Dicen los rumores de alcoba , que aparece después de episodios de muuuucho sexo, de maratónicas y apasionadas jornadas en la cama. No es causalidad que se le llame el “síndrome de la luna de miel”.
También hay quienes la vinculan con el “estreno” de una pareja en la intimidad y hasta la asocian con la “ pérdida de la virginidad ” (e inicio de la vida sexual).
Sus síntomas más comunes son sensación de quemazón al orinar o secreción de pus por la uretra, lo que hace que muchas mujeres teman haber sido contagiadas con una enfermedad de transmisión sexual. Muchas llaman a sus compañeros para pedirles explicaciones en tono inquisidor.
Sin embargo, la verdad es que todo es producto de una inflamación de la vejiga urinaria llamada cistitis.
La causa más común de la cistitis es la infección provocada por la bacteria Escherichia coli , la cual se encuentra en los intestinos, explica el ginecólogo Francisco Fúster.
Según el especialista, las mujeres son más vulnerables a la cistitis que los hombres, principalmente porque su uretra es de menor longitud, lo que aumenta las posibilidades de infección.
Además de los síntomas citados, la cistitis también se manifiesta con sensación de querer orinar y no poder, presencia de sangre en la orina y, por supuesto, dolor al mantener relaciones sexuales.
Pero, ¿cómo se da la infección? La principal causa es una mala higiene corporal; por ejemplo, no lavar bien la ropa interior o no asear de forma adecuada la zona genital.
También, explica Fúster, hay una relación con el acto sexual, lo cual, probablemente, dio pie a la creación del mito.
Resulta que antes de la penetración, en el momento de las caricias, el hombre puede contaminar a la mujer con alguna bacteria que traiga en sus manos, o también el pene o los testículos del varón pueden tener contacto con el ano de la mujer y luego con la vagina, arrastrando así bacterias de un lado para otro.
Es, en realidad, más común de lo que la gente se imagina.
Prevención
Ante tal panorama, la sexóloga Margarita Murillo, resaltó la importancia de que tanto hombres como mujeres sean altamente higiénico a la hora del acto coital.
“Si tenemos las manos sucias y tocamos, vamos a generar infecciones, pero no por la relación sino por la falta de aseo. Lo mismo en la luna de miel, si no se toman medidas higiénicas, vendrán las infecciones. Pero no por la cantidad de veces que se hace el amor, sino por no tomar las precauciones, y por no tener el aseo adecuado ni utilizar lubricantes correctos”, resaltó.
En cuanto a la relación entre infecciones y el “estreno” de la pareja, la experta comentó que es usual que haya ciertas reacciones fisiológicas muy naturales que se desencadenan hasta que los cuerpos se adapten.
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“Cuando se tienen relaciones por primera vez con una pareja o cuando se cambia de pareja, los PH (escala que mide la acidez o basicidad) de la vagina, buscarán equilibrarse con el pene, y esto puede producir picazón, ardor... Con el tiempo, la pareja logra un acople químico y biológico, aunque en ocasiones se requerirá de algún apoyo médico para sanar la reacción.
“Incluso, si un hombre ha tenido relaciones conmigo, luego con otra y vuelve conmigo, mi vagina lo sentirá y reaccionará. De ahí, el uso continuo del condón, como la necesidad de higiene y protección”, enfatizó.
Aparte del aseo personal, el ginecólogo Fúster destacó que existen otras hábitos personales que ayudan a prevenir la cistitis.
Por ejemplo, no aguantar mucho tiempo sin orinar, pues si la vejiga se llena a su capacidad máxima (375 centímetros cúbicos), puede que no evacue debidamente las bacterias presentes en la orina.
“A las mujeres se les ha enseñado que se aguanten hasta que lleguen a la casa, para evitar, supuestamente, que algo se les pegue en un baño público. Pero esto no es así. Hay que ir al baño cuando se tiene que ir, cuando el cuerpo lo pida”, enfatizó Fúster, quien añadió que también es recomendable que las mujeres orinen antes y después de tener relaciones sexuales.
Tratamiento
Pero si los consejos anteriores le llegaron tarde, repase las opciones que tiene para tratar esta molesta infección.
La principal y más extendida de todas es tomar mucha agua y líquidos con vitamina C. Se aconseja, por ejemplo, beber mucho jugo de pepino, alimentarse con hojas de rábano, espinaca, limón, cebada y aceite de sándalo.
El tratamiento médico consiste en antibióticos como amoxicilina o doxicilina.
Durante la infección, es aconsejable consumir grandes cantidades de agua y, por supuesto, abstenerse a tener relaciones sexuales.
Como suele suceder con muchas enfermedades, la cistitis no establece diferencias ni de clase social ni de edad, asegura Fúster a partir de su experiencia como médico. Por esta razón, agrega, todos, especialmente ellas, deben estar alerta para evitar complicaciones en su salud genital. Y la primera medida es estar bien informados.
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