Las pulperías, las comidas típicas y los lugares más emblemáticos de Costa Rica son solo algunas de las fuentes de inspiración de Colorblind Pixel, un artista que se dedica a capturar y presentar la belleza del país en forma de píxeles (esos pequeños cuadrados que al unirse conforman una imagen digital).
Son dibujos que hace directamente en una computadora y que le permiten convertir un tamal, por ejemplo, en una ilustración llamativa en donde se resaltan miles de píxeles de colores. Estas piezas parecieran ser sacadas de un videojuego o un diseño retro y no se limitan a mostrar simples escenarios locales, sino que capturan emociones y pretenden evocar la nostalgia de la gente.
Con 25 años, Carlos Zhou Zeng continúa ganando renombre en el mundo digital a través de su arte. Su perfil en Instagram alcanza casi 30.000 seguidores, un éxito provocado por la originalidad de su trabajo. Aparte de darle una perspectiva artística a la cotidianeidad, su objetivo es reflejar la identidad y la personalidad de los ticos.
“Siempre venden a Costa Rica como un país verde. Yo estoy a favor de eso, pero también quiero darle a entender al tico que tenemos nuestra personalidad y cultura, que no es solamente un país verde turístico”.
— Carlos Zhou Zeng, creador de Colorblind Pixel.
Lo cotidiano de Costa Rica, pero en píxeles
Las ideas creativas de Colorblind Pixel vienen de dos aristas: los recuerdos de su infancia y las tendencias en redes sociales. Por un lado, ilustra lugares, comidas o aspectos nacionales a los que le tiene cariño y, por otro, busca los elementos que están en boca del público.
Sobre todo, su intención es encontrar aquellos elementos que “solo ocurren en Costa Rica”.
Así es como llegó a crear una de sus obras preferidas: La vaca en el techo, la cual está inspirada en un incidente donde un animal subió a las latas de zinc sobre una casa en Zarcero. Cuando publicó el diseño, rápidamente se hizo viral y fue compartido por cientos de personas.
“Fue como un clic. Me pareció vacilón una vaca en el techo, que es algo que solo pasa en Costa Rica. Pensé que uno no ve eso en otros lados y que sería bonito dibujarlo”, comentó el artista en una entrevista con La Nación.
Otra de sus piezas favoritas y, al mismo tiempo, una de las más desafiantes que ha creado, es el mapa de Costa Rica. Esta obra constó de ocho publicaciones: siete dedicadas a cada provincia y una que abarcaba todo el territorio nacional.
Pese a que no precisa cuántas horas le dedicó a toda la serie, estima que cada diseño le tomó aproximadamente dos horas. Este lapso incluye la investigación para poder conocer y capturar los elementos distintivos de las regiones.
Publicó la totalidad del mapa en cuestión de una semana, de manera que estuviera a disposición de su audiencia y ellos pudieran interactuar con él. El primer día lanzó la ilustración de Guanacaste, de donde es oriundo, y se alimentó de los comentarios del mismo posteo para decidir cuál provincia seguiría.
“Como es Pixel Art, hay un rango muy pequeño para dibujar. Por ejemplo, si usted tiene 9 píxeles, en 9 píxeles tiene que representar algo que sea identificable para lo que quiere dar a entender”.
— Colorblind Pixel.
Aunque ha trabajado en otros dibujos sumamente complejos, que pueden requerir hasta cuatro horas para completarlos, la mayoría de sus obras las finaliza sorprendentemente rápido, al dedicarles únicamente media hora.
Un ejemplo son las cajas de Fresco Leche, que no solo contribuyeron a consolidar su estilo artístico, sino que también le ganaron popularidad. La razón de esto fue que las personas solían debatir sobre sus preferencias entre los sabores de la bebida: chocolate, vainilla o fresa.
“No hice la caja de fresco leche igual como se ven, sino que la estilicé un poco para que se viera más bonita. Ahí fue donde comenzó a explotar más el tema de hacer cosas cotidianas y comencé a hacer otras como la Salsa Lizano y las botellas de Cacique”, comentó.
En su repertorio también se encuentran el folclor nacional, ya que ha dibujado con píxeles algunos cuentos, leyendas ticas y figuras de la cultura costarricense. Incluso, ocasionalmente retrata personajes de series populares de televisión o del cine internacional.
La trayectoria y nacimiento de Colorblind Pixel
Como fanático de los videojuegos, Zhou supo desde muy joven que quería incursionar en el mundo de la computación. Fue así como ingresó a estudiar Ingeniería en Sistemas en la Universidad Nacional (UNA), en el 2017.
En esos años como estudiante llevó un curso optativo de videojuegos, el cual le abrió las puertas para incursionar en los píxeles. El de la ingeniería y el arte podrían parecer mundos muy diferentes, pero Zhou los unió.
En aquel curso, tenía como asignación final crear un juego en 2D y escogió los lugares de Costa Rica como temática. Así dio inicio a las primeras piezas de Colorblind Pixel, transformando a las Ruinas de Cartago, el Teatro Nacional y el Fortín a lo digital con este estilo particular.
Esta capacidad está ligada con su pasión por el dibujo, ya que comenzó a practicarlo desde que era pequeño. Además, según recuerda, su madre le regaló una tableta cuando estaba en el colegio y en ese momento comenzó a crear ilustraciones y retratos electrónicos.
