El pasado 9 de setiembre, en medio del bullicio y la emoción del evento Connecturday —una convención de gaming y tecnología celebrada en el Centro de Convenciones de Heredia—, algo llamó especialmente la atención de los asistentes.
En distintos espacios del evento se gestaba algo especial. Se trataba de carreras de autos, pero no había ningún rugir de motores, ni olor a gasolina; lo que había era destreza y pasión manifestada en simuladores, una ventana a un universo intrigante llamado simracing, también conocido como automovilismo virtual.
En los últimos años, el simracing se ha presentado como una revolución en el mundo de los motores. Este término amalgama simulación y carreras para ofrecer una experiencia que ha llegado para quedarse, expandiendo su influencia a una velocidad vertiginosa en todo el mundo.
Este fenómeno ha establecido un nuevo estándar para competencias deportivas en línea, llevando las carreras a una dimensión digital en constante evolución. “Es un movimiento mundial que, por supuesto, tiene gran fuelle en Costa Rica”, afirma Minor Monge, del Instituto Costarricense del Deporte y Recreación (ICODER), ente que avala a los simuladores como un deporte oficial.
“Es una tendencia que tiene todo lo que involucra un deporte y que no dudo que seguirá creciendo”, agrega.
Contexto sobre los autos virtuales
El inicio del simracing puede rastrearse en los años 70 y 80, cuando los juegos de Arcade de esa época sentaron las bases para la posterior popularidad de los simuladores de carreras. Estos juegos, aunque rudimentarios en comparación con las simulaciones actuales, buscaban captar la atención y emoción de los jóvenes con la experiencia de las carreras de automóviles. Ejemplos destacados son Monaco GP y Ayrton Senna’s Super Monaco GP II, que fueron fundacionales dentro del mundo de las carreras virtuales, aunque solo se tratara de pequeñas carreras en un monitor.
Sin embargo, fue durante la década de 2000 cuando la cultura del gaming y el interés por las carreras de automóviles realmente se fusionaron, impulsados por grandes avances tecnológicos. Videojuegos como Grand Prix Legends, TOCA y Need For Speed ganaron popularidad y comenzaron a atraer a las masas. Durante esta época, el número de opciones de juegos y la calidad de la simulación aumentaron significativamente, capturando la imaginación de las generaciones jóvenes.
En paralelo, muchos pilotos profesionales de carreras en pistas reales comenzaron a entrenar en simuladores, los cuales se fueron perfeccionando y consiguieron su propio espacio dentro de esta escena.
En la actualidad, el simracing abarca una amplia gama de jugadores, desde aquellos que buscan una experiencia más casual hasta los apasionados de la simulación más realista. Títulos como Gran Turismo y Forza Horizon 5 han sido diseñados para atraer a un público más amplio, ofreciendo simulaciones “simplificadas” que mantienen un equilibrio entre la diversión y la autenticidad.
Por otro lado, para los entusiastas de las competencias, existen simuladores más complejos y detallados como Assetto Corsa Competizione e iRacing, que sumergen al jugador en una experiencia de conducción extremadamente realista, incluyendo aspectos como el calentamiento del motor y el enfriamiento de los neumáticos.
Pero, ¿porqué el simracing tuvo un pico de popularidad en los últimos años? La respuesta es sencilla, la pandemia de la covid-19 obligó a la industria del deporte a recurrir a los videojuegos para suplir la ausencia de competencias reales. En el mundo existen grandes carreras que convocan la atención de millones de aficionados, tales como la Fórmula 1, las 24 Horas de Le Mans y otros grandes eventos automovilísticos, los cuales fueron cancelados por el confinamiento. Por lo tanto aparecieron formas alternativas de mantener esta pasión viva.
Ahora, los aficionados de las carreras tienen la oportunidad de competir a nivel mundial desde cualquier rincón del planeta, gracias a los eSports (deportes electrónicos) y las diversas plataformas que han hecho de esto una realidad. Ante el momento histórico que vivimos, conviene explorar este vibrante mundo.
