Respirar hondo y meter la cabeza en el mar de datos que significa un estudio siempre resulta un ejercicio tanto lúdico como de descubrimientos.
Principalmente, ese ejercicio va sobre comparar lo que creemos que sabemos sobre algo; cuán acertados estamos con respecto a nuestro entorno y cuánta tanta razón tendremos cuando, en cualquier sobremesa, presumimos nuestras impresiones sobre “algo”.
Ese “algo”, en esta ocasión, es nada menos que un estudio sobre el consumo de streaming en Costa Rica. Titulado Una década de “ver tele” en línea, se trata de una investigación generada por la agencia RIOT\TBWA sobre cómo, cuánto y de qué maneras accedemos a las plataformas de contenido audiovisual para hacerlas parte de nuestra vida.
“Esta es una iniciativa propia de RIOT\ TBWA, como la primera edición de una serie de reportes”, cuenta Cristian Cambronero, director general de la agencia. “El objetivo es producir un informe similar cada seis meses, haciendo una inmersión en temas diferentes, pero que tengan que ver con cambios culturales con de los consumidores con respecto a innovaciones tecnológicas”, cuenta.
En una sobremesa de ideas, Cambronero y el resto del equipo le pusieron el ojo al boom de contenidos audiovisuales y cómo este ascenso ha cambiado nuestra conducta como sociedad.
“Precisamente, a través de ese ejercicio de observación de nuestra cultura es que empezamos a detectar una serie de perspectivas de que hay algo grande sucediendo. Por ejemplo, lo de bromear con las contraseñas compartidas o que alguien se separaba de su novio y se guardaba la contraseña, ¡resultó ser algo real! Detrás de los chistes que todos hacemos hay cambios de hábito”, señala Cambronero.
Si bien, como el mismo director de la agencia señala, los hallazgos no son una verdad absoluta (está limitado a los residentes ticos activos en redes sociales), es una buena herramienta para entender un espectro del cual todos creemos saber más de lo que imaginamos.
LEA MÁS: 7 momentos muy 2021 que nos deja la cultura web este año
¿Cuántos ticos aman el streaming?
Por supuesto, para navegar entre estos datos y gráficos, existe el rigor de aclarar cómo se efectuó la investigación. Sí, hay que hablar de esos datos crudos e inevitables a la hora de encarar un reporte como este.
Para esta exploración, el tamaño de la muestra fue de 406 personas, con cobertura únicamente para residentes en el país, con distribución proporcional entre provincias. El 51% de entrevistados fueron mujeres y el resto hombres; todos desde los 18 a los 68 años. La encuesta se aplicó en línea, en agosto del 2021, y tiene un nivel de confianza del 95%.
Ahora sí: habiendo aclarado estos datos, podemos entrar en materia.
No es para menos que el streaming sea parte esencial de nuestra vida. Desde la religión más antigua hasta el último anuncio de Netflix, el ser humano ha estado fascinado con conocer historias. Es algo tan presente en el espíritu de las sociedad que el progreso de la tecnología no ha hecho más que cultivar esa obsesión.
Por supuesto, como bien detalla la investigación, suena anacrónico pensar en esperar una semana para disfrutar del nuevo episodio de una serie de televisión. Si bien, algunas series aún conservan ese formato, lo tradicional es que el cliente tenga a su disposición un gigantesco catálogo de títulos tan colosal que no le alcance una vida para ver todo el contenido.
Esa sensación maximalista, que tanto exigen estos tiempos de frenetismo, han modificado nuestras conductas. El estudio de RIOT\ TBWA va sobre eso, sobre cómo, especialmente, el auge del internet va de la mano con plasmar a una Costa Rica tremendamente conectada a la red. En concreto: el 73% de la muestra utiliza alguna plataforma de streaming.
Por supuesto, San José es la provincia más conectada. Los datos muestra que 8 de cada 10 personas en el Gran Área Metropolitana (GAM) utilizan al menos una plataforma de streaming. En las zonas costeras, el uso de estas plataformas es menor y, quienes lo hacen, se inclinan por Netflix.
FUENTE: Agencia RIOT\TBWA. / LA NACIÓN.
La preferencia de conexión por cable coaxial también se reflejó en esos datos: el 90% de los ticos cuenta con televisor en su hogar y, de estos, el 83% paga servicio de cable o televisión satelital. Entre quienes pagan cable, el 77% también está suscrito a streaming y, aunque utilizan ambos servicios, consumen en mayor medida el contenido de las plataformas.
Aun así, el cable sigue siendo atractivo para los costarricenses (el 38% incluso dice disfrutar su contenido). Sin embargo, el 30% conserva el servicio “porque está incluido” en su plan de Internet.
