Allison Kanter vive en California; Michele Mordkoff, en New Jersey. Las dos han construido sus propias familias y aunque sabían que fueron adoptadas cuando estaban recién nacidas, nunca se preocuparon por conocer sus orígenes.
Ellas nunca se habían visto y no existía nada que las relacionara entre sí, hasta que Mordkoff vio el documental Tres desconocidos idénticos, de CNN, el que despertó una pequeña curiosidad que cambiaría sus vidas a los 54 años.
El documental relataba la historia de tres hermanos que fueron adoptados en 1964 por medio de la agencia Louise Wise Services (que también dio en adopción a Kanter y a Mordkoff) y que se enteraron de su parentesco tras ser confundidos en una universidad de Nueva York en 1980.
Según relató Mordkoff a CNN, después de ver el documental lo único que pensó fue que tenía que “escupir en una taza y averiguar cuál es mi historia”.
Tras hacerse el análisis de ADN el resultado arrojó que la mujer tenía un “miembro de la familia inmediata”. Se trataba de un joven con residencia en California y, ante la situación, lo buscó en redes sociales y le envió un mensaje.
“Dije: ‘hola, soy adoptada, y tú has coincidido conmigo, así como con tu madre. Por favor escríbeme de nuevo’. Estuve tentada de decir más, pero no pensé que fuera lo correcto”, le dijo la mujer a CNN.
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El joven, hijo de Kanter, puso en marcha la solicitud de Mordkoff y le pidió a su mamá consultar número de certificado de nacimiento.
“No sabía lo que estaba sucediendo, y luego le leí los números, los últimos cuatro números, y me dijo: ‘Mamá … es tu hermana gemela'”, recuerda Kanter quien asegura que “quedó helada” con la noticia.
Tras asimilar la sorpresa, de la que sus padres adoptivos no tenían idea, ambas acomodaron sus agendas para encontrarse en New York por primera vez en agosto del 2018, pues estaban desesperadas por conocerse y comprobar que no solo eran hermanas, sino que eran gemelas.
“Solo esperaba que ella tuviera una vida similar a la mía, que hubiéramos crecido de una manera muy similar, que fuera fácil conocernos y que no tuviéramos ninguna aversión a saber cómo fuimos criadas”, dijo Kanter.
Aunque ha pasado poco tiempo, las mujeres tratan de verse frecuentemente para recuperar el tiempo perdido y que sus familias puedan convivir.