Paso a paso: explicando los videojuegos de carreras
El mundo de los videojuegos de carreras tiene dos caras emocionantes. Por un lado, está la escena casual, donde cualquier persona puede sumergirse en la velocidad virtual, ya sea con amigos en una tarde de gaseosas o disfrutando de una carrera en solitario durante las vacaciones. Es como dar un paseo en bicicleta, solo que a alta velocidad y en un carro virtual.
Por otro lado, tenemos la escena profesional, donde los jugadores no solo son buenos en ganar carreras, sino que también ganan dinero haciéndolo. En estos últimos años, los simuladores de coches se han convertido en estrellas de los deportes electrónicos, con competiciones emocionantes y una puesta en escena única. Es como el fútbol, pero en autos, y sin moverte de tu silla.
Para alcanzar este nivel de autenticidad, el simracing se apoya en una cuidadosa amalgama de tecnología de alta calidad. En su esencia, los coches utilizados en estas competiciones pueden abarcar desde recreaciones digitales de vehículos reales hasta modificaciones virtuales efectuadas por los pilotos de simulación, conocidos como simracers. Estos personalizan y optimizan virtualmente sus vehículos.
A menudo, los simracers establecen su propio espacio de simulación (un cockpit o cabina de simracing), donde se acomodan sus volantes y pedales. Este entorno está diseñado para emular la cabina de un vehículo real y maximizar la sensación de inmersión en la competencia.
En lo que respecta a los circuitos, el simracing hace uso de reproducciones meticulosas de circuitos reales, permitiendo a los pilotos familiarizarse con los recorridos.
Las competiciones de simracing tienen dos modalidades principales: en línea y presenciales. En las competiciones en línea, los pilotos compiten en tiempo real a través de una conexión a internet, enfrentándose a participantes de todo el mundo. Por otro lado, las competiciones presenciales se realizan en instalaciones físicas, como circuitos reales o espacios especialmente diseñados para estos eventos, utilizando simuladores de conducción (como ocurrió en el Connecturday en Costa Rica, en setiembre pasado).
Esta disciplina en constante evolución ha dado lugar a una creciente comunidad de seguidores y participantes, con eventos y campeonatos que se celebran frecuentemente, tanto a nivel nacional como internacional.
De esta manera, el simracing se ha convertido en mucho más que una mera simulación: es un fenómeno que promueve la competencia y el espíritu automovilístico en un entorno digital emocionante. Se trata de una carretera virtual en la que cada curva y cada adelantamiento tienen sabores propios.
El caso de un ‘simracer’ tico
Ricardo Pérez, un costarricense de 29 años, es un devoto de la velocidad y la adrenalina, que encontró la manera de ser piloto gracias a este recurso virtual.
Su talento brilló en los Juegos Nacionales de Simracing de febrero de este año, donde se alzó con la victoria y se proclamó campeón en una competencia reñida (cabe destacar que ya existe esta competición oficial en un certamen organizado por el Estado).
Siendo campéon de esta competencia, Pérez disfruta del deporte electrónico como un miembro destacado del equipo IGaming, afiliado a Virtual Motors, una entidad que supervisa el simracing en Costa Rica. Con más de una década de experiencia a su haber, Ricardo Pérez se erige como una verdadera promesa en este universo vertiginoso.
“Yo solo había competido en línea con gente de otros países antes de llegar a Juegos Nacionales”, cuenta Pérez. “Cuando me adentré en la competencia (en febrero pasado), experimenté verdaderamente la sensación de ser un atleta como los que uno ve en la pantalla de la televisión. Cuando vi que gané y me dieron la medalla, no lo podía creer. Comprendí que esto va más allá de un simple juego”, relata Pérez con entusiasmo.