“Esta es una de las principales sorpresas”, reflexiona Mónica Blanco, planner de Inteligencia Cultural de RIOT\TBWA, “porque no es un cambio menor que muchas personas estemos dejando de pagar un servicio de TV por cable para darle otros usos a este presupuesto. Que suceda a esta escala habla de cuánto nos vamos globalizando en Costa Rica y cuánto queremos saber cuál es el contenido del que se habla a nivel mundial. Nos permite pensar y percibir el entorno audiovisual como el resto del mundo”.
De hecho, la mitad de los entrevistados ha considerado cancelar su suscripción de cable o televisión satelital para reemplazarla por servicios de streaming. Esta aseveración es más contundente en el grupo de 18 a 24 años: el 70% afirmó que ha considerado cancelar el servicio de cable o televisión satelital y solo quedarse con las plataformas.
Pero allí mismo hay una escala de grises. El consumo de streaming no ocurre con el mismo orden y rigor con el que se va a pagar la luz y el agua. El 30% de las personas encuestadas no saben cuánto dinero gasta en el servicio y la mayoría lo desconoce porque alguien más es el que paga (el 19% de la muestra alega desconocer el monto ya que “lo paga alguien más”).
“Es parte de los factores criollos que tiene este estudio. Habla mucho de cómo somos los ticos”, reflexiona Cambronero.
LEA MÁS: Twitch quiere ser el rey ¿Se acerca el fin de los ‘youtubers’?
¿Quién va ganando la pelea por la corona del streaming en Costa Rica?
El ejercicio es simple: pensemos en nuestra familia, en nuestros amigos y en nosotros. ¿Cuáles creemos que son las plataformas de streaming más utilizadas?
Quien escribe estas líneas cuenta con Netflix, HBO MAX y Mubi y, aunque los círculos cercanos son cámaras de ecos, es contundente que la primera plataforma es la que más suena entre gente conocida.
Netflix, siendo el “pionero” del streaming, tiene su camino bien cultivado: es el más visto. Seis de cada diez personas lo consumen. En popularidad, le sigue Disney Plus, la colosal y relativamente joven plataforma que tiene exclusividad de todo el material de Marvel, Disney, Star Wars, Pixar y Nat Geo.
Eso sí: pongamos este orden en perspectiva. Netflix, aunque fue creada en 1997, llegó a nuestra región en el 2011; por su parte, Disney Plus llegó a Latinoamérica apenas en noviembre del 2020. El dato habla por sí solo del acelerado crecimiento de la compañía del ratón en la batalla del streaming.
La lista de preferencia sigue con Amazon Prime Video, HBO MAX (bastante sorpresivo encontrarlo en el cuarto puesto) y YouTube Premium. Para tener como referencia, Prime Video llegó a la región en diciembre del 2016; HBO arribó a los servicios en línea en junio del 2017 (primero como HBO GO y a partir del 2021 con su actual identidad) y YouTube Premium se activó para el mercado latino en mayo del 2018.
Como es mi caso, muchos usuarios combinan plataforma para no quedarse con un solo catálogo. De hecho, más de la mitad de los usuarios está suscrito a varios servicios. El estudio detalla que 3 de cada 10 personas utilizan más de tres plataformas.
¿Cuál es la combinación favorita? Pues, naturalmente, las dos más usadas: Netflix y Disney Plus. Un 41% de las personas que tienen más de una plataforma se decide por este dúo de streaming.
Aunado, un dato curioso: el 6% de los entrevistados asegura tener cinco o más plataformas. Curiosamente, quienes afirmaron este criterio son principalmente vecinos de Heredia y de Cartago.
FUENTE: Agencia RIOT\TBWA. / LA NACIÓN.
Para agregarle más particularidades a esta parte del reporte, también se desgrana cómo consume la gente joven en Costa Rica. Si bien Netflix siempre es el servicio rey, las plataformas Disney Plus, Amazon Prime Video y Apple TV son más populares en usuarios jóvenes (de 18 a 24 años) que en personas de mayor edad. En resumen: los más recientes servicios de contenido tienen más cabida entre las personas de menor edad.
Con tantas opciones, no es de extrañarse que el reporte revele que seis de cada diez ticos utilicen las plataformas todos los días. Incluso, el 90% de los entrevistados entre 25 y 34 años consumen contenido más de dos veces a la semana.
“Hay una observación importante”, dice Cambronero, “y es que este estudio evidencia que los cambios de hábito suceden de forma más acelerada que nunca. Si nos devolvemos en la historia. disrupciones como la llegada de la televisión y el internet han tenido curvas de adopción mucho más extendidas en el tiempo; el streaming ha sido más rápido y estoy seguro que esto solo va a acelerarse más”, analiza.
