Si ya de por sí las olimpiadas tienen magia, vivirlas en tiempos de las redes sociales hace aún mejor la experiencia. De un día para el otro, estábamos inundados con la foto del turco Yusuf Dikec, que ganó la medalla de plata junto a su compañera Sevval Ilayda en la competencia mixta de tiro con pistola de aire comprimido.
“Este logro no solo representa nuestro esfuerzo, sino también el apoyo de 85 millones de personas en Turquía. Es un testimonio del trabajo en equipo, muy parecido a una producción teatral, donde cada uno tiene un papel específico” dijo Dikec al medio turco Anadolu Agency.
“Cuando cada persona desempeña su parte de manera efectiva, el resultado es algo realmente extraordinario. Dimos nuestro mayor esfuerzo y el resultado fue un éxito”, añadió.
Memes van y vienen, y la verdad es que aquella foto no podría tener otro destino. El estilo de Dikec a la hora de tirar es icónico: pelo canoso, la mano en el bolsillo, mirada seria y una vestimenta que podría parecer la de cualquier tío mejenguero acudiendo a jugar fútbol 5.
Encima, a la misma vez vimos múltiples imágenes de otros deportistas de esta disciplina utilizando lentes mecánicos para realizar su tiro. A la par de aquellos sofisticados jóvenes que más aparentaban ser un androide, Yusuf parecía un asesino a sueldo retirado, extraído directamente de alguna película de Tarantino.
“Dentro de nosotros puede haber una tormenta, aunque parezca que estamos tranquilos, y sentimos que nuestros corazones pueden estallar. Nos esforzamos por ocultarlo. Como disparo con ambos ojos abiertos, no encuentro el equipo muy cómodo. Creo que destacar el talento de uno es esencial”, aseguró.
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Es la estrella de estos Juegos Olímpicos y eso nadie lo puede negar. Su aura tan espontánea es disonante con la perfección que se respira en las olimpiadas. Es tan natural que tan solo con su presencia logró acaparar la atención del mundo sin siquiera pedirlo.
“La atención de los medios de comunicación globales ha sido tanto estimulante como motivadora para nosotros. No esperaba tal nivel de reconocimiento; me tomó por sorpresa”, comentó Dikec, quien es un sargento mayor retirado de la Gendarmería turca.
¿Quién iba a pensar que millones de personas conocerían primero al gato del deportista turco antes que a la pareja que ganó con él el oro en esa competencia? Jugaría casi cualquier cosa a que nadie sabe ni la nacionalidad de quienes vencieron al aclamado Dicek (los serbios Zorana Arunović y Damir Mikec).
Todo esto es reflejo, también, del evidente poder mediático que tienen las olimpiadas. Tan solo unos meses antes, Dikec y Ilayda ganaron la medalla de oro en la misma categoría en el mundial realizado por la Federación Internacional de Tiro Deportivo en Múnich, Alemania.
De ese evento existen varias fotos similares a la que se viralizó desde París, pero no fue hasta que sucedió en las olimpiadas en que el fenómeno social se desató. Esto, también ha repercutido en el atleta turco de 51 años, quien ya acumula casi 800 mil seguidores en Instagram.
Sin querer banalizar su trayectoria y logros deportivos, creo que yo y más de uno esperamos que Yusuf Dikec tenga su cameo en la próxima película de John Wick.