Su vínculo con las máquinas y la pasión por la velocidad se originaron en su infancia, cuando un pequeño auto de juguete Hot Wheels fue el desencadenante de su fascinación. “Mi familia me regaló un carrito y de ahí no hubo vuelta atrás”, cuenta en su habitación, cargada de colecciones de pequeños carros de carreras que conserva en estantes.
A partir de ese instante, Ricardo soñó con competir como un piloto de Fórmula 1, inspirado por leyendas de la talla de David Coulthard o Michael Schumacher.
Cuando tenía 14 años se lanzó el videojuego Gran Turismo 4, el cual compartía con un vecino suyo, también fan de las carreras. “Pasábamos las tardes juntos creyendo que éramos grandes corredores. Yo me di cuenta que en verdad esto era más que un pasatiempo para mí”, rememora.
En su camino hacia la edad adulta, Ricardo empezó a ahorrar con determinación para adquirir su primera base de simulador: unos pedales y una manivela. Este “modesto” kit, que en la actualidad tendría un costo aproximado de $300, marcó el comienzo de su apasionante travesía en el simracing, una pasión que lo ha llevado a conquistar muchas pistas virtuales.
“Es que, como te digo, si ahora vivimos en un mundo en que a todos les gustan los videojuegos, ahora imaginate correr y competir. Lo lindo del simracing es que, aún estando en competencia, uno se divierte. Es estresante, paso sudando y debo concentrarme mucho, pero para mí este deporte significa cumplir mi sueño de infancia”, agrega Pérez.
En su casa, Pérez tiene su propio cockpit; toda una estación con tres monitores que proyectan una pista para correr. En la pantalla se ve la ruta para manejar, los espejos y páneles que le indican la temperatura del auto, la condición del motor y de los neumáticos. Pérez utiliza el simulador llamado Assetto Corsa Competizione, uno de los más populares, en el que debe realizar el cambio de marchas de forma manual.
Todo su equipo, que incluye las marchas, el pedal y la manivela, son de alta gama. “Uno puede competir y ganar con el equipo más básico posible. Hay gente que lo ha hecho, pero por supuesto tener una manivela como estas permite mayores sensaciones y mejor movilización en la pista virtual”, cuenta.
Pérez lleva más de 8 años mejorando su cockpit, ya que su intención es mantenerse como un atleta de este deporte. “En Costa Rica la escena va creciendo. Aún le falta mucho, pero hay competencias todos los meses, tanto nacionales como internacionales, donde uno puede irse midiendo y también, por qué no decirlo, matar fiebre”, dice entre risas.
Actualmente, Ricardo dice que le gusta entrenar dos horas de manera “formal”, concentrado en cómo hacer mejores derrapes, por ejemplo, pero cuando le escribe a amigos para conectarse en línea puede pasar compitiendo contra ellos por horas.
“Esto es lo bonito. Creo que es una forma de recordar que los deportes también deben ser divertidos y que ofrecen muchas posibilidades de conocer gente y ser feliz”, agrega Pérez.
¿Qué se necesita para correr virtualmente?
Para ser un verdadero corredor en el mundo del simracing se necesitan ciertas herramientas. Acá hacemos un repaso muy básico sobre lo más elemental.
- Volantes
Imagina que el volante es como la varita mágica de un mago, en resumen, es un elemento indispensable. Hay muchos tipos de volantes; algunos son buenos para carreras de carros grandes, otros para autos rápidos y hasta para camiones. Incluso, sstán los que tienen trucos especiales para sentir las vibraciones de la carretera.
- Pedales:
Los pedales son como tus pies en el carro. Te ayudan a acelerar, frenar y soltar el gas. Algunos tienen hasta un pedal extra para hacer cambios de velocidad. Si eliges unos buenos, hechos de materiales fuertes, durarán buen tiempo.
- Cockpits:
Piensa en el cockpit como la nave espacial del piloto. Es un lugar especial donde pones todo junto: volante, pedales, asiento y pantalla. Los cockpits hacen que te sientas como si estuvieras en un carro real. Algunos son como rompecabezas que arma uno mismo.