Zhou escogió la primera parte de su nombre artístico, Colorblind, en referencia a su daltonismo (afección en la percepción de los colores). Más allá de confundir ciertos tonos rojos por los verdes y viceversa, el ser daltónico no ha sido mayor dificultad para él y su trabajo se caracteriza por el uso de los colores vibrantes.
El primer posteo de sus creaciones en píxeles fue en el 2021 y, desde entonces, el artista no ha parado de imaginar obras llenas de creatividad. Solo en su primer año realizó 200 dibujos, motivado porque encontró una cálida acogida por parte de la comunidad digital.
Además, su fin siempre ha sido ilustrar aspectos cotidianos de Costa Rica para que las personas se sientan identificadas con ellos.
Esta idea nace de que, por ejemplo, animaciones en países como Estados Unidos y Japón incorporan componentes comunes como el sushi o las máquinas expendedoras. Debido a que en Costa Rica esas no son imágenes que nos describan, él se inspira en elementos muy representativos a su alrededor para llevarlos al espacio de los píxeles.
Actualmente, el joven mantiene un trabajo de tiempo completo como ingeniero, por lo que se dedica a Colorblind Pixel en su tiempo libre. Cuando piensa en sus próximos pasos, imagina que seguirá trabajando en sus dos pasiones.
Al conversar acerca del futuro del arte digital y de las personas que quieren incursionar en este gremio, Zhou considera que el mejor consejo que les puede ofrecer es que, antes de publicar, aprendan las bases de dibujo. Una vez que las tengan dominadas, podrán aventurarse y encontrar un propio estilo.
También le recomienda a los entusiastas publicar “muchísimo” en redes sociales para analizar qué cosas les interesan a su audiencia. A partir de ahí, lograrán irle dando forma a su contenido en función de sus objetivos.
“Las redes sociales son bien interesantes. Uno en cualquier momento puede publicar algo que piensa que quizás no va a pasar nada y luego sale grandísimo. Es de seguir dándole porque es como una ruleta rusa”, detalló.
El reto de transformar lo físico en píxeles
Cuando tiene una idea, el primer paso en su proceso creativo es buscar imágenes de referencia de lo que quiere dibujar. Por ejemplo, en el caso de los famosos Fresco Leche, tomó el empaque de la bebida como punto de partida y realizó la ilustración aplicada a su propia estética.
En el caso de productos que no tiene a mano, como las extintas galletas Chococuqui, su opción es buscar fotografías del envoltorio para armar el dibujo. Después de ahí, comienza a ilustrar directamente en el programa Aseprite, el cual le permite generar su arte en píxeles.
Sin embargo, este proceso no siempre fue tan sencillo.
Según recuerda, cuando abrió su cuenta artística en el 2019, enfrentó dificultades para mantener consistencia en las publicaciones y en su creatividad. Incluso llegó a sufrir bloqueos artísticos, que lo llevan a sentirse abrumado por la necesidad de mantenerse innovando.
Su manera de evadir o combatir el bloqueo es “dejarlo pasar”. En lugar de forzarse, busca hacer otras cosas para relajarse y separar su mente de la presión artística.
Para mantener un cronograma de publicación constante e interactuar con sus seguidores, realiza variaciones de dibujos antiguos. Son modificaciones de algunas ilustraciones que quizás publicó hace muchos años o que tenía guardadas y les da una segunda oportunidad.
La otra pasión de Colorblind Pixel: El animé y las convenciones geek
El artista cuenta que entre sus mayores inspiraciones e intereses están el animé y la cultura geek. Por ello es que en su cuenta sobresalen ilustraciones de programas como Pokémon o videojuegos como Kirby.
A la vez, siempre ha disfrutado de participar de las convenciones geek, como fanático y entusiasta de las animaciones, series y películas japonesas.
En el 2021 tuvo su primer acercamiento a estos eventos del lado de los artistas, ya que fue invitado a participar en Expo Anime, que se celebró en Tres Ríos.
En aquella ocasión llevó sus ilustraciones impresas para enmarcar o pegar en paredes como si fueran pósters. A la vez, decidió hacer la inversión e imprimir stickers de sus trabajos, para poder ampliar su oferta.
El esfuerzo le resultó, ya que en cuestión de tres años ha participado en más de 20 convenciones. Conforme ha ido creciendo en las redes sociales, también ha hecho camisas o pines con sus obras más populares, las cuales mantiene a la venta por diferentes canales físicos y en sus perfiles digitales.
Colorblind Pixel también recibe trabajos especiales de sus seguidores, quienes buscan ilustraciones de píxeles sobre momentos personales o de sus parejas o familiares. Asimismo, es frecuente que colabore con artistas y empresas nacionales que lo buscan para generar portadas de canciones o artes para publicidad.
Al reflexionar sobre su camino en el arte digital, Zhou no deja pasar la oportunidad para agradecer por su crecimiento. Más allá de las frustraciones y desafíos que ha experimentado, reconoce que ha adquirido gran cantidad de aprendizajes a nivel personal y profesional gracias a su comunidad de seguidores.
“Si uno comienza a pensar mucho en el futuro y no comienza a apreciar el presente, entonces se va a estar frustrado todo el momento (…). Comencé a aprender a apreciar las cosas pequeñas y eso se refleja en mi arte”.
— Colorblind Pixel.