Lucir un rostro limpio de manchas, iluminado y perfilado se logra gracias a la fusión del contouring, del strobing y del baking, técnicas que todos conocimos por la socialité Kim Kardashian.
Se trata de correcciones que se realizan según el tipo de rostro, tomando en cuenta los puntos de luz universales (pómulos, arriba del labio inferior, barbilla, cejas y nariz).
Jéssica García, maquillista profesional, explica que lo que se busca es acercarse a los rasgos del rostro universal: el ovalado.
"Con las correcciones se pretende afinar el rostro y destacar áreas que permitan ver en su totalidad un rostro armonioso. Donde aplique las bases más claras o los iluminadores voy a aportar luz y por ende volumen; en cambio, donde utilice los colores oscuros voy a disminuir volumen y lograr un efecto de profundidad, la más utilizada de estas correcciones es la que se hace de manera oblicua debajo de los pómulos, esto ayuda a destacar el área iluminada y a hacer más estilizado el rostro", detalló la experta.
Si bien todas estas técnicas fueron lanzadas de forma exagerada y utilizadas individualmente, para la maquillista Velvet Salas la fusión de las tres, es la clave de un acabado perfecto.
La tendencia de este 2016 recomienda no sellar la base para darle un aspecto natural al rostro con brillos más naturales y con una apariencia sutil de humedad; sin embargo, si se desea un maquillaje de más duración y mate se puede sellar de manera ligera con polvos compactos y utilizar tres tonalidades distintas en los puntos donde se realizaron correcciones.
"Lo más importante de este tipo de maquillaje es que todo debe difuminarse muy bien, no debe verse ningún tipo de línea o división de color. La magia está en hacer un juego de luces y sombras con los cuales las divisiones de colores no sean visibles y que solo se perciba luz o profundidad", recalcó García.
Recuerde que si es de piel blanca debe buscar tonalidades rosa y si es morena utilizar las naranja. No olvide preparar el rostro antes de maquillarlo, mantenerlo humectado y limpio.
Fuentes: Jéssica García, maquillista profesional (Tel.: 8867-3453) Velvet Salas, maquillista profesional (Correo: salasvelvet@gmail.com).
Baking:
Esta técnica está muy en tendencia y es quizá por su fácil aplicación. Se enfoca en la colocación "generosa" de polvos translúcidos, principalmente debajo de los ojos y en el borde superior de la mandíbula.
Proceso:
1. Si empieza desde cero debe aplicar crema, bloqueador y una base pareja en todo el rostro.
2. Seguido coloque corrector en las ojeras, quizá un poco más de lo normal. Difumínelo de forma que quede integrado a la base.
3. Coloque una capa gruesa de polvos traslúcidos justo debajo de sus ojos.
Tip: Para un mejor efecto déjela actuar por 10 minutos. El calor de la piel unirá los polvos y el corrector, y cubrirá las imperfecciones.
Para terminar, con una brocha suelta y polvos del tono de su piel difumine muy bien el resto de maquillaje y elimine el exceso de los traslúcidos.
Contouring:
Es ideal para actividades nocturnas y se puede realizar con maquillaje en crema, líquido o seco, la diferencia radicará en el acabado final.
Para realizar esta técnica debe contar con tres bases de maquillaje: una igual al tono de su piel, otra uno o dos tonos más claros; para hacer los puntos de luz y otra de uno a dos tonos más oscuros; para marcar las áreas en las que desea disminuir el volumen o dar profundidad.
Para lograr estos acabados puede utilizar bases fluidas o cremosas, correctores, iluminadores o los polvos bronceadores mate. Para aplicarlos utilice brocha y esponja, con la esponja se difuminan los colores y se logran mezclar adecuadamente.
Proceso:
1. Aplique crema humectante y bloqueador solar. La luz viene gracias a la hidratación.
2. Utilice un primer que agregue un poco de brillo a su rostro.
3. Con la base más oscuros forme un tres en cada lado del rostro, que salga desde el borde superior de la frente, en el hueso de la mandíbula (justo debajo del pómulo) y continúe hasta el borde de la quijada. Coloque este mismo tono en los costados laterales de la nariz y frente para perfilar aun más el rostro. Difumine con una esponja.
4. Si desea aplicar solo esta técnica alterne con tonos más claros en el centro de la frente, debajo de los ojos, el tabique nasal, la barbilla y los pómulos.
5. Agregue rubor y selle el maquillaje con una base en polvo del mismo tono de su piel.
Strobing:
Se trata de iluminar mucho, pero mucho, la piel. Para quienes no están acostumbradas a utilizarlo es posible que lo vean un poco exagerado; sin embargo, da un acabado mucho más natural que el contouring crudo. Es perfecto para fotografías y climas fríos. El personaje principal es el iluminador y lo que se busca es resaltar facciones; por ejemplo, para resaltar la nariz y perfilarla un poco se aplica el iluminador en la parte de arriba, de forma que se crea una sombra natural en los lados. Si bien lo focal es la luz no se trata de iluminar todo el rostro, sino zonas específicas.
Proceso:
1. Aplique crema humectante y bloqueador solar. La luz viene gracias a la hidratación.
2. Utilice un primer que agregue algo de brillo a su rostro.
3. Quienes tengan problemas de acné o manchas, lo ideal es aplicar una ligera capa de base preferiblemente líquida, no en las ojeras. Para difuminar utilice brochas muy sueltas para no dejar el rostro muy cubierto de producto.
Tip: Para difuminar el producto con brocha procure hacerlo con un pequeño golpe y luego empujar la brocha hacia abajo. Si se realiza hacia arriba el producto quedará atrapado en los bellos evidenciando la pincelada.
4. Si cree necesario aplique corrector de ojeras, pero nada muy pesado. Solo el necesario para ocultar lo oscuro debajo del ojo. Difumine con la misma brocha suelta.
6. Llegó el turno del iluminador. Se aplica en la frente, nariz, pómulos, barbilla y en el borde del labio superior; por lo general aquellas zonas que se ponen rojas al exponerse al sol. Coloque primero una versión líquida, en poca cantidad y con la yema de sus dedos. Distribuya con brocha.
Tip: Para saber dónde aplicarlo aproxímese a una ventana con luz y con ayuda de un espejo trate de definir los puntos en los que la luz natural se refleja mucho más. Esto le permitirá definir áreas y no abusar del iluminador.
7. Añada un poco de rubor en los pómulos, no importa si toca los puntos donde ya había colocado iluminador.
8. Finalmente selle todas aquellas zonas de luz con iluminador en polvo.