- Soportes para volantes:
Son como las mesas de los carros. Imagina tener una mesa donde poner tu volante y pedales. Puedes plegarlos y guardarlos fácilmente cuando termines de jugar. Son perfectos si no tienes mucho espacio para un cockpit.
En Costa Rica hay un gran movimiento de ‘simracing’
Minor Monge, responsable de la gestión programática del ICODER para programas y proyectos deportivos, arroja luz sobre cómo el simracing es reconocido como deporte en el país. Según el funcionario, el simracing es avalado debido a su gasto calórico y su adhesión a las regulaciones internacionales a través de organizaciones afiliadas.
“Está avalado porque la definición de deporte por parte de organismos oficiales se refiere a una actividad que involucra competencia bajo regulaciones mundiales y está respaldada por una entidad deportiva internacional que supervisa la propuesta. El simracing cumple con esto”, explica Monge.
Además FECOM, el organismo rector de Costa Rica para el automovilismo y los motores, contempla el simracing como una disciplina deportiva desde el 2019, demostrando así su inclusión en el mundo del automovilismo. En esa línea, el automovilismo virtual está respaldado por la Federación Internacional del Automóvil (FIA), lo que establece un vínculo internacional con FECOM.
Para poner un ejemplo, Monge compara el simracing con el ajedrez, donde se requiere un movimiento físico reducido, pero que aun así cumple con los parámetros para definirse como un deporte. En este sentido, menciona que un ajedrecista consume aproximadamente 600 kilocalorías en una partida, demostrando que incluso actividades con movimiento físico reducido pueden considerarse deportes.
Monge cuenta que las organizaciones internacionales que estudian el simracing han revelado que se pueden quemar 500 kilocalorías dependiendo de la carrera. Por ejemplo, cuando Ricardo Pérez ganó su competencia en Juegos Nacionales, pasó compitiendo por dos horas, poniendo su físico y mente en condiciones intensas.
“Esa es una razón más para contemplarlo. Sé que a alguna gente le puede resultar complejo de entender cómo puede ser un deporte si se está sentado, pero va mucho más allá de eso”, detalla.
Aunque el ICODER aún no cuenta con becas para estos atletas, Monge sugiere que en el futuro podría considerarse, dependiendo de los datos científicos que demuestren mejoras en la calidad de vida a partir de esta actividad. En su opinión, se deben realizar estudios para diagnosticar este movimiento en el país.
“El simracing tiene un futuro prometedor en Costa Rica. La pasión que los aficionados muestran por esta modalidad es impresionante y estamos trabajando para fortalecerla aún más. Vemos un constante crecimiento en la participación y el interés en el simracing, por lo que estamos explorando formas de respaldar a los atletas virtuales en su camino hacia el éxito”, menciona Monge.
El testimonio de un gestor
En un país donde la afición por los deportes de motor ha ido en aumento, el automovilismo virtual ha encontrado un lugar especial, consolidándose como una opción emocionante y atractiva, tanto para participantes como para aficionados.
Una empresa pionera en este sentido es Virtual Motors ESports. Pablo Pérez, su presidente, es uno de tantos apasionados por esta práctica que, al ver su ascenso, creó una organización para congregar a los distintos corredores virtuales que hay en el país. Una de sus funciones es mantener un enlace con la Federación Costarricense de Motores, perteneciente al ICODER.
Sobre todo este proceso, Pérez cuenta al respecto.
—¿Cómo surgió la idea de crear una empresa de simracing en Costa Rica?
—Siempre he estado interesado en la simulación. En el 2003 sufrí un accidente en el que me indicaron que existía evidencia de amaxofobia (miedo a manejar) y lo relacionaron con mi experiencia de perder a mi madre en un accidente.
“Para ese momento vi que el entrenamiento con simuladores aumentaba la confianza y la destreza en la conducción. Sin embargo no es sino hasta 2018 que veo una oportunidad de hacer una simulación y comencé a hacerlo más seguido. Luego, en el 2019, me di cuenta por un amigo que había un grupo de Whatsapp de simracers en el país.