LEA MÁS: ‘Cowboy Bebop’: razones por las que el live-action fracasó en Netflix
Sobre compartir contraseñas y cuentas
Que tire la primera piedra el que no se ha aprovechado de una cuenta ajena.
Si bien, muchas plataformas lanzaron sus contenidos con la bandera del combate a la piratería, el compartir contraseñas se volvió una dinámica inevitable para facilitar el visionado de series y películas. En vez de descargar torrents o entrar en bahías de piratas virtuales, solo basta ser un buen samaritano y compartir el correo y contraseña con un pariente o amigo.
En marzo de este 2022, Netflix comenzó a restringir esta práctica en Latinoamérica (Costa Rica fue uno de los primeros mercados donde empezó dicho contro), pero aún así el mecanismo no es siempre eficaz y aún se puede sortear los muros de pago que lanza la empresa. Aunado a esto, sus competidores no se han puesto tan quisquillosos con este tema.
FUENTE: Agencia RIOT\TBWA. / LA NACIÓN.
En Costa Rica, esto ha sido más que aprovechado. El 68% de los costarricenses afirma compartir su suscripción con otros, mientras que el 22% solo utilizan cuentas prestadas.
Naturalmente, por un tema de poder adquisitivo, entre menor es la edad, es más común que los usuarios compartan sus cuentas de acceso. De hecho, de las 202 personas que dijeron compartir su cuenta, el 61% tiene menos de 34 años. ¿Quiénes suelen ser los más beneficiados de esta práctica? Después de la familia, la pareja.
“El estudio refleja una realidad de la que hasta yo soy parte. Entre mis amigos pagamos todas las suscripciones. No sabemos bien quién paga quién, pero es inevitable sacarle provecho al compartir contraseñas”, dice entre risas Cambronero.
LEA MÁS: Netflix cobrará a quienes comparten su contraseña con ‘invitados’
Buscando la respuesta: ¿por qué funciona el streaming?
Las teorías son múltiples y no varían solo de región en región, sino también en edades. En el caso de los costarricenses, hay dos razones principales según se desgrana en el estudio: poder elegir el contenido que uno desea y no tener que ver comerciales, o sea, básicamente lo que la televisión convencional no ofrece.
Si queremos ponernos en detalle, los jóvenes de 18 a 24 años priorizan el chance de hacer maratones de streaming por jornadas completas (además de compartir opiniones sobre lo que sus amigos ven), mientras que las personas mayores de 45 suelen preferir el servicio por la variedad de contenido, especialmente por las producciones originales que no encontrarán en su cablera.
Otro aspecto trascendental para que funcione el streaming es la portabilidad. Ya que se puede ver tele y películas en cualquier lugar, el 70% de los consumidores encuestados ven video en sus celulares; el 59% lo hacen desde sus televisores. Además, el 31% lo hace desde una laptop.
Adicionalmente, cabe subrayar que 6% de los entrevistados no tienen televisión, pero consumen a través de sus celulares, laptops y tabletas.
Pero no podemos definir el éxito de un formato solo por la forma de consumo, sino también por sus contenidos. No es de extrañarse cuál sea el mayor motivo para pagar cada mes una suscripción: las series.
Las producciones episódicas, con esa capacidad de ser el insumo para maratones, son el elemento predilecto de los consumidores (un 47% por encima de películas, documentales y animaciones).
LEA MÁS: Exestrella de ‘iCarly’ revela que Nickelodeon la chantajeó para silenciar acoso sexual
Es algo más que obvio, donde Disney Plus toma mucha partida teniendo tremenda cantidad de producciones de su propia marca, así como de Marvel y Star Wars. Netflix y HBO MAX, por tanto, han incurrido en crear sus propias producciones para asegurar que sus abonados se mantengan en su plataforma para siempre y crear esa misma fidelidad. Con Netflix, por ejemplo, el 52% de los usuarios prioriza el consumo de series.
De la mano con el consumo, podríamos pensar que la “ligereza” de muchas de las producciones presentes en esta plataforma sirven para que los usuarios hagan “otra cosa” mientras tienen el televisor o el celular encendido. En cifras: el 90% de costarricenses usa el streaming de forma simultánea con otras labores.
Lo principal es con la hora de comida (el 61% de las personas consume streaming mientras se alimenta), seguido de labores del hogar, usar redes sociales, chatear, trabajar, ejercitarse, movilizarse en transporte público y estudiar. Curiosa y peligrosamente, un 2% asegura ver streaming mientras maneja.
Al comparar entre géneros, las mujeres son quienes más combinan el consumo de plataformas con otras tareas o actividades en su día a día. Por ejemplo, un 69% de las mujeres acompañan las labores del hogar con su contenido favorito, mientras más hombres que mujeres lo complementan con trabajar (23%), ejercitarse (16%) y viajar en transporte público (19%).
