas de hogar en Latinoamérica tuvo que hacer más que piruetas con tal de mantener a Rebeca y sus siete hermanos.
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Subida en el podio con los brazos en alto, con sus rivales estadounidenses postradas ante ella, es como si tocara la gloria también aquella Andrade niña, que a los cinco años practicó la gimnasia por primera vez, en un gimnasio social de la alcaldía de Guarulhos.
“Estoy muy feliz y orgullosa de todo lo que está sucediendo. Entrené y batalle mucho durante toda mi carrera. Comencé en la gimnasia a los cinco y ahora tengo 25, así que hay mucha historia, mucho dolor, muchas cirugías, pero también mucha alegría, pasión y amor”, expresó con gratitud al canal Panam Sports Channel.
Además en un clima de deportividad y respeto máximo, las gimnastas estadounidenses Simone Biles (plata) y Jordan Chiles (bronce) hicieron una reverencia a su colega en el podio.
“Es tan asombrosa, una reina. Era un podio completamente de mujeres negras, así que fue muy emocionante para nosotras y luego Jordan dijo: ‘¿deberíamos inclinarnos ante ella?’ y yo dije: ‘por supuesto’, por eso lo hicimos”, explicó Biles.