La empresa se creó en el 2020. Me reuní con varos apasionados, cruzamos ideas y simplemente ejecutamos la idea de tener una empresa que promueva y registre la actividad de simracing en Costa Rica”.
—¿Qué torneos o competencias de simracing existen actualmente en Costa Rica?
—Actualmente está el campeonato nacional, avalado por la Federación Costarricense de Motores, bajo los parámetros del ICODER. Existen torneos informales también. Cuando iniciamos no había nada claro, tampoco una estructura, no existían categorías claras, pilotos embajadores, ni equipos conformados.
“Creo que nuestro legado ha sido entregar la información de la mejor manera, promover estructuras, formalidad y demostrar que es posible. Creamos una academia física y una academia móvil que es un bus, que se ha dedicado a llevar el simracing a escuelas, colegios y a toda clase de eventos.
—¿Cómo describiría el estado actual del simracing en Costa Rica, especialmente en términos de popularidad, participación y reconocimiento?
—Es el eSport de mayor crecimiento y el primero con presencia en Juegos Nacionales. El nivel es alto. Los pilotos que tenemos desde el inicio han sido una gran motivación. Bernal Valverde, por ejemplo, es un referente en el continente en Gran Turismo y fue el primer centroamericano en participar en pasar al podio en un mundial de simracing.
“Somos reconocidos en Latinoamérica no solo por el talento sino por el nivel de los eventos que hemos realizado. Tenemos la dicha de ser un país con mucho acceso a los dispositivos que se requieren para competir”.
—¿Qué implicaciones tiene que este deporte sea reconocido por el ICODER ?
—Nuestros pilotos pueden acceder a becas, son deportistas como cualquier otro deportista del país. Pueden acceder a una licencia deportiva. La formalidad siempre es buena, promueve la confianza de los inversionistas. Estas oportunidades irán creciendo con el tiempo.
—¿Hay datos aproximados sobre cuántas personas en Costa Rica se dedican activamente al simracing? ¿Cuál es el perfil típico de un simracer?
—En nuestra aplicación hay más de 600 pilotos, pero deben haber mucho más que no están afiliados a nuestra app.
— ¿Qué es lo más atractivo o “lo más bonito” del simracing, tanto para los participantes como para los espectadores?
—Sin duda alguna la parte aspiracional. Como deportista uno lo que quiere es crecer, obtener logros y reconocimiento. Aquí hay ejemplos y, a nivel mundial, ya hasta existe una película (Gran Turismo, que recientemente pasó por las salas de cine.) Para los espectadores, es lindo poder identificarse con una o un piloto y seguirlo en las carreras.
“Se puede sentir la adrenalina y la velocidad que contagian los narradores en un buen evento. La calidad gráfica y la narración son súper importantes, pero los espectadores siempre buscan identificarse con un piloto y con la importancia del evento, incluso los premios”.
—¿Podría compartir su experiencia personal en el mundo de los simuladores de carreras y cómo ha influido en su vida?
—Bueno, tanto como piloto como empresario, el mundo de los simuladores ha influido en mi vida. Como empresario me renové, aprendí a conectar con un público más joven y a perderle miedo a los avances tecnológicos. Como piloto lo que aprendí en simulación me ayudó incluso a mejorar mis habilidades, al punto que ya cuento con varios podios en Kartismo y fui el último campeón de Parque Viva en los Campeonatos de Karting oficiales.
—¿Cómo puede mejorar el simracing en el país?
—En Europa es común escuchar eventos como Simracing Bars, Simracing Coffes, Expo Simracing y, por supuesto, Simracing Centers. Nuestra meta es hacer un Centro de Simulación abierto tanto para el público como para empresas, pero en un buen punto como un mall, que tenga todo tipo de simuladores, desde carros de carreras, aviones y hasta camiones.
”Lo que le puedo decir es que esto sí o sí seguirá creciendo”.
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