LEA MÁS: ‘Avatar:’ la leyenda de Aang’ cumplirá el sueño de muchos: habrá tres películas sobre la serie
¿Hay cabida para la televisión tradicional?
La respuesta primaria sería que sí, aunque no por las razones que uno consideraría en primer lugar.
El reporte deja ver que 8 de cada 10 entrevistados consumen TV por cable o satelital; de estas personas, el 77% utilizan también las plataformas de streaming.
Para ser más específicos, 9 de cada 10 entrevistados tienen un televisor en su casa y el 83% de estas personas paga un servicio de cable o TV digital.
Ahora viene lo curioso: 33% de suscriptores paga el cable porque está incluido en el plan de internet, lo cual es lo más lógico. Por ejemplo, quien escribe estas líneas se suscribe a este práctica, siendo la única consideración que los partidos de fútbol nacional no se encuentran disponibles en estas compañías y que, a nivel local, las ofertas al respecto salen en precio similares a tener el paquete completo. De hecho, 7% de los entrevistados dio este mismo criterio.
También, un 23% de la muestra dijo que paga este servicio porque otro miembro del hogar sí disfruta los contenidos de la tevé tradicional.
Eso sí: el reporte también habla que la mitad de los entrevistados ha considerado cancelar su suscripción de cable para reemplazarla, por completo, por solo servicios de streaming. Como es de esperarse, esta disposición está presente en los encuestados más jóvenes, de 18 a 34 años. De hecho, uno de cada diez jóvenes de 25 a 34 años ya ha dado este paso.
La conclusión es sencilla: el consumo de plataformas de streaming es más adictivo y constante que en los servicios de televisión convencional. “Esta es una de las ideas que uno podría tener antes de comenzar el estudio y que se comprobó con los resultados arrojados por las encuentas”, agrega Blanco.
LEA MÁS: ‘The Office’ y la segunda vida que ha tenido la serie en el 2021
¿Qué pensar tras digerir todos estos números?
Lo lógico por pensar es que no hay vuelta atrás, aunque esto no signifique que la televisión abierta, por cable o satelital vaya a acabar súbitamente.
Una década, si bien suena a mucho tiempo, es apenas la infancia de un formato televisivo. Hay que considerar que no solo de televisión vive el ser humano; está comprobado que, por ejemplo, la maquinaria de los videojuegos ha desplazado considerablemente este consumo. Por ejemplo, según los datos del informe de Streamlabs y Stram Hatchet, Twitch (empresa de streaming de videojuegos) finalizó el 2021 aglutinando el 70,5% de las horas de visualización de los vídeos globales, superando por completo a YouTube.
Las horas dedicadas para ver y jugar absorben mucho de las jornadas que se daban por sentado solo para ver películas (sea en el cine o en la casa) y series. El mercado es muy amplio, sistémico y voluble; las predicciones tienen poco sentido cuando se trata de darle forma a tantos números.
Lo que sí es un hecho es que, históricamente, es difícil igualar lo que estamos viviendo. “El reporte nos habla de cómo poco a poco pasamos de tener un entretenimiento local a ser consumidores de un mundo de entretenimiento global”, subraya Mónica Blanco.
“Ya no es raro tener una preferencia por contenido de Corea, de Rusia... Estamos siendo cada vez más expuesto a estilos de vida y culturas que dejan de ser ajenas y nos apropiamos de ellas. Cada día nos acercamos a una generación de personas que comparten más cosas a nivel global”, sentencia.
Sobre esta perspectiva, Cambronero también reflexiona que el trajín de la sociedad contemporánea ha potenciado estas conductas.
“Es que algo tan relativamente reciente como el consumo de música por medios digitales en reemplazo del físico fue algo que tomó más años en concretarse a nuestra realidad. Me parece que este cambio al streaming se ha producido a un ritmo más acelerado y tiene implicaciones enormes para la industria del entretenimiento, como lo hemos visto con tener estrenos de cine en salas y plataformas. Nos van a empezar a llover cambios impredecibles”, finaliza.
Tras tantos pensamientos, cabe decir, es que, en un mundo tan frenético como el que presenta el siglo XXI, sentirnos en control de qué vemos parece ser un confort al cual nos aferraremos de ahora en adelante.
Tamaño de la muestra: 406 personas
Margen de error y nivel de confianza: +/-5% y 95% de confianza
Cobertura: nacional, con distribución proporcional entre provincias
Distribución por sexo: 51% mujeres y 49% hombres
Distribución por edad: 18 a 64 años
Técnica: encuesta online auto-aplicada
Fecha de realización: agosto del 2021
— Sobre este estudio de